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Todos los fines de semana nos encontramos con alguna boda que ya sea bien por el vestido de la novia, por el tipo de boda, por el lugar de la ceremonia, o por los protagonistas, acaba siendo noticia. Esta semana se ha celebrado una de las bodas que será la más comentada de septiembre. La influencer Bea Gimeno se daba el sí quiero junto a Nacho Aragón, hijo de Emilio Aragón, en una boda que ha durado 3 días, con 3 ceremonias diferentes y con 3 vestidos de novia cada cual más especial. Esta boda bohemia y poco usual ha conseguido robarle el corazón a todas las fans del estilo boho, pero lo que no habías visto son los looks de invitada que ya están dando de qué hablar.
Una boda tan especial y bohemia que dura tantos días y que tiene tantos momentos especiales e íntimos solo podía contar con invitadas que estuviesen a la altura. Teniendo en cuenta que ha sido la boda de las bodas del mundo influencer no era de extrañar que las mejores vestidas de este enlace fuesen amigas y compañeras de profesión. En cuestión de invitadas y con looks minimalistas, clásicos pero sobre todo sofisticados, María Pombo y María García de Jaime son las dos influencers en las que hay que fijarse, sobre todo con su elección para la boda de su amiga.
María Pombo, la invitada perfecta que apuesta por el color
María Pombo en sin duda la reina influencer que siguiendo un estilo tradicional, arriesga con prendas únicas. Para esta ocasión, ha optado por un diseño de la diseñadora colombiana Johanna Ortiz, con un vestido largo, ceñido al cuerpo pero con movimiento, en un precioso color crema con estampado étnico en tonalidades tierra y pops en verde. Con un favorecedor escote caja y un tirantes finos con borlas que lo convierten en una pieza maestra.
María García de Jaime, reinterpreta el Old Hollywood
Apostando por la misma firma que su amiga María, este diseño de Johanna Ortiz es completamente opuesto. Con una combinación del clásico blanco y negro, este vestido resulta toda una reinterpretación del Old Hollywood: escote palabra de honor, ceñido al cuerpo y con una doble tela de flecos negros que llenan de movimiento a la falda. Una auténtica maravilla.