La sinergia entre el mundo de la moda y la industria del entretenimiento (ya sea cine, televisión o música), se ha vuelto tan estrecha y codependiente que ha cambiado la realidad de las alfombras rojas. Las estrellas disfrutan de jugosos contratos con grandes marcas para convertirse en embajadoras de una firma que les vestirá en la inmensa mayoría de sus apariciones públicas. Adiós al factor sorpresa. Por eso, cuando alguna celebridad recién aterrizada en la industria desvela su total libertad a la hora de vestir cuando acude a una gala de premios, un estreno o una fiesta de promoción, se interpreta como un soplo de aire fresco y devuelve la emoción a esta parte del espectáculo.

Algo así ha sucedido con Florence Pugh. La actriz comenzó su carrera en 2014, cuando era apenas una adolescente, pero fue en el año 2019, cuando se consolidó como uno de los nombres más prometedores de su generación. Y fue gracias a dos títulos, por un lado la película de terror Midsommar (Ari Aster, 2019) y por otro, el remake de Mujercitas (Greta Gerwig, 2019). Desde entonces, esta británica nacida en Oxford que vivió durante su infancia tres años en Sotogrande (Cádiz), ha dejado claro su gusto por la moda reinterpretando el estilo romántico y llevando los volantes, tules, encajes y transparencias a un terreno alejado de lo cursi donde lo más importante es la actitud.

El 2022 ha sido un año de intensa promoción para Florence Pugh. La intérprete ha protagonizado una de las películas más esperadas del año, Don’t worry darling. La cinta, dirigida por Olivia Wilde y coprotagonizada por Harry Styles, ha ido de polémica en polémica y a pesar de que la crítica subraya la actuación de Pugh, la acogida no ha sido tan buena como se esperaba. Eso sí, Pugh ha dado el callo durante los meses de promoción y ha dejado looks para el recuerdo. Si bien no es fácil etiquetarla dentro de una categoría concreto, de un tiempo a esta parte, el estilo de la actriz ha evolucionado. Basta con echar un vistazo a sus apariciones públicas, registradas casi todas en sus redes sociales, para identificar el nexo de unión de sus últimas elecciones. Sin necesidad de reducir su estilo a un adjetivo (¿quién quiere algo así con la cantidad de estímulos fashionistas que nos roedan?), la actriz sí suele confiar en diseños de inspiración romántica. Sí, al leer ese adjetivo seguro que piensas en voluminosos vestidos de princesa, colores de tarta de fresa y capas de tul como material estrella. Y es exactamente eso lo que hemos visto en muchos de los conjuntos de Florence Pugh a lo largo del año, pero no como imaginas.

Volumen, tul y una paleta de tonos rosas: ¿qué tiene de nuevo el ‘neoromántico’?

Junto con la estilista con quien trabaja desde hace años, Rebecca Corbin-Murray (estilista de otras caras prometedoras, como Simone Ashley o Lily James), la actriz idea vestuarios que siempre tienen algo que decir. “Supe cuando me puse este vestido increíble de Valentino que no había manera de que no hubiera algún comentario al respecto. Ya sea negativo o positivo, todos sabíamos lo que estábamos haciendo”. Esto es un fragmento del texto que compartió Pugh en redes sociales tras llevar el que quizá sea su look más polémico hasta la fecha. No por el vestuario en sí mismo -se trataba de un vestido vaporoso y semitransparente de Valentino, en color rosa fucsia y con cuello halter- sino por las críticas atacando a su físico que recibió al lucirlo. Por supuesto, este hecho no modificó su visión acerca del tipo de imagen que quería proyectar y cómo quería usar la moda para conseguirlo.

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Daniele Venturelli
Florence Pugh
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Jacopo Raule
Florence Pugh

Valentino es, sin duda, una de sus firmas de cabecera. En el pasado Festival de Venecia, donde se multiplicaron los rumores acerca de una posible mala relación entre el equipo de la película Don’t worry Darling, la intérprete fue el foco de todas las miradas. Con un enjambre de fotógrafos retratando cada movimiento, debía decantarse por un diseño con el que sentirse cómoda, sin olvidar que estaba en una de las alfombras más glamurosas del planeta. Apostó por Valentino con un original look que integraba una parte interior con forma de body, sobre la que se estructuraba un vestido liviano de grandes mangas abullonadas y hombros al aire. La parte delantera, abierta, dejaba al descubierto las piernas: “Me sentí fuerte, orgullosa, sexy, glamurosa y… libre. Gracias a todos los que ayudaron a hacerlo, que cosieron hasta la última de las lentejuelas en la posición perfecta. Os aplaudo”, dijo Florence en aquella ocasión.

Tan cercana es su relación con el sello italiano que en los recientes British Fashion Awards, celebrados el pasado noviembre, Florence Pugh fue la encargada de entregar el premio a diseñador del año a Pierpaolo Picciolo, director creativo de la casa fundada en 1959. Para la ocasión, Florece Pugh se enfundó en un espectacular vestido de Valentino, esta vez en su característico rosso. Tampoco se perdió el desfile de la firma en la semana de la moda de París. Esta unión de la marca histórica con actrices de la GenZ, con Zendaya como embajadora de la firma, está funcionando a la perfección, al menos de momento. Según los datos proporcionados por la plataforma Lyst, la firma Valentino ocupa la tercera posición entre las más buscadas del momento.

Diseños sofisticados y poses teatrales

Pugh adora los looks de apariencia dramática. Lo suficientemente sofisticados para ofrecer poses teatrales en la alfombra roja, como haría cualquier estrella del Hollywood dorado (o en 2022, iconos únicos como Frances McDormand). Esto aleja a Pugh del minimalismo abanderado por otras compañeras de profesión. La actriz ha ratificado su gusto por lo romántico en su versión más exagerada (o sea, voluminosa y colorida) en algunas de sus citas más importantes. Por ejemplo, en los premios Bafta de los dos últimos años. En la edición de 2022, en concreto, arriesgó con un original diseño de Carolina Herrera: un minivestido negro sencillo adornado con un gran lazo rosa en la espalda.

La frecuencia de las apariciones públicas de Pugh en 2022 es una consecuencia directa de su apretada agenda profesional. Además de la mencionada película junto a Harry Styles, este año ha estrenado The Wonder (El prodigio, en español), un drama de época dirigido por el ganador del Oscar Sebastián Lelio y disponible en Netflix desde principios de noviembre. La recta final del año ha coincidido con la promoción del proyecto. Aprovechando el comienzo de la temporada de premios en Estados Unidos, la actriz hizo un guiño a la moda británica al elegir a Victoria Beckham para asistir a los Governors Awards de Los Ángeles. Por una vez, cambió el rosa por el blanco con un diseño que jugaba con el contraste de tejidos. Y otra vez, dijo sí a las transparencias sin preocuparse de las opiniones no solicitadas.

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Jon Kopaloff

La delicadeza transgresora de Rodarte ha conquistado también a la intérprete, que sucumbió hace escasas semanas a uno de los vestidos lenceros del sello de las hermanas Mulleavy. En color rosa salmón, con detalles de encaje y una gran rosa decorando la zona del pecho. Una capa de tul de varios metros de longitud remató el vestuario: “Este vestido ha estado en nuestra cabeza desde la primera vez que lo vimos”, escribió. Unas semanas antes ya había dejado claro su interés por los vestidos satinados de aspecto lencero, también con un diseño rosa de Rodarte, con encaje y delicadas mangas de farol que contrastaban con el septum que no se quita la actriz.

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Mike Marsland
Florence Pugh

Su estilista Rebecca Corbin-Murray, deja pruebas gráficas de cada uno de los estilismos de Pugh. Incluidas las maratones de estilo que se dan en temporada de promoción, con varios cambios de vestuario en cuestión de horas.

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David M. Benett
Florence Pugh

Las elecciones de Pugh evidencian su voluntad de no contentar a nadie más que a sí misma. Su romanticismo ecléctico le invita a innovar, y a veces sigue las tendencias y otras no. Por supuesto, no se ha resistido a algunos de los hits de estilo más memorables del año. La hemos visto con las plataformas XL convertidas en objeto de deseo, se ha atrevido con los guantes de ópera (en un dos piezas negro de Emilia Wickstead acompañado por joyas de Tiffany&Co.) y ha dicho sí a la fiebre Barbiecore de la mano de Versace: https://www.instagram.com/p/CftiDK0IrT0/

Transparencias, volantes, volumen, tul, una paleta cromática con el rosa en todas sus versiones… hemos mencionado casi todos los elementos característicos de esta forma de vestir. Florence Pugh conoce los ingredientes clave del estilo romántico, pero en lugar de ceñirse a la receta tradicional, apuesta por reinterpretar los códigos y, de paso, definir la imagen que busca proyectar.