Anoche hubo cena de gala en la Casa Blanca. La primera cena de Estado que se celebra desde que los Trump entraran en ella. Y lo cierto es que no solo fue todo un despliegue en lo que al evento en sí se refiere, sino que dio mucho que hablar en cuanto a vestidos y duelos de estilo (sí, incluso más que el sombrero que la Primera Dama llevó por la mañana).
Tras dos jornadas repletas de lucha estilística entre Melania Trump y Brigitte Macron, la cena de anoche era la ocasión perfecta para dar el do de pecho. Y lo dieron. No solo ellas dos -espectaculares Melania de Chanel y Brigitte de Louis Vuitton-, sino también Ivanka Trump, que apareció de la mano de su marido, muy sonriente y de Rodarte.
Un precioso y romántico diseño de la firma elaborado en plumetti, con motivos florales en la cintura y compuesto por un sinfín de volantes que fue, claramente, una apuesta segura para brillar.
Es, en efecto, el mismo diseño que eligió hace escasos meses Millie Bobby Brown para acudir a los Brit Awards, o antes Kirsten Dunst -embajadora de la firma- en el último Festival de Venecia.