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Los tímidos rayos de sol, los almendros y cerezos ya inundados de flores blancas y rosadas y el verde de los jardines después de las copiosas lluvias de las últimas semanas, ya nos van dando cuenta de la primavera que está por llegar. Y, por si aún no os ha dado tiempo a pensarlo, enfundadas en vuestros vaqueros y botas altas y botines, la estación de las flores nos pone en bandeja la posibilidad de renovar nuestro guardarropa con prendas y piezas que se vean actuales pero que al mismo tiempo se sigan sintiendo atemporales y duraderas. Si bien es bastante fácil dejarnos llevar por las tendencias y micro tendencias (la mayoría de ellas, como las micro, pasajeras), como ya dijimos, el verdadero secreto para un armario de temporada es invertir en prendas versátiles que nos puedan servir durante muchos años. Sin embargo, en esta ocasión, avanzamos ya un poco más y dejamos el armario de transición climática pura, imprevisible, para enfocarnos en lo primaveral, los colores luminosos, las texturas livianas, que nos van sumergiendo poco a poco en el influjo cálido y esplendoroso de la estación. Todo lo necesario (y lo que no lo es tanto) para darle un boost a nuestros atuendos durante esos días de sol y temperaturas más amables, en que ya podamos ir prescindiendo de los abrigos y las chaquetas más armadas, para dejar paso a las prendas puramente primaverales.
Y como siempre predico, si logramos centrarnos en las siluetas atemporales, en los tejidos de alta calidad (muy importante mirar siempre la composición de las prendas y apostar por mayor porcentaje de tejidos naturales, ya sean algodones, viscosas 100% como alternativa a la seda, linos, tencel, etc., no más poliéster, please), y en paletas de tonos versátiles, estaremos en las condiciones propicias para crear un guardarropa de primavera que no sólo se perciba fresco y chic, sino cómodo y práctico durante toda la temporada. Así que, tanto si vuestro objetivo es encontrar modos de elevar vuestros looks en estos próximos meses estivales, como incorporar algún punto actual y de tendencia a vuestras próximas (y ya no tan lejanas) elecciones, sabed que algunas prendas inesperadas pueden hacer maravillas: he reunido las 10 inversiones clave para renovar nuestro repertorio esta incipiente y esperada primavera.
El vestido maxi femenino y chic
No pueden faltar. Y menos en estos últimos años en que ya no nos da tanto reparo combinarlos con calzado inesperado o de estética un tanto opuesta a la delicadeza tradicionalmente femenina (sneakers, mocasines). Si por algo se caracterizan, es que los vestidos maxi combinan comodidad con una silueta favorecedora y constituyen el elemento básico del armario, tanto para registros informales como para eventos más elegantes. Buscad entre las tendencias en vestidos de 2025, diseños con detalles sutiles como encajes y guipures en tonos blancos, mangas abullonadas, volantes delicados, vivos con encaje o pliegues suaves para imprimir un toque bohemio sofisticado. Los vestidos largos con estampados florales vibrantes o delicados tonos neutros son todo un clásico, y además, lo suficientemente versátiles como para usarlos en un brunch o un evento en el jardín y además podrás tirar de ellos para el resto de ocasiones menos vestidas, con sneakers, mocasines náuticos y merceditas planas.
La blazer sastre pulida
No es tampoco ningún secreto que una americana bien confeccionada es la piedra angular de cualquier estilo chic y pulido para la primavera. A modo de traje sastre con un pantalón a juego para un registro elegante para ir a trabajar o bien combinada con jeans para un look relajado para la oficina o ya para el fin de semana, el blazer esta temporada se reinventa en cortes oversize, muy bien cortados, en ocasiones con ausencia de solapas y cinturas bastante marcadas (cruzadas con lazadas o entalladas en siluetas hourglass). Esta temporada, no temáis experimentar con los colores, las diferentes proporciones y los tejidos, especialmente con los linos, las sargas y las viscosas.
El trench de corte perfecto
Y no ya solamente por las inclemencias clásicas del entretiempo, como comentábamos en el tema del armario de transición. Nos encanta echarnos la gabardina encima incluso en los días soleados pero aún frescos de la primavera. Aunque esta temporada, los diseñadores le han dado un toque moderno a este clásico, jugando con los colores, los tejidos y los diferentes largos, os recomiendo seguir siendo fieles a los tonos beiges tradicionales, aunque tampoco os vayáis lejos de los tonos tierra intensos, caquis, azules marinos, chocolates o mokas. Para experimentar con algo fresco, probad los pasteles, un amarillo mantequilla, un rosa empolvado, un azul bebé... Para las jornadas más desapacibles resultan la capa exterior perfecta bajo la que asomen otras chaquetas o cazadoras en denim, cuero, ante, etc., en un juego de layering perfecto.
El chaleco de lino largo hourglass
No, no se va demasiado lejos el chaleco. Si hace algunos años irrumpió con fuerza en su versión más clásica y masculina, con el devenir de las temporadas ha ido adquiriendo una silueta más femenina, hasta terminar esta primavera con un corte más largo y un talle más estrecho en la zona de la cintura. Lo vemos ya en los editoriales y lookbooks primaverales en todo su esplendor, sin nada debajo y acompañando faldas midi y pantalones en el mismo color o tejido, a modo de traje sastre, en texturas livianas como el lino o la sarga, en colores lisos o estampados sutiles (rayas, cuadros Vichy) o acompañando camisetas de algodón básicas, para un efecto más desenfadado.
El bolso trenzado de culto
Este año, más que los cestos y bolsos de rafia, el hype se encuentra en los modelos de tiras de cuero trenzado, imitando las tramas de los cestos. Las influs más cool ya vienen metiéndonoslos por los ojos desde el verano pasado ya (los vimos en el tema de las marcas de bolsos modernas): en forma de bolsos estructurados con asa superior o algo más pequeños tipo bolsa para llevar colgado del brazo, en negro, marrón chocolate o camel, además de ser prácticos, los bolsos trenzados están llenos de encanto de temporada.
Una chaqueta acolchada primaveral
Pensad en esas cazadoras y chaquetas mullidas llenas de estampado y color que tanto vimos el año pasado deliciosamente combinadas con vaqueros y pantalones de vestir. Flores, estampados Paisley, cuadritos Gingham, rayas estivales... Los más ingenuos y delicados en colores pastel o más brillantes para que levantar los looks más sencillos con suéter/camiseta y vaqueros y que hablen por sí solos.
Las gafas de sol especiales y definitivas
Sabemos que un par de gafas de sol suponen una necesidad absoluta cuando los rayos de sol empiezan a ser más intensos, pero además de practicidad, el factor moda y tendencias eyewear también es fundamental. Y es que son un accesorio que perfectamente puede cambiar el juego y transformar todos nuestros atuendos. Este año os aconsejo invertir en un par de gafas de sol llamativas (o también llamadas statement) y de alta calidad, y que, ojo, aunque llamen la atención, se adapten a vuestro estilo personal. Ya sea que os gustan las monturas llamativas y de tamaño XL o prefiráis los diseños elegantes y minimalistas, un buen par de gafas de sol son el contrapunto perfecto de cualquier conjunto de primavera.
El zapato de color crema atemporal
¿Por qué crema, crudo, hueso, nude? Porque son tonos súper claros y luminosos, porque son el punto de luz en cualquier registro, porque son súper fáciles de combinar con cualquier cosa que tengamos en el armario: desde mocasines de estética elegante hasta sandalias de tacón minimalistas, pasando por bailarinas y Mary Janes en piel, textura de rejilla o charol, los zapatos de color crema son el recurso de estilo perfecto para un efecto sofisticado y brillante, especialmente en los más sobrios y neutros.
Un echarpe o pañuelo grande estampado
Sobre la gabardina, el blazer o chaqueta de entretiempo, además de suponer una capa de abrigo extra, el echarpe, fulard o pañuelo grande es otro gesto de estilo para refrescar cualquier registro. Lo hemos visto en algunas de las prescriptoras más innovadoras: en seda estampada, en lana o crochet de varios prints y colores... Según el estilo del echarpe o fulard que escojamos, le da verdadero rollo, ya sea sofisticado o más bohemio.
Una falda midi luminosa
Las máximas exponentes del Portuguese style nos lo llevan avanzando todo el invierno, y es que nadie mejor que ellas para iniciarnos en el arte de mezclar prendas de diferentes estilos y temporadas. En blanco, amarillo limón, crudo con estampados naíf, texturas plisadas, de tul, de encaje... Junto con el vestido maxi de primavera, una falda de largo midi con alguna o varias de estas coordenadas estéticas, puede ser el impulso definitivo para comenzar a despertar nuestros estilismos del largo letargo invernal.
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Adriana es periodista y ha pasado por prensa escrita, la redacción de la revista MIA y diversos medios digitales como ELLE Digital y Zankyou Weddings, escribiendo sobre moda , tendencias, novias, wedding planning, decoración, interiorismo y trucos del hogar. Con experiencia y formación en comunicación corporativa y marketing digital, en los últimos años se ha especializado en el ámbito de los contenidos digitales, trabajando además como content especialista y copywriter para diferentes marcas de moda. De 2010 a 2021 ha sido editora del blog de moda de ELLE, Time for Fashion, y en la actualidad continúa compartiendo consejos sobre estilo, armario cápsula y las tendencias de moda más virales en ELLE.es. IG: @timeforfashionmag / Mail: timeforfashion@hotmail.com