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Eugenia Martínez de Irujo y su hija, Tana Rivera, han hecho pública en innumerables ocasiones su admiración hacia la eterna duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart. Ambas han resaltado no solo su legado, sino también la influencia personal que dejó en sus vidas. Conocida por su carácter fuerte e indomable y su pasión por el arte, la duquesa logró convertirse en una gran fuente de inspiración para toda su familia, pero especialmente para Eugenia y su hija.
A lo largo de los últimos años, la aristócrata ha homenajeado a su difunta madre cada vez que ha tenido la oportunidad. Destacando aspectos tanto personales como culturales de la duquesa de Alba. Desde exposiciones artísticas hasta proyectos que preservan el patrimonio de la Casa de Alba, Eugenia ha hecho de todo para mantener vivo el recuerdo de Cayetana Fitz-James Stuart, y lo está consiguiendo. No obstante, es en su personalidad, sus gustos y su forma de ser donde, de verdad, podemos ver el mejor legado que le dejó la duquesa.
Cuando en enero de 2021 reunimos en ELLE a Eugenia Martínez de Irujo y a Tana Rivera para su primer posado oficial juntas, madre e hija se encargaron de mostrar la fuerza y el cariño que tanto caracteriza al linaje femenino de la casa de Alba con una inspiradora entrevista que nos regaló auténticos tesoros.
Con ellas hablamos sobre sus gustos, preferencias, tirrias y personalidades. Personalidades que, según pudimos comprobar, vienen heredadas de la duquesa. "Somos muy impulsivas y, a la vez, muy transparentes", decía Tana. A lo que Eugenia añadió: "Ninguna de las dos vamos con rodeos". Lo que confirma que madre e hija son tan auténticas e indomables como lo era Cayetana Fitz-James Stuart.
No obstante, no solo heredaron esa espontaneidad y ese carácter fuerte de la duquesa de Alba, sino que también, tanto Eugenia como Tana, reconocieron que la influencia de Cayetana se refleja, además, en su forma de ver la vida y en su amor por el arte, especialmente por la música flamenca.
"A mí lo que me apasiona es el flamenco, el más gitano, el cerrado", nos confesaba Tana cuando le preguntamos sobre qué tipo de música le gusta escuchar. Y no, no se trata de ninguna casualidad, ya que para su abuela este arte era una parte esencial de su vida y de su identidad.
Eugenia también nos confesó sentir especial admiración por este tipo de música. De hecho, a la pregunta de su nuevo descubrimiento musical, nos contestó lo siguiente: "Hace poco fui con Narcís a ver por primera vez a Kiki Morente a los Teatros del Canal. Es hijo de Enrique y hermano de Estrella, le viene de casta. Él tiene un cante muy especial, de una pureza impresionante, canta sólo con el compás. ¡Ahora me lo pongo todos los días!".
Por su parte, Tana nos desveló que se había convertido en una fiel admiradora de Israel Fernández. Al respecto, añadió con orgullo: "Las dos hemos mamado el arte de mi abuela Cayetana". Algo que Eugenia no dudó en confirmar: "Sí, eso viene por el lado de mi madre".
Una bonita pasión heredada que las conecta con sus raíces y con la figura inolvidable de Cayetana Fitz-James Stuart, mostrando cómo el legado de la duquesa de Alba sigue vivo a través de ellas.
