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El vestuario de la serie The White Lotus es siempre tan comentado como el argumento de la ficción de MAX que en esta tercera temporada viaja a un lujoso resort de Tailandia (en concreto, de la isla de Koh Samui). Y como no podía ser de otra forma, los vestidos vaporosos, los caftanes, las camisas estampadas y los bikinis campan a sus anchas entre los adinerados huéspedes del hotel. La creadora del vestuario de la serie, Alex Bovaird, ha dado pistas acerca de cómo el estilismo ha funcionado como un rasgo de la personalidad más en cada uno de los personajes cuál ha sido la inspiración para crearlo: "La investigación se ha basado mucho en imágenes reales que he encontrado en Internet (...) Con las redes sociales es muy fácil encontrar la localización adecuada y ver cómo viste la gente en algunos resorts", explicó en WWD.
Clásicos y contemporáneos en una misma maleta
¿Qué firmas hay en la maleta de los peculiares huéspedes del resort más exclusivo de la isla de Koh Samui? Por supuesto, no faltan los grandes nombres en los que todos pensamos al hablar de lujo: Valentino, Chanel, Hermès, Cartier, Loewe... Sin embargo, tampoco pasan desapercibidas firmas recientes que han logrado hacerse un hueco en una industria tan competitiva como hermética. Un ejemplo es Jacquemus, cuya participación en el vestuario de la serie no ha pasado desapercibida. De hecho, la propia firma ha compartido en sus redes sociales los estilismos que ha creado para la ocasión. Por ejemplo, el conjunto rosa de bañador y falda de tul (una de las tendencias del momento) que el personaje de Chloé lleva en el capítulo cuatro, a bordo de un barco, impecablemente vestida con joyas y sombrero (obvio) de la firma francesa. En el capítulo 1, cuando conocemos por primera vez a este personaje, también va ataviada de pies a cabeza de Jacquemus, misma firma detrás de las gafas de sol con las que Chelsea (la actriz de Sex Education, Aimee Lou Wood) se relaja en la tumbona de la piscina. Por cierto, el bikini de cocos que el personaje de Chelsea lleva en ese mismo capítulo cuatro, convertido en una de las piezas más comentadas de esta tercera temporada, fue adquirido en la tienda vintage Los Féliz, ubicada en Barcelona, según ha contado la propia diseñadora de vestuario en sus redes sociales.
Si ficciones como Succession popularizaron el concepto de lujo silencioso gracias a un guardarropa discreto, sobrio, de colores apagados y tejidos exquisitos, en The White Lotus el lujo se puede ver desde la distancia, por eso parte de la prensa especializada habla de lujo ruidoso, en contraposición al silencioso. Ya sea con relojes de alta gama, con complementos que no huyen de los logos, sino que los subrayan o vestidos con los que se busca todo lo contrario de pasar desapercibida. Con la excepción de algunos personajes (por ejemplo, la budista Paper prefiere la sencillez bohemia de los diseños de Zimmermann), el resto demuestra su poderío a través de la ropa y complementos, ya sea con un armario clásico y algo anticuado (hola, Saxon) o con estilismos repletos de color.
Bolsos de Gucci, Loewe o JW Anderson, trajes de baño de firmas como Tara Matthews, quien asegura crear moda de baño de alta costura (la misma que llevan varios personajes en la serie), mallas de casi 200 euros de la marca de lujo sportwear Aditi... las elecciones son variadas pero responden a lo mismo: lujo, lujo y lujo. Sin embargo, quien se lleva la palma en términos de ostentación es el personaje de Sritala, la dueña del hotel que se pasea por el complejo con lujosas joyas de diamantes, ya sea unos pendientes de más de 43.000 dólares (sí, has leído bien) o un broche de oro y con forma de mono valorado en una cifra superior a los 18.000 dólares.
Los relojes, el otro símbolo de estatus
Mención aparte merece el despliegue de relojes de lujo visto en los capítulos de la serie. El reloj, símbolo de estatus por excelencia, cobra un protagonismo especial en el armario masculino pero también entre los personajes femeninos. Por ejemplo, el personaje de Jaclyn, que interpreta la actriz Michelle Monaghan, luce un diseño joya de Hermès, el famoso modelo Nantucket, cuyo precio no baja de las cinco cifras. Chloe (Charlotte Le Bon) opta por un diseño de Movado mientras Victoria Ratliff (Parker Posey) se decanta por un Rolex President que encaja a la perfección con su personalidad. Ellos tampoco se resisten a las marcas de alta gama de relojería, desde Hublot (Saxon, el personaje de Patrick Schwarzenegger, lleva uno de la firma), Omega o una vez más Rolex, la marca detrás del reloj de Tim Ratliff (interpretado por el genial Jason Isaacs), valorado en más de 45.000 dólares.