- Laura Escanes: "Lo que más me he gastado en un restaurante son 1.000 euros"
- Laura Escanes se sincera como nunca y habla por primera vez sobre su aborto
- Laura Escanes: con los pies en la tierra
Los 'haters' y los comentarios de odio cada vez son más comunes en las redes sociales, y aunque pensáramos que, después de tantos casos donde usuarios que han sido bombardeados con este tipo de mensajes y han sufrido consecuencias alarmantes las cosas iban a cambiar para bien, la realidad es muy diferente y esa ambición por el cambio, lamentablemente, parece solo una ilusión. Las celebrities e influencers, es decir, las personas con un gran impacto mediático, son las que más sufren este tipo de comentarios dañinos dada la frecuencia con la que publican contenido en sus redes sociales y el alcance que estas mismas tienen de forma global; también porque muchos piensan que, al tratarse de personajes públicos, el impacto de esos comentarios va a ser menor, imperceptible o incluso necesario, una forma de pensar peligrosa y aparentemente difícil de erradicar. Influencias como Lola Índigo o Laura Escanes han respondido de forma tajante a este tipo de comentarios en más de una ocasión, aunque parece que la epidemia del odio resiste ante la incomodidad de los afectados a pesar de pronunciarse sobre ellos.
Precisamente Laura Escanes ha tenido que volver a enfrentarse a estos mensajes de odio recién inaugurada la temporada de verano. La influencer, que ha publicado una serie de fotos y vídeos en bikini, ha sido bombardeada con comentarios de odio hacia su físico y ella ha respondido a estas críticas a través de sus historias de Instagram. Laura ha aprovechado para recordar la vulnerabilidad de las mujeres musculadas ante la sociedad y por qué opinar sobre los cuerpos ajenos es peligroso.
Laura Escanes de nuevo víctima de críticas contra su cuerpo: "Lo único que hacéis es alimentar una cultura que genera TCA"
Resulta casi irónico que en pleno 2025 los comentarios dañinos y de odio sigan siendo algo recurrente en redes sociales, especialmente sobre personas que ya han pasado en más ocasiones por ello y que ya han manifestado su malestar e incomodidad sobre dichos comentarios anteriormente. Laura Escanes inauguraba la temporada de verano con una publicación en la que luce un precioso bikini marrón mientras posaba en un barco entrando y saliendo del agua, y como ya ha pasado en más de una ocasión con la influencer, su sección de comentarios ha vuelto a defraudar a manos de algunos 'haters'. Algunos de los comentarios que se leen son: "Pues para hacer tanto deporte como presumes... vaya piernotas... demasiada grasa" o "A dos pasitos del Ozempic". Laura no ha tardado en responder a estas críticas de forma tajante regalando, además, una lección que urge canalizar en estas personas. "De verdad que hay una parte de mí que le encantaría no tener que hacer estos stories pero estoy bastante harta del concepto de cuerpo sano que veo en redes sociales últimamente. Es llegar verano y sentir que te van a estar mirando con lupa por si has engordado o no, si se te ve michelín o tableta y es agotador", escribe. "Donde tú estás viendo 'una pierna llena de grasa' yo veo y me siento orgullosa por una pierna cada vez más fuerte y musculada", responde.
Así, Laura hace hincapié en lo dañinos que son este tipo de comentarios tanto para ella como para el resto de personas que consumen su contenido. "No tenéis ni idea del daño que pueden hacer comentarios así, ya no a mí, que también sino a todas las personas que lean estos comentarios al verlos en mis fotos. Ya siento muchísimo que os joda que una tía tenga más de una 36 de pantalón y que le flipen unas piernas fuertes y sentirse fuerte", explica. La influencer expone además los peligros físicos que pueden causar (y de hecho, causan) este tipo de comentarios en las personas: "Lo único que hace es alimentar una cultura que genera TCA, inseguridades y que nos hacen odiar nuestros propios cuerpos. Y luego nos preguntamos por qué tanta gente vive acomplejada, tapándose, sintiéndose menos por no encajar en un molde que, sinceramente, ni siquiera debería existir", afirma. Y es que así como indica Laura, ni los moldes ni el odio deben coexistir ni normalizarse en la sociedad actual por el bien de la sociedad.
