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Los premios Óscar a lo largo de los años nos han dejado con grandes momentazos, desde fotos icónicas, discursos reivindicativos, primeras veces, caídas... pero si hubo algo impactante que cambió nuestra forma de ver y disfrutar de estos premios, fue el año pasado y el bofetón de Will Smith a Chris Rock.
Parecía de ciencia ficción,incluso hubo quien defendió que el famoso altercado fue producto de publicidad, un montaje o incluso una escenificación pactada. Pero si algo nos quedó claro tras ver las medidas que han sido tomado por estos premios, es que de ficción no tenía nada.
Parece mentira que haya pasado ya un año y siga siendo un tema en boca de todos. La retina es incapaz de borrar aquella cachetada, casi hasta podríamos ser capaces de oírlo. Por si te lo perdiste, todo ocurrió cuando en un discurso del actor Chris Rock bromeaba sobre la "calva" de Jada Pinkett, la mujer de Smith. Este comentario sentó mal a la actriz pues padece alopecia. La respuesta de Will fue un "no hables de mi mujer" acompañado de un gran bofetón con la mano bien abierta.
El comité de los Óscars castigó y condenó este acto con la expulsión del de Yo Robot durante los próximos 10 años. El actor evidentemente no le queda más remedio que aceptar y es por ello que este año no lo hemos podido ver, aunque ha estado igual de presente.
El encargado este año de presentar de nuevo la gala ha sido el humorista Jimmy Kimmel, el que no ha dudado en hacer referencias "cómicas" sobre el incidente del año pasado. "Si alguien en este teatro comete un acto de violencia en cualquier momento durante el espectáculo, se le dará el Óscar a mejor actor y se le permitirá dar un discurso de 19 minutos", así comenzó la retahíla de zascas, recordemos que Smith ganó la estatuilla de mejor actor.
"Si sucede algo impredecible hagan lo mismo que el año pasado: nada. Sientense allí y no hagan absolutamente nada. Denle un abrazo al agresor".
