El amor no se para ni en época de Covid ni en pleno temporal. Aunque algunas novias hayan decidido posponer la celebración de su gran día a momentos venideros, son muchas las que se lanzan a dar el paso a pesar de las reestricciones y el frío.
En las últimas temporada nos hemos acostumbrado a ver enlaces que parecían sacados de una idílica postal de verano en Australia: melenas ondulas al viento, vestidos de encaje estilo folk, atardeceres infinitos... Toda una serie de elementos bohemios que parecían comunes a la mayoría de las bodas. Sin embargo, conviene recordar las ventajas de casarse en invierno porque, si una mesa larga de invitados ante la playa es una estampada bucólica, un castillo nevado con una novia envuelta en pieles puede resultar auténtica magia.
Por un lado, un paisaje nevado se convierte en un enclave de cuento; casarse en una acogedora casa/finca/palacio con chimenea y velas mientras degustamos una cálida cena no puede sonar más apetecible.
Por otro, el look nupcial nos permitirá jugar con muchos más elementos; abrigo, guantes, capa...y con tejidos mucho más ricos; terciopelo, adamascados, plumas... Todo esto sin entrar en los motivos navideños que también algunas novias escogen aprovechando esta estación.
Por último, una razón más pragmática pero no menos importante es que al ser esta la estación del año con menos enlaces, seguramente ese fotografo que tenemos fichado desde hace tiempo o ese catering imposible de reservar estará disponible. Sin duda para pensárselo.
Pero, volviendo al vestido que es lo que realmente nos interesa aquí, el invierno se convierte en la época del año en la que volcar toda nuestra imaginación y personalidad para vestirnos como realmente queremos. Y prueba de ello son las últimas novias invernales que hemos encontrado en Instagram. ¡Pura inspiración!