"Comprar ropa no está mal. ¿O sí? Depende de la razón por la que lo hagas. Si compras por ansiedad o por entretenimiento, te estás equivocando. Si compras para parecerte a alguien, también. Pero si lo haces porque tienes una necesidad concreta y has planificado la entrada de la prenda en tu armario, puede que sea una buena adquisición”, dice Patricia Eguidazu al comienzo de El día que dejé de comprar ropa (Ediciones Destino, 2025).

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Cortesía.
El día que dejé de comprar ropa.

Formada en moda y comunicación y creadora del conocido Método Triziazu, con el que enseña a las mujeres a entender cómo funciona la moda y cómo la pueden usar a su favor para dejar de comprar compulsivamente en contra del planeta y vestirse abrazando su cuerpo y su morfología, explica cómo fue canalizando su rechazo hacia el fast fashion.

"La sostenibilidad siempre tiene un origen emocional"

El libro enseña a sus lectoras a conocer su silueta, comprender cómo funciona la industria de la moda y analizar sus hábitos para así comprar lo correcto y utilizar más cada prenda. Porque como ella asegura, "la sostenibilidad siempre tiene un origen emocional". Y es ahí donde comenzamos la charla.

¿Qué es la sostenibilidad emocional?

La sostenibilidad emocional es un proceso que combina el buscar comprar prendas que resulten sostenibles, ya sea por la procedencia de sus materiales, por el extenso uso que se les da o por la facilidad para reciclar los tejidos de los que están compuestos dichas prendas, y las emociones implicadas en nuestra relación con nuestras prendas, nuestro cuerpo y nuestro armario. Si aprendemos qué prendas van mejor con nuestro tipo de cuerpo, nos veremos mejor, compraremos mejor y usaremos más tales prendas. Todo eso revertirá en un comportamiento sostenible.

"Es inviable que una mujer piense antes en las ballenas que en lo que le apetece una falda"

Es inviable que una mujer piense antes en las ballenas que en lo que le apetece una falda. Veo mucho más útil enseñar a esa mujer a entender qué tipo de falda necesita, que cuando la consiga la valore, la use, se sienta bien y no compre las otras cinco faldas que nunca utilizaría.

¿Cómo podemos ser dueñas de nuestra imagen ante la presión estética y la fugacidad de las tendencias?

Intentando entender que nuestra identidad corporal y nuestras circunstancias van al margen de la estética de otras mujeres y de las tendencias. Cuanto más trabajemos en nosotras, en favorecernos y en analizar nuestras circunstancias y posibilidades, menos nos interesará lo que hacen o cuentan los demás. Si sustituimos la copia y la aspiracionalidad por herramientas y autoconocimiento, lo superficial desaparece para dar paso a la posibilidad de construir y querer una imagen solvente y que aceptemos sobre nosotras mismas.

"El low cost no está planteado para mujeres que piensan y planifican las prendas que necesitan"

Dices que nuestra forma de vestir lanza un mensaje y que al trabajar y cuidar cómo nos vestimos, nos estamos diciendo que nuestra vida es importante. ¿Qué dice de nosotras y qué nos estamos diciendo a nosotras mismas si llevamos prendas low cost?

Yo lo que digo es que cada prenda que decidimos adquirir e incorporar a nuestro armario debe tener un motivo, provenir de una necesidad. Ese proceso, que es totalmente opuesto a comprar por ansiedad, nos empodera, nos hace sentir en posesión de nuestras decisiones de compra. El low cost no está planteado para mujeres que piensan y planifican las prendas que necesitan, que le exigen a estas prendas unos acabados, materiales, patrones y una procedencia decentes y que compran muy poco para usar mucho.

Por lo que una mujer con conocimiento que no se deja influir por otras mujeres ni por guerras de precios directamente no se plantea comprar low cost por mucho tiempo que tarde o dinero que le cueste encontrar lo que necesita. Y eso es respetarse.

Si vistes marcas como Shein o Aliexpress, ¿es posible tener moral y conciencia?

Es posible porque la gente no se pare a pensar qué hay detrás de marcas como esas. Y ya no se trata de la procedencia, de la explotación de personas, de los salarios que no llegan ni a los mínimos exigidos en países en vías de desarrollo, ni de las condiciones en las que trabajan estas personas o de las consecuencias naturales de utilizar recursos sin fin; se trata de que no se paran a hacer un ejercicio sobre sus propias necesidades, sobre si realmente es necesario comprar una prenda más y sobre por qué lo están haciendo.

"Al consumir de forma emocionalmente sostenible tomamos el control y nos respetamos"

No creo que esto vaya de juzgar a las personas que compran en Shein o Aliexpress, incluso en Inditex, va de que a esas personas les interese enfocar su consumo de una forma emocionalmente sostenible para tomar el control y llegar a respetarse a sí mismas.

¿Qué opinas de los temas del tipo 'Cómo vestir si tienes más de 40 años'?

Las generalidades a la hora de dar consejos para vestir son uno de los orígenes del gran problema de consumo sin freno y de la crisis de identidad a la que nos enfrentamos. Esos titulares, las asesorías de imagen o estudios de color, están enfocados a colocarte un producto como solución a lo mal que te han hecho sentir cuando te plantean el titular. La solución no te la puede dar nadie; es como ir a un gimnasio y seguir a un entrenador sin enterarte de por qué haces lo que haces o utilizar a un nutricionista para que te haga menús en lugar de para que te enseñe a comer.

La honradez de los profesionales que nos consideramos expertos en áreas concretas está en enseñar, en darles las herramientas a nuestros alumnos para que puedan decidir por ellos mismos y no generar dependencia hacia nuestra figura con el objetivo de monopolizar su atención y los ingresos derivados de sus necesidades.

¿Piensa alguna vez el fast fashion en la mujer 'real' o es todo marketing?

El fast fashion por lo general sigue un esquema de ventas por copia y por repetición. Copian la interpretación que hacen de las tendencias las grandes marcas de lujo y también las pequeñas marcas de producción artesanal y por otro lado analizan sus kpis y producen lo mismo que se vende cada año, porque la mala calidad hace que esa prenda tenga una caducidad.

Por ejemplo, un pantalón negro de mujer para ir a la oficina. Si es low cost, será de poliester, los lavados y el roce generarán pelotillas, las costuras se desgastarán y después de verano o en enero, la dueña de los pantalones los desechará para comprar otros igual de malos e inservibles. Cada mañana que se los pone se siente mal porque no le quedan bien y no sabe por qué se ve mal. Pero no sabe qué hacer para remediarlo y necesita unos pantalones negros.

Dices que las prendas tienen una responsabilidad directa en nuestro estado de ánimo. ¿Por qué la compra de un jean o un bikini puede ser una pesadilla?

Porque si una prenda nos queda mal, nos vemos mal, odiamos nuestro cuerpo, aparece la frustración y ya está nuestro estado de ánimo tocado. Un vaquero es una prenda como cualquier otra pero tienes que saber que no debe llevar elastano y qué patrón debe de tener en función de tu morfología antes de meterte en el probador. Para eso justamente creé el Método Triziazu.

"Cuando sabes qué vaquero te va a sentar bien y conoces tus medidas, desdramatizas la situación"

Una vez sabes qué vaquero te va a sentar bien y conoces tus medidas, desdramatizas la situación. Con la moda de baño además de la morfología interfieren otros componentes emocionales para los que debemos prepararnos antes de empezar a probarnos, pero otra vez, solo se trata de tener las herramientas adecuadas.

"El elastano tiene implicaciones mucho más peligrosas que un tema de tallas"

Al hablar del elastano pienso que estando tan obsesionadas con el cuerpo, quizás para fomentar la sostenibilidad sería inteligente señalar que materiales poco sostenibles nos harán lucir peor, ¿no?

El elastano en las prendas del tronco inferior siempre va a desvirtuar tu silueta y te hará sentir peor. Es la mejor forma que han encontrado las marcas de moda para que la clienta se autoengañe con las tallas y se compre felizmente tallas más pequeñas de su talla real, porque el pantalón se estira y eso las deja muy contentas. Sin embargo, el elastano tiene implicaciones mucho más peligrosas que un tema de tallas, que convierten la imagen de la mujer que lo utiliza en una espiral de odio y frustración hacia su silueta sin entender por qué ni saber por dónde empezar a solucionarlo.

Qué opinas de esa trampa que es el 'retail therapy', de pensar que hay que comprar porque “te lo mereces”, porque estás triste.

La compra de ropa es una acción para la que se necesita calma, seriedad y responsabilidad. Premiarte con la compra no va a solucionar nunca tus problemas. Es como la gente que se premia con la ingesta de dulce. La compra de ropa debe responder a una necesidad que se repite en el tiempo.

¿Cómo puede exigirle una tabla de medidas a una marca evitar que nos frustremos?

Porque así acertaremos cuando compremos una prenda. Si nos medimos y la marca nos da las medidas de sus prendas, hay un match. Se acabó el problema y también la estigmatización de las tallas.

Hablas de quien escribe sobre "las diez faldas que necesitas para sobrevenir al verano". Pero detrás está quien encarga esos. ¿Qué hace la redactora entonces? ¿Se niega?

Eso que lo decida cada redactora. Yo desde luego me niego a infinidad de cosas que me impiden ganar más dinero, pero prefiero dormir mejor y estar orgullosa de lo que hago. Pero la conciencia de cada persona funciona de una forma diferente. Lo que para mí es crucial porque solo genera más ansiedad y pensamientos negativos en las mujeres, para otra persona puede ser solo un trabajo y tiene otras prioridades morales.

¿Cómo abandonar la necesidad ficticia que nos asalta cada temporada al pensar “necesito un abrigo nuevo”, “necesito un bikini nuevo”…?

Teniendo las herramientas para adelantarte a lo que yo llamo "el bombardeo de principio de temporada" y siendo consciente, gracias a esas herramientas, de que no necesitas nada de todo eso que te cuentan que necesitas.

Una editora de una revista de moda internacional escribió sobre cómo dejó de comprar un año. En su lugar, arreglaba sus prendas. Hablaba de abrigos de Stella McCartney, de accesorios de Jimmy Choo… Pero si tu armario es Inditex, ¿hay remedio?

Claro que lo hay. Hace 6 años mi armario también era Inditex. Un vestido ahora en Zara puede costar 100 euros y más. ¿Cuánto gastas en ropa al mes? Vende y vuelve a empezar poco a poco. Es duro, repetirás mucho y al principio tendrás poco, pero te aseguro que si lo consigues, nunca más vuelves para atrás.

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Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.