Por más que por descontado lo que más ha alterado del último vídeo de Mark Zuckerberg es que vaya a dar vía libre a las noticias falsas en las redes sociales que forman Meta (Facebook, Instagram y Threads), su reloj tampoco ha pasado en ningún momento inadvertido. Zuckerberg luce el Hand Made 1 de Greubel Forsey, una pieza que ronda los 875.000 euros y que demuestra que en la actualidad, lo que las celebridades (tech-bros incluidos) llevan en sus muñecas es el nuevo símbolo de estatus.

"El tiempo no puede ser comprado, pero la forma de medirlo, sí"

“Nunca había querido un reloj, pero tras ver el tuyo, pienso que los relojes son realmente cool”, le dijo el CEO de Meta al hijo del hombre más rico de Asia durante la pre fiesta de su boda. Una conversación digna del primerísimo mundo, claro, pues el reloj que encadiló a Zuckerberg es un Richard Mille valorado en un millón de dólares. Fue el responsable de que ahora quiera controlar el tiempo desde el prisma del lujo, porque el tiempo no puede ser comprado, pero la forma de medirlo, sí.

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Cortesía
Mark Zuckerberg con su comentado reloj.

En el documental de Bad Gyal, 'La joia', la cantante acude a la Place Vendôme de París para comprar un Cartier vintage cuyo precio es ocultado en todo momento por un pitido, y teniendo en cuenta la tranquilidad con la que la catalana habla de cualquier asunto, el hecho de que ese sea el detalle que se niega a revelar en el documental demuestra que se trata de un precio tan elevado que pondría los pelos de punta a los que creemos que un Casio es calidad de vida.

Manecillas en la era del Apple Watch

Pero en tiempos de Apple Watches, ¿por qué llevar un reloj alejado del mundo digital? “Ciertamente no es por la función. Si por ello fuera, usaríamos un reloj de cuarzo o uno de Apple. La clave radica en el placer de poseer y llevar un objeto bello. Pero seamos honestos, también se trata de satisfacer el ego e impresionar a quienes te rodean. Ya sea para expresar poder financiero, para mostrar cierta cercanía con figuras heroicas, para enseñar la asociación con alguna nobleza relojera o para encontrar algún tipo de legitimidad para convertirse en miembro de una comunidad, tener un reloj tiene que ver con el estatus”, dice Bruno Belamich, cofundador del relojero Bell & Ross, a ‘Mr Porter’.

"Los relojes han pasado de herramientas a símbolos de estatus"

Caleb Anderson asegura en Sotheby's que antes de las redes sociales y tras la adopción masiva de los teléfonos móviles, el uso de los relojes disminuyó. "Antes, los relojes servían principalmente como auténticos cronómetros de funcionalidad con los que mantener el mundo en orden, pero la explosión en el uso de teléfonos inteligentes y de las aplicaciones, en particular Instagram, ha cambiado la importancia de los relojes, que han pasado de ser herramientas a símbolos de estatus. En la actualidad, su papel como marcador de expresión personal ha crecido significativamente", asegura.

Pulseras con ¿corazón o cuento?

Otra prueba de que lo que las figuras públicas llevan en sus muñecas importa es que en el primer retrato de Carlos III como rey, Alastair Barford decidió retratarle con un brazalete de los pueblos indígenas le había regalado el líder por los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador, Domingo Peas, durante un evento en aras de la biodiversidad. El artista explicó que el motivo por el que había añadido el brazalete era aportar “contexto y autenticidad” y para simbolizar la lucha de Carlos III “en el cambio climático y en la sostenibilidad”.

"Las pulseras trenzadas y con cuentas son un nuevo elemento de importancia social muy sutil

“Al elegir representar la pulsera en el retrato, la realeza refleja una tendencia de moda masculina más amplia. Las pulseras trenzadas y con cuentas se han convertido en un nuevo elemento de importancia social muy sutil”, asegura la periodista Chloe Mac Donnell. Por su parte, el Príncipe Harry no se despega de una pulsera que adquirió durante su primer viaje a África, donde pasó unos meses junto a su hermano tras la muerte de la princesa Diana. Pero el tipo de pulseras que lleva Harry, denominadas por ‘The Telegraph’ ‘gap yah jewellery,' pues responden al tipo de joyas que lucen quienes se toman un año sabático en clave solidaria, es valorado especialmente por quienes tal vez no tienen tanta empatía en sus venas.

"Los tech bros las llevan para demostrar que no están esclavizados y quieren ayudar a los demás"

En Silicon Valley, los tech bros las llevan para demostrar que lejos de estar esclavizados por las multinacionales (spoiler: lo están), tienen tiempo y sobre todo, ganas, de viajar para ayudar a los demás. Aunque por descontado, si lo hacen, han de traer un souvenir que así lo demuestre, y es aquí donde entran en juegos estas pulseras que pueden por ello mandar mensajes algo engañosos. También los niños bien, asegura el medio británico, prefieren combinar sus trajes no con corbatas de Hermès, sino con estas pulseritas.

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Tim Graham//Getty Images
El príncipe Harry con su pulsera.

Desde David Beckham hasta Timothée Chalamet, pasando por Brad Pitt, apuestan por brazaletes que tienen una conexión filantrópica y que además demuestran al mundo no sólo tener ese corazoncito que a veces olvidamos también tienen los famosos, sino la intención de dedicar tiempo a comprarlos, pues los expertos aseguran que los famosos invierten muchas horas en elegir los brazaletes que compran. En tiempos en los que las pulseras de la amistad se han convertido en un elemento de moda gracias a Taylor Swift, Jeff Bezos ha sido inmortalizado con el brazalete ‘Triple Warrior Wrap’ de Giving Bracelets, una firma que apoya organizaciones benéficas que luchan por el bienestar infantil. ¿Pueden los multi millonarios ser buenas personas? Sus pulseras mandan ese mensaje. Sus acciones... No siempre.

Pulseras tenis

Las pulseras tenis de diamantes forman parte de la cultura pop gracias a la letra de canciones como 'Ice Me Out de Kash Doll'. Desde Charli D’Amelio hasta Emma Chamberlainen han cantando en sus perfiles de TikTok el verso “No me voy a desnudar sin un tennis bracelet”. De acuerdo, no es la frase que va a enternecer a Gloria Steinem, pero sí a las firmas que intentan subirse a esta corriente con precios más asequibles que las de las grandes marcas para que las nuevas generaciones se apunten a este tipo de pulseras. Hailey Bieber y su marido, así como Bella Hadid y Taylor Swift, son de los que ya apuestan por las pulseras de esta corriente de la firma Dorsey.

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Courtesy NET A PORTER
Pulsera tenis, de Net a Porter

Las pulseras tenis fueron popularizadas por la tenista Chris Evert, que las empleaba para jugar. Fue en la semifinal del US Open de 1978 cuando la leyenda se enfrentó a Wendy Turnbull, y en un improvisado giro de guión, su brazalete se rompió en medio de un set. "En ese instante, se detuvo el juego para recuperar la preciada joya de la tenista. Desde aquel día, la pulsera de diamantes pasó a llamarse la pulsera “tenis”. Este acontecimiento dio paso al cambio del cierre tradicional de las pulseras, creándose después una cadena de seguridad para evitar futuros incidentes. Actualmente, celebridades como Anna Koirnikova; Gabriela Sabatini y María Sharapova lucen diamantes con frecuencia en los partidos”, explica la marca Bauer.

“La pulsera “tenis” se convirtió desde entonces en una pieza imprescindible, icónica y atemporal"

“La pulsera “tenis” se convirtió desde entonces en una pieza imprescindible, icónica y atemporal; pues además de ser una joya ligera y flexible, también es versátil en su diseño; ideal para aquellas mujeres que llevan un estilo de vida activo o agitado. Aunque tradicionalmente estos brazaletes son de oro blanco o platino, en la actualidad abarcan multitud de piedras preciosas como zafiros, rubíes y esmeraldas engastadas en oro amarillo y rosa”, aseguran.

"El nuevo Medusa Heritage de Versace Watches lanza un mensaje de poder"

Volviendo a los relojes, el hecho de que figuras como Kaia Gerber sean embajadoras de firmas como Omega ha hecho que las nuevas generaciones se interesen por los relojes como piezas en las que invertir. Aunque sus precios no son precisamente asequibles, llevan consigo un valor sentimental que hace de estas piezas una apuesta segura para pasar de generación en generación. Por eso las jóvenes adoran por ejemplo el nuevo Medusa Heritage de Versace Watches, que gracias a su aire arquitectónico, y sin olvidar jamás los códigos de la maison, lanza un mensaje de poder.

Pocas cosas dicen más de alguien que lo que lleva en su muñeca, pero cuidado: ni todos los de Silicon Valley han hecho viajes sabáticos solidarios, por más que lleven un tipo de pulseras, ni desafortunadamente, todos los relojes de lujo pueden decirles a quienes los llevan que quizás tendrían que tomarse un tiempecito para pensar acerca del tipo de decisiones que están tomando. Sí: va por Zuckerberg.

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Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.