Para muchos, fue la rubia por excelencia, ingenua, sexy y misteriosa en Mulholland Drive o en la tercera temporada de Twin Peaks, de David Lynch. El día después de su muerte, el 15 de enero, escribió sobre su mentor: «Su sabiduría, su humor, su amor me hicieron creer en mí misma como nadie. Parecía vivir en un mundo propio, único. Valoro la increíble suerte que tuve de formar parte de él». También fue conocida como una víctima asustada en terroríficos thrillers –The Ring o Funny Games– y como Lady Di, Babe Paley o una madre muy sensual en Dos madres perfectas. A sus 56 años, Naomi Watts (Reino Unido, 1968) no ha perdido un ápice de su belleza. Incluso parece tener un plus gracias a la serenidad, confianza en sí misma y ausencia de fingimiento alcanzadas. Y orgullo. Inmenso. Es sólo el libro Me atrevo a contarlo: Todo lo que me habría gustado saber sobre la menopausia, que publicó en febrero con Lunwerg Editores, lo que le produce más placer que un éxito de taquilla. Sincera, la actriz inglesa habla en él de temas relacionados con esta etapa femenina: desde su juguete sexual hasta sus primeros flirts después de los 50, desde sus dolorosas articulaciones hasta sus problemas de peso, desde sus ansiedades hasta sus cambios bruscos de humor. Una obra que recopila entrevista a médicos, enumera un gran número de estudios y habla de todo con empatía y una alegría de vivir que sienta de maravilla. Conocíamos a la actriz, pero hemos descubierto a una amiga.
«Cuando eres mujer, siempre te avergüenzas de algo, y eso sucede casi toda tu vida», escribes. ¿Empezar un libro sobre la menopausia te ayudó a vencer esa sensación?
Sí. Como mujeres, nos pasamos la vida comparándonos. La sociedad espera tanto de nosotras que, desde pequeñas, nos preguntamos si nuestras elecciones, nuestro cuerpo y nuestros deseos son aceptables. Nos preguntamos qué pensarán los hombres, otras mujeres... Ser simplemente feliz o estar en paz contigo misma se vuelve entonces difícil. Para llegar ahí, hay que atreverse a ser vulnerable y abierta. Es hablando como nos damos cuenta de que no estamos solas con nuestros miedos y preocupaciones. Compartir nuestras historias, como hago en este libro, crea un espacio donde todas podemos bajar las armas, soltar el peso de esa vergüenza y aceptarnos.
¿Temías las miradas de los demás antes de publicarlo?
No puedo contarte cuántas veces me dije: «¡No puedo creer que esté haciendo esto!». Desnudarme de tal manera, hablar de los desafíos de un nuevo amor cuando eres mayor, de los detalles más extraños de mi viaje a través de esta menopausia, de mi búsqueda de médicos que finalmente pudieran ayudarme... Pero me impulsaba la idea de poder ser útil a miles de mujeres que están pasando por las mismas pruebas que yo. Me llevó tanto tiempo encontrar respuestas que estoy muy feliz de contribuir a acabar con este tabú.
Habláis de los problemas de salud física y psicológica que las mujeres afrontan en este periodo. Pero la primera preocupación es que la medicina no los tiene en cuenta. Sólo el 10% de los programas de investigación se ocupan de ellos.
Existe una brecha entre la consideración de hombres y mujeres en la medicina. La menopausia ha sido completamente ignorada. La mayoría de los profesionales ni siquiera discuten este tema en sus estudios, ¡lo cual es escandaloso, ya que el tema concierne a poco más de la mitad de la población mundial! Me sorprendió mucho saber que, en el mejor de los casos, recibían unas pocas horas lectivas. Esto explica por qué tantas mujeres carecen de información y atención. Hoy estamos viendo un cambio. La buena noticia es que hemos identificado el error, y podemos solucionarlo.
Existen los síntomas conocidos, sofocos, insomnio... ¡pero explicas que esto es sólo la punta del iceberg!
¡Hay muchos otros! Numerosas mujeres sufren niebla mental, aumentan de peso, tienen la piel seca –en todas partes...–, padecen dolor muscular... Todo esto tiene un gran impacto en la calidad de vida. ¡Y nadie habla de ello! La sociedad siempre nos ha dicho: «Cállate y tómatelo con calma». Incluso los médicos te lo aconsejan. Un día, me explicaron que el bloqueo en mi hombro, que es una manifestación típica de la menopausia, se debía a una lesión. O que estaba sufriendo de depresión... Por desgracia, es muy común que los profesionales ignoren la menopausia. Pero debes hablar de ello todo lo posible, ¡que te escuchen es crucial!
Hablas abiertamente de sexualidad. Incluso creaste una marca de productos cosméticos para el cuidado de la piel durante la menopausia, Stripes Beauty, que incluye una crema, Oh My Glide, que pretende «celebrar la vagina»...
Así es. Pienso que ya es hora de celebrarlas. De agradecerles todo lo que hacen por nosotras. Te sientes muy fuerte cuando aceptas tus deseos, tu sexualidad. Oh My Glide y Vag of Honor se crearon para animar a las mujeres a cuidarlas, tanto como el resto de sus cuerpos, y para recordarnos que no debemos secarnos, física o mentalmente, al entrar en la menopausia. El sexo no tiene por qué ser doloroso porque te estés haciendo mayor, debería ser una alegría siempre que te apetezca.
Debido a esa niebla mental, ¡has olvidado incluso el nombre de una producción en la que actuabas!
Y créeme, lo recordaré el resto de mi vida. Estaba en mitad de una cena con el productor Ryan Murphy, le dije que me encantaba la serie en la que actuaba con Lena Dunham, y de repente me entró el pánico: ¡no recordaba el título! Se me ocurrió un nombre, me daba tanta vergüenza... Lancé: «Thingys». Él dijo: «¿En serio?». Estaba mortificada. ¿Cómo pude olvidarlo? Cada vez que me quedo en blanco por la niebla mental, me asusto pensando en ese momento, y eso lo empeora aún más... Puede ser muy humillante, pero hablar de ello lo hace más sencillo.
La menopausia también es un periodo de duelo, en el que valoramos en qué hemos tenido éxito o no en nuestra vida... ¿Cómo abordaste tú esta fase?
Es normal hacer balance en ese ciclo, preguntarse si se tomaron las decisiones correctas. Pero los «y si» son infinitos y pueden volverte loca. Prefiero mirar atrás con orgullo por todo lo que he logrado, en términos de carrera, familia, amistad, desarrollo personal... Me permite dirigir mejor el camino que quiero seguir en el futuro. La vida no termina con la menopausia, ni mucho menos. Hay más por experimentar. Y hacerlo con confianza en una misma, conociéndote mejor, es liberador. Veo nuevos matrimonios, trayectorias de éxito, gente que hace viajes soñados... ¡Es todo menos el final!
Dices que «la primera regla es quererte a ti misma, aceptarte a ti misma, cuidarte a ti misma».
Conocerte bien –tus deseos, tus necesidades, tus metas– es uno de los privilegios de la edad. Ahora me entiendo y disfruto más de mi vida. La relación que tienes contigo misma es tan importante como la que mantienes con los demás. Como mujeres, tendemos a cuidar mejor de los otros, pero es igual de importante cuidarnos a nosotras, y asegurarnos de que también nos ayudan. Si te das prioridad, después estás más fuerte para mimar al resto.
Has afirmado que no existe nada más sexy que una mujer que sabe lo que quiere realmente...
¡100%! El deseo te hace deseable. La confianza en una misma te vuelve hermosa. Cuando la tienes, muestras que te respetas, que sabes lo que vales, ¡eso es muy sexy! Es un cliché, pero es cierto: tienes que quererte para ser querida. Por mi parte, pasé décadas intentando descubrir quién era –en relación conmigo misma, mi pareja e incluso mis hijos– y, a medida que fui envejeciendo, empecé a llegar al corazón de lo que honestamente quiero.
Y otra frase: «A los 50, los hombres compran un coche deportivo, las mujeres empiezan una tesis».
Porque queremos crecer espiritual e intelectualmente, estar orgullosas de nosotras. A los 50, deseas crear, enfrentarte a lo que antes te intimidaba... De nuevo, viene con la confianza en una misma, con la actitud de «me importa una mierda» (lo que piensen los demás), que te da alas para ir tras las cosas que siempre has soñado. Eso es lo que me pasó cuando estaba escribiendo este libro. Es un ejemplo de los éxitos que nos esperan después de los 50.
¿El cine ha cambiado respecto a la edad de las actrices?
Sí, y estoy encantada. En el pasado, en Hollywood, a los 40, a una mujer le decían que estaba acabada. Teníamos que mentir sobre nuestra fecha de nacimiento, y algunas todavía lo hacen para seguir en el juego. En lo que respecta a nosotras, creíamos más en la apariencia que en el talento. Pero eso está cambiando, y me complace decirte que los papeles que me llegan hoy son algunos de los más interesantes que me han ofrecido nunca. Y luego, ¿quién dijo que las mujeres mayores de 50 años no podían ser sexys? ¡Mira a Nicole Kidman en Babygirl!
El discurso de Demi Moore en los Globos de Oro, tu compañera en la serie Feud, trataba precisamente de eso, ¿te conmovió?
«¡Amén!» Es lo que exclamé mientras lo escuchaba. Le vaticinaron que sería actriz en pelis de palomitas... ¡y hoy recibe un Globo de Oro! Demi es el ejemplo perfecto de mujer a la que le dicen que a los 35 se acabó, que todo se basa en su atractivo sexual, y que se recupera maravillosamente a los 60. Siento mucha admiración por ella, por su talento, por su trabajo, por su amabilidad. Es una joya, y me alegra que Hollywood se haya dado cuenta.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Voy a empezar acciones de comunicación sobre mi libro. Estoy deseando conocer a las lectoras, escuchar sus preguntas, entender por lo que están pasando. También protagonizaré The Friend, un film muy tierno sobre una mujer que acoge al perro de una amiga fallecida. Actualmente, estoy rodando una nueva serie de Ryan Murphy (productor de Feud), y también voy a actuar en un largometraje bajo la dirección de Ben Shirinian, que es fantástico. Por último, están todos los productos de la línea Stripes Beauty, que estoy deseando compartir con todas las mujeres.
¿Piensas que eres más libre en este momento de tu vida?
Sí, porque sé decir no a quienes no me hacen sentir bien.