No es de extrañar que allá donde vaya Meghan Markle, recopile una infinidad de flashes a su paso y, claro, nosotros encantados para poder conocer todos los detalles que la última en unirse a la familia real británica. En esta ocasión, hemos encontrado a Meghan en Nueva York, una ciudad que ahora mismo recoge la New York Fashion Week, donde hemos podido descubrir el perfecto lookazo de Zara que lucía Emily Ratajkowski; y, por otro lado, celebra la fiesta del tenis debido a que en la ciudad de la Gran Manzana se está jugando el Open de tenis de Estados Unidos. De hecho, durante el día de ayer jugaban la final femenina entre Bianca Andresscu y Serena Williams y, por supuesto, la duquesa de Sussex no se quiso perder este encuentro.
Por ello, Meghan Markle se ha escapado unos días para hacer su primer viaje en solitario y disfrutar de esta manera de Nueva York. Esta decisión no ha estado libre de polémica ya que, además de que mucha gente aún pensaba que iría a Escocia a pasar unos días con la reina Isabel II, es la primera vez que se ha separado de su hijo Archie desde su nacimiento. Ajena a todos los comentarios que circulaban sobre ella, la joven californiana ha decidido hacer yoga con uno de sus amigos y, como gran aficionada al tenis, pasarse por el Open. Cuando parecía que solo tendría protagonismo el deporte, una vez más, el look de Meghan Markle ha tenido su parte de protagonismo.Con un lookazo donde el 'denim' era el protagonista, Meghan Markle lucía un vestido corto por encima de la rodilla tipo camisero, con bolsillos frontales en el pecho, abotonado y con un cinturón para marcar cintura de la firma J. Crew. Para acompañar este vestido vaquero, elegía un abrigo color gris sobre los hombros de la misma casa y unas gafas de sol tipo aviador de Victoria Bechkam.