Kristen Stewart, de chica tímida de Crepúsculo a icono de moda

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La saga cinematográfica de Crepúsculo, estrenada a finales de 2008, marcó a toda una generación, que creció idolatrando y soñando con vampiros. Pero, aparte de la adictiva trama de triángulo amoroso, atracción y romance adolescente, al público les conquistaron los tres protagonistas: Kristen Stwetart, Robert Pattinson y Taylor Lautner. En especial los dos primeros, quienes llegaron a ser pareja oficial y fueron fijación especial de los paparazzis. El carácter de ambos, introspectivo, tímido e incluso rebelde, causó incluso más intriga y curiosidad, creando todo un movimiento de masas.

Kristen reconoció en numerosas entrevistas que no se esperaba el gran fenómeno que conllevó protagonizar las películas que daban vida a los libros de vampiros de Stephanie Meyer, y se dejaba ver algo incómoda con la fama y la atención. A pesar de toda la presión mediática y el gran impulso de su carrera como actriz (y quizás precisamente por esto), Kristen Stewart nos deleitó con looks de streetstyle completamente cotidianos y normales, aunque, eso sí, siempre con un acabado rockero, andrógino e informal. Sus pantalones pitillo y converse negras (similar al estilo de la ficticia Bella Swan) dieron la vuelta al mundo, metiéndose así en los armarios de tantas adolescentes que la seguían a pies juntillas.

En sus apariciones en la alfombra roja, tampoco escondía su carácter indómito y alternativo, aunque se ve una gran evolución desde sus inicios, donde era prácticamente una adolescente y no tenía claro su estilo, hasta ahora, una mujer que sabe lo que quiere, lo que le gusta y no tiene miedo de mostrarlo.

Lo que sí tuvo claro siempre es que nadie iba a tocar su pelo, luciendo una melena alborotada y despeinada como clara seña de su identidad. Experimentar con ella le ha permitido divertirse y expresarse, encontrando en ella el lienzo perfecto para descubrirse. Así, la hemos visto con la cabeza rapada, con un pixie, con un corte de pelo mullet setentero y otro ochentero, con un wolf cut, con un corte midie rubio casi blanco, con otro melocotón e incluso con las puntadas bañadas en rosa neón.

Su nombramiento como embajadora de Chanel en 2014 y musa del legendario Karl Lagerfeld sería clave en su transformación estilística, introduciendo chaquetas tweed y esmóquins y haciéndolos suyos. Ese toque tan femenino de la firma de lujo se vería completamente alterado en las manos de Kristen, quien le aportaría toques más masculinos, sexis o rompedores. Para la marca también ha sido un gran acierto: la actriz representa fielmente la figura de mujer atrevida, misteriosa e indpenediente, con carácter y belleza cruda que busca en sus embajadoras. Su forma de ser y de mostrarse al mundo (desde su estilo hasta su sexualidad, considerándose abiertamente bisexual) aporta el frescor y naturalidad de una generación que ya no quiere verse atada ante ninguna regla.

Analizamos su gran evolución de estilo desde los comienzos de Crepúsculo, hasta ahora.

El estilo de Kristen Stewart, de adolescente insegura a musa de la moda

En sus comienzos, Kristen se dejaba ver con su larga melena castaña, normalmente suelta y despeinada, con la raya hacia un lado. Sus estilismos eran aceptables, pero nada llamativos como a los que estamos acostumbrados ahora. La principal diferencia se nota en que se inclinaba por prendas más femeninas. En esta época, su máxima solía ser mini vestidos con stilettos altos para poner el foco en sus piernas y estilizarlas.

Aunque tampoco dudaba en combinar los vestidos mini con unas zapatillas de cordones cómodas.

En 2009, coincidiendo con la grabación de su siguiente proyecto, The Runaways, se dejó ver con un corte de pelo mullet y la melena mucho más oscura. Probablemente aquí comenzaría a darse cuenta de lo mucho que disfrutaba explorando nuevos cortes y estilos con su pelo. La ropa con la que acudía a eventos fandom o paseaba por las calles era su uniforme en la vida real: pitllos de cintura baja, converse y sudadera. Y, acostumbrados a actrices femeninas y arregladas en todo momento, esto supuso un gran choque con la moda del momento. Kristen era fiel a su propio estilo, en línea con el normcore, sin querer dejarse llevar por tendencias o "normas".

En la premier de la segunda película de Crepúsculo, Luna Nueva, empezó a combinar elementos más rockeros, como el top negro de transparencias, con otros más femeninos, como la falda de tablas.

Durante estos años, sigue explorando su estilo rebelde y transgresor, sin dejar de lado su lado femenino. Así, la pudimos ver en 2011 con un mini vestido de Balmain caracterizado por sus múltiples imperdibles y tachuelas. Los combinó, por supuesto, con sus stiletto de confianza y una melena suelta y relajada, muy ella. Aquí empezaría su andaduría con las firmas de moda high fashion.

2012 sería un gran año en cuanto a cambio estilístico. Éste sería el año de finalización de la famosa saga, y se deja entrever una mayor madurez, elegancia y seguridad en sí misma a trevés de sus estilismos. Como por ejemplo con el vestido que lució en la première de Amanecer 2 en Los Ángeles, diseñado por el libanés Zuhair Murad. En un dulce tono nude, su corsé, el encaje y la caída de gasa con transparencias hacen del look todo un espectáculo. Su castaña melena, con la raya a un lado y mucho volumen, le hacía parecer una diva del Hollywood dorado, a lo Veronica Lake.

En el estreno de Londres, se dejaría ver con otro modelo del mismo diseñador, esta vez un mono mitad lentejuelas mitad encaje y transparencias en negro. Muy elegante, más mujer y con un toque misterioso y explosivo.

Sus looks de streetstyle pasaron a ser más estudiados. Seguía combinando esa parte más delicada con la otra más rompedora. Eso sí, no abandonó los pantalones pitillo ajustados.

Las cosas cambiaron de forma más evidente al acabar sus compromisos con las taquilleras películas de vampiros. En la MET Gala de 2013, se dejó ver con un look completamente llamativo y punk (como la temática), adornado con varias transparencias de encaje a ambos lados. Su seguridad va en aumento, y también sus ganas de conocerse a sí misma y expresarlo a través de la moda. Así, recogería su pelo hacia atrás en un peinado andrógino, también alineado con la temática punk.

En 2014 se dejaría ver con su primer corte de pelo radical, un pixie corto hacia un lado con flequillo. Un estilo que recreará en numerosas ocasiones a lo largo del tiempo. En cuanto a su inspiración a la hora de vestir, sigue apostando por minivestidos y stilettos XL, pero esta vez más sexis y fashion.

Ese mismo año se oficializaría su relación con Chanel y su icónico diseñador, Karl Lagerfeld. Aprovecharía la ocasión para seguir cambiando de look, añadiendo un tinte rojizo a su melena, dejando las raíces con su color natural. Las prendas, de la casa francesa, ya dejaban entrever la actitud de una mujer cómoda con su ropa, femenina pero también masculina y, por supuesto, con transparencias (probablemente podamos confirmar que éstas son parte de su fondo de armario).

En sus próximos años como embajadora, Kristen jugaría con su lado más fino y femenino, vistiendo vestidos de gala, encaje y vuelo como el que lució en el Venice Film Festival 2015, y ese otro lado más oscuro, enigmático y sin un género marcado como con el increíble look de dos piezas negro con el que se dejó ver en el mismo evento.

Lo mismo ocurriría un año más tarde, explotando su faceta más masculina y elegante con un traje de sastre de Sandro sin camisa en un evento, y su lado más sofisticado y delicado en otro (aunque siempre con pequeños detalles cañeros) con un conjunto blanco de Rodarte marcado por un top de encaje y volantes y un pantalón accesorizado con imperdibles en contraste. Su cabello, en este caso, se pasó al rubio platino.

Su exploración en cuanto al estilo ha ido siempre de la mano de la búsqueda de su identidad y de su sexualidad. Tras años en los que su vida amorosa y su orientación sexual habían sido centro de opiniones de toda clase y especulación, en 2017 decidió salir del armario públicamente en el show de Saturday Night Live, hablando sobre su bisexualidad en numerosas entrevistas: "No estás confuso si eres bisexual. No es para nada confuso. Para mí, es todo lo contrario". A partir de entonces, sus atuendos y cortes de pelo pasaron a reflejar aún más esa libertad de autoconocerse, de expresarse sin prejuicios y cruzar límites que otras actrices no se atreverían a pasar en alfombra roja.

En este período seríamos testigos de su cambio de peinado más radical: un rapado en rubio platino. Kristen cuenta con una belleza delicada y difícil de definir que hace que todo lo que se ponga le quede bien, pero este corte de pelo marcó realmente la diferencia, entreviendo ese gran carácter y ganas de romper las normas establecidas. Se convirtió en una musa de muchas personas que se vieron identificadas con ella o se vieron inspiradas por su atrevimiento y forma de ver la vida: que no te importen los demás, simplemente sé fiel a ti misma. Un gran fuego se había avivado.

Es verdaderamente un espectáculo artístico ver cómo va desdibujando las líneas del género, experimentando con prendas más abiertamente masculinas y hacerlas suyas, deshacer las reglas de la moda y rehacerlas desde una perspectiva más contemporánea, menos convencional, looks que se adapten a cada uno y no al revés. Lo que ha venido haciendo Harry Styles recientemente y tanto se le ha glorificado, Kristen Stewart lo hizo primero, y sin tanto reconocimiento.

Para Chanel, contar con una figura como Kristen Stewart es toda una revelación. Se trata de una mujer con una gran voz, un único estilo, una belleza no convencional, un reflejo de una nueva generación indomable. Es probable que ambas partes, tanto la actriz como la firma de alta costura, hayan sido un trampolín mutuo para alcanzar el cénit de la moda. Kristen, ayudándose del gran expertise y reconocimiento del gran Lagerfeld para encontrar su propia identidad estilística donde expresar su veracidad, sin importar el cuándo o el cómo. Chanel, acercándose a un público más amplio que ve en sus valores un aliado, un apoyo transgresor y una fuente de inspiración con el que encontrar su hueco en la moda y en la sociedad.

En 2021, quizás con razón de la promoción de la película Spencer, donde Stewart caracteriza a la icónica princesa Diana, la actriz se dejó ver con looks mucho más pulidos. Aunque siempre con su pequeño punto punk rebelde tan personal. El maquillaje, eso sí, suele ser oscuro o muy cargado, toda una seña de identidad.

Destacaría principalmente su look para la premier de Los Ángeles, con un dos piezas gothic glam de Chanel de lo más elegante y especial. Combinaría un crop top de satén con una falda marcada con volantes, encaje, transparencias e incluso un lazo. Su pelo, rubio como el de la princesa y recogido, con flequillo hacia un lado, contrastaba a la perfección con lo oscuro del traje. Impecable.

En su tiempo libre y fuera del trabajo, la podemos ver en outfits bastante más relajados, con sus clásicos pantalones ajustados de tiro bajo y camisetas de algodón o camisas bowling, con deportivas o zapatos clásicos como los Dr Martens.

Sus siguientes apariciones en alfombra roja o desfiles serían una sucesión de triunfo tras triunfo. La estilista de la actriz, Tara Swennen, ha tenido mucho que ver en la evolución estilística de Kristen, pero seguimos viendo ciertos elementos que marcan su identidad y con los que repite siempre que puede: chaquetas de tweed -en cualquier color-, encaje, transparencias, americanas entalladas, faldas o vestidos mini, maquillaje potente, melena despeinada o en recogidos con mucha personalidad...

Lo fantástico de la unión entre Chanel y Kristen Stewart también es que, aunque a primera vista no parezcan encajar de acuerdo a lo establecido como 'normal' (la elegante feminidad de Chanel frente al estilo genderless, subversivo y rebelde de Stewart), lo cierto es que su sinergia es perfecta. Juntas, se mejoran. Las prendas adquiren otro significado y pasan a ser un altavoz, una personalidad. Las reglas convencionales ya no importan. Todo vale, y más con una actitud arrasadora. Su moda acoge a todas las personalidades, a todas las identidades.

Además, la actriz recuerda precisamente a la propia Coco Chanel, quien desafió los estándares de su época con patrones y prendas reservadas a los hombres. Traspasó, con su actitud transgresora, todos los códigos de vestimenta establecidos en su tiempo revolucionando el armario femenino.

Mención especial al increíble outfit con el que se dejó ver en la MET Gala 2023 en tributo a Karl Lagerfeld, quien confió en ella desde el principio. La actriz optó por los colores del diseñador, blanco y negro, vistiendo concretamente el look #5 de la colección Crucero 2016/2017 de la maison francesa, formado por una chaqueta corta blanca de esmóquin con solapa de raso negro y pantalones negros amombados combinados con una camisa blanca y una corta corbata negra. En cuanto al cabello, se atrevió con un corte de pelo mullet muy años 70 (característico de figuras icónicas como David Bowie), un acabado messy y un mínimo maquillaje, a excepción de la rectitud de sus cejas, lo cual buscaba resaltar su aspecto andrógino.

A pesar de ser una persona más bien introvertida y privada, sus looks siempre transmiten una gran fuerza, seguridad en sí misma y atrevimiento. Y es que a veces la moda dice con la vista lo que nosotros no podemos con palabras.

Por qué 2024 es el año de Kristen Stewart como verdadero icono de la moda

Si bien su evolución estilística ha sido muy reveladora durante todos estos años, 2024 se alza como EL AÑO de la actriz. Todos sus looks alcanzan la cima de empoderamiento, seguridad y estilo único, apropiándose de tendencias de lo más actuales como llevar 'bragas' en vez de pantalones (tendencia 'no pants'), y dándoles la vuelta con su toque personal.

Para la promoción de su nueva película, Sangre en los labios, Kristen ha dejado looks para el álbum de recuerdos de la moda. Según su estilista, todos cuentan con un toque romántico que sugiriere poder, al mismo tiempo que destacan su sensualidad sin ningún tipo de reserva.

Aun vistiendo prendas más "tradicionales" y "conservadoras", Stewart les ha proporcionado su propio acabado descarado y actual, como con el traje de falda de tweed blanco de Chanel cubierta por una capa transparente y unas medias blancas de lycra: inesperadamente chic.

Su nuevo corte de pelo, con microflequillo y mechones cortina a ambos lados, recuerda a la musa cineasta Audrey Hepburn y resulta todo un acierto con las delicadas facciones de Kristen Stewart.

¿Y por qué decimos que se ha convertido en toda una auténtica musa e icono de la moda? Porque nadie deja huella siguiendo las reglas, y éstas desde luego no forman parte del diccionario de Kristen Stewart. Su forma de vestir atrevida, descarada, transgresora y nada convencional transmite un claro mensaje: podemos ser quienes queramos ser, explorar todas las opciones y obviar cualquier opinión ajena, porque lo que importa es que seamos fieles a nosotras mismas. Siempre.