En los años 90 las adolescentes y menores de 25 años no teníamos muchos sitios donde buscar la inspiración. Revistas de papel, anuncios de la tele, con suerte algún catálogo que caía en nuestras manos. Como buena fanática de la moda desde que tengo uso de razón, buscaba, compraba, recortaba, dedicaba horas a encontrar en los kioskos toda la información sobre tendencias y moda que antes no podíamos obtener por otra vía. Entonces me enteraba de todo lo que estaba, lo que venía, lo que se iba.
Vestía muy diferente a mis amigas, muchas veces objeto de miradas y comentarios, me daba exactamente igual. Y sin duda, si hubo algo que quise mucho y durante mucho tiempo fue este accesorio que se hizo viral, en un momento en el que no existía ni el concepto ni nada que se le pareciese.
Y sin Instagram, ni Tik Tok, las firmas también lograban hacernos desear lo mismo a la vez. En esta ocasión era un reloj. Un reloj dorado, el Casio. Uno de los primeros relojes digitales medio asequibles que podíamos tener.
Yo venía de Salamanca a Madrid y todas mis primas lo tenían, y las amigas de mis primas. Las madrileñas siempre lo tenían todo antes. Y entonces yo lo pedí en mi carta a los Reyes Magos ese año. Y me lo trajeron. Y experimenté lo más cercano a ser feliz que yo había podido pensar.
Y es que tenía en mis manos, literalmente, el reloj más viral y famoso de los 90, que llevaban las modelos en las páginas de Ragazza, las cantantes de las de Súper Pop y la de las famosas que salían en las revistas de corazón que devoraba mi abuela Pilar.
Hoy este reloj sigue siendo precioso, ese diseño vintage retro lo hace especial y deseable a partes iguales y he descubierto que lo quiero de nuevo. Y lo mejor es que ahora cuesta 22,99 €.
Paula Llanos es Jefa de moda en ELLE.es. Licenciada en Periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca, con experiencia en prensa escrita, radio y televisión pero con total vocación digital. Desde el año 2000 (18 años) en internet, en prensa femenina 13 años y 10 años en Elle.es Adicta a la moda, las compras e Instagram. Experta en crear necesidades e identificar prendas y accesorios con una sola foto y en hacer titulares con juegos de palabras.
