Vaya por delante mi profunda admiración por Nagore Valera, por su talento, por la manera de comunicar, por su maravilloso trabajo y porque no solo es buenísima persona sino que además tiene siempre unas ideas espectaculares. Forma, junto a Mariuca Junquera, que es mentora de imagen personal y la persona que logró que yo dejase de vestir (tanto) de negro, el tándem perfecto para inspirarse en Instagram y en la vida. Hace unas semanas, vi un storie de Nagore que es la creadora de los pañuelos más bonitos que has visto en tu vida, y hablaba de abanicos. Ella tiene una colección de abanicos espectacular pero abordaba un tema que nos afecta a todas: Los abanicos no entran bien en los bolsos de verano. En los pequeños de rafia al menos no. Asi que Nagore, contaba en estas historias, que viendo que ella misma no podía llevar cómodamente sus propios diseños, había inventado EL ACCESORIO. Y cuando vi lo que era, me quedé fascinada.
Resulta que Nagore ha creado, a partir del estampado de sus 3 pañuelos más famosos, Testa di Moro, Me lo pido y Menina, un diseño de pai pai plegable, que es ideal para los días y noches calurosas. Y lo mejor es que, si está abierto es un pai pai de tamaño convencional, pero si está plegado, ocupa poquísimo, como un monedero redondo pequeño. Ideal para llevar en el bolso. Y yo, que tengo menopausia, ya no puedo salir de casa sin abanico, y este accesorio me parece LO MÁS.
Y claro, ahora tiene lista de espera, y no para de hacer pai pais en los 3 estampados, en Madrid hay verdadera pasión por poder conseguir uno de estos accesorios virales de Nagore Valera. Es que no solo te quita el calor, es que además son TAN BONITOS.
Llevar un abanico está bien, pero llevar este pai pai es otro nivel.
Los pai pai plegables de Nagore Valera
Pai Pai Testa Di Moro (20€)
Así queda plegado
Pai Pai Menina (20€)
Pai Pai Me lo pido (20€)
Son UNA MARAVILLA.
Paula Llanos es Jefa de moda en ELLE.es. Licenciada en Periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca, con experiencia en prensa escrita, radio y televisión pero con total vocación digital. Desde el año 2000 (18 años) en internet, en prensa femenina 13 años y 10 años en Elle.es Adicta a la moda, las compras e Instagram. Experta en crear necesidades e identificar prendas y accesorios con una sola foto y en hacer titulares con juegos de palabras.
