Los vestidos más bonitos de la Alta Costura de París
La moda con mayúsculas es lo que sucede estos días en la Ciudad de la Luz. Hacemos una selección de los vestidos más bonitos que hemos visto sobre las pasarelas para que vuelvas a soñar con la moda.

Esta semana ha tenido lugar la Alta Costura de París, un evento en el que las firmas pertenecientes a la Française de la Haute Couture presentan sus propuestas de moda en la capital francesa. Entre ellas, solo una representante española; la firma homónima de la cordobesa Juana Martín. En los tiempos que corren muchos se preguntaran si tiene aún sentido estos desfiles cuya clientela se reduce a un selecto grupo de jet setters o millonarias que desean y comprar prendas cuyos precios rondan las cinco cifras. Pues bien, no solo siguen existiendo compradores para ello (la mayoría provenientes de fuera de Europa) sino que además es la forma con la que la moda se retroalimenta; las increíbles puestas en escena, los 'front-rows' y las imágenes virales que desencadenan estas increíbles puestas en escena alimentan el deseo, activan la aspiracionalidad del resto de los mortales y promueven, en última instancia, la compra de gafas o barras de labios por parte de todas aquellas que queremos formar parte de este fantástico mundo de la moda.
Pero, independientemente de la utilidad o el futuro de la Ata Costura, para las amantes de la moda esta es una semana a señalar en el calendario, porque los diseños que aquí se contemplan poco tienen que ver con la moda que vemos en el día a día; creaciones excepcionales que requieren miles de horas de trabajo, tejidos exclusivos y materiales opulentos; maquillajes y tocados imposibles.... En definitiva, un auténtico sueño creativo. En esta temporada 2024-25, parece que los diseñadores se han centrado más en ofrecer moda puramente dicha, que momentos virales como en ediciones pasadas en las que en cada desfile había una sorpresa (las cabezas de león de Schiaparelli, los vestidos spray de Coperni....)
En Balenciaga, una propuesta contemporánea en la que se experimenta con tejidos pero también hay cierta inspiración en las siluetas y volúmenes típicos de Balenciaga (también se ve en las poses o los números con los que se designa a las modelos)
En Giorgio Armani, los siempre elegantes trajes sastre se adornan esta vez con perlas, representación de la belleza y la serenidad. En Chanel, despliegue de belleza en el Palais Garnier, un lugar de referencia para la Maison, que al igual que la ópera comparte esos valores de disciplina, paciencia y belleza. En Jean Paul Gaultier, el diseñador invitado esta vez, el belga Nicolas di Felice ha usado el corsé como prenda estrella para desarrollar una colección minimalista. Y en Schiaparelli, el negro y blanco siempre protagonistas junto con los destellos en oro y las referencias a Elsa Schiaparelli. En definitiva, una semana donde la mayoría de firmas ha sido fiel a su adn y no ha habido grandes sorpresas, aunque sí mucha belleza. Aquí algunos de nuestros looks favoritos:


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