Dries Van Noten: "Esta noche es muchas cosas, pero no es un gran final"

Este es mi desfile número 129; como los anteriores, mira al futuro. Esta noche es muchas cosas, pero no es un gran final. Pienso en cómo Marcelo Mastroianni habló una vez de una paradójica "Nostalgia del futuro", más allá de los paraísos perdidos imaginados por Proust, y cómo seguimos persiguiendo nuestros sueños sabiendo que, en algún momento, podremos recordarlos con amor. Me encanta mi trabajo, me encantan los desfiles y compartir la moda con la gente. Crear es dejar algo que perdure.Mi sensación de este momento es que no es sólo mío, sino nuestro, siempre". Con estas palabras Dries Van Noten se ha despedido de la industria a la que ha dedicado 38 años de su vida. A sus 66 años, este diseñador belga lo ha hecho todo por la moda y ahora, se va pero no del todo, como pasa con los grandes genios creativos. Tras una vida dedicada al arte del vestir, deja un importante legado que continuará vivo. La firma, fundada en 1958, pertenece hoy a Puig.

Una gran nave industrial en La Courneuve, a las afueras de París, fue el lugar elegido para celebrar esta despedida creativa. Esta colección es la 150 del diseñador y su cierre de oro a una carrera de reconocimiento y éxito. De ahí que tejidos y siluetas hayan sido elegidos cuidadosamente para contar una historia; para poner un punto y aparte en forma de elegantes abrigos de doble botonadura o siluetas sastre que visten tanto al hombre como a la mujer en un tiempo que desdibuja las líneas de género.

La organza protagoniza los looks más ricos, dando paso a pantalones, abrigos y faldas que no distinguen entre hombre o mujer. Junto a ella, el algodón drill, el lino rústico, el pongee de seda o la clásica espiga inglesa dan forma a prendas atemporales, creadas para no envejecer y sobrevivir a la dictadura de las tendencias. Toda una declaración de intenciones en un show final, convertido en una fiesta a ritmo de David Bowie.