Elie Saab

Más brillante que nunca, el diseñador libanés ha vuelto a hacer magia. Con el sello personal de sus vestidos, en esta ocasión lo ha apostado todo o casi todo a los delicados y lujosos tejidos con cristales en propuestas repletas de volumen, capas, mangas medievales y mucho romanticismo. Los estampados de flores y siluetas lenceras ha preferido reservarlos para el final del desfile, que ha cerrado una impresionante novia que ha dejado al público boquiabierto.