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Teniendo en mente el cuidado y empeño que ponemos en las prendas que solemos vestir y combinar cada día, lo que también tiene mucho sentido es que le demos la misma o mayor importancia a los distintos accesorios y piezas de joyas, que son los que pueden hacer perfecto un outfit, o por el contrario, arruinarlo por completo. ¿O no solemos estar capacitadas, en materia de accesorios, para juzgar o no como bueno, un look al que le falta algo o al que le sobran cosas porque lleva demasiadas encima? En efecto, las joyas y piezas de bisutería adecuadas en cada momento tienen un alto impacto en un estilismo, y de hecho, pueden terminar siendo la mejor manera en que mostramos al resto del mundo nuestro estilo personal. Algunos brazaletes apilados por aquí, unos pendientes statement que brillan entre los mechones del cabello, o quizás esa sortija con gran significado emocional que ha sido atesorada y lucida por varias generaciones dentro de la familia, a menudo confiamos en nuestras joyas y piezas de bisutería para hacer una especie de “lifting” a nuestra imagen y elevar nuestro uniforme básico del día a día (americanas, jerséis, cárdigans, vaqueros y camisetas sencillas), a ese rollo especial que solemos ver en las influyentes que más nos inspiran.
Más allá de construir una colección de joyas atemporal y que nos dure toda la vida (invertir en piezas de joyería fina en oro y piedras preciosas como garantía de que perduren en el tiempo), por suerte, podemos recurrir a las tendencias y las estéticas dominantes de cada temporada para divertirnos y añadir chispa a todos nuestros registros, por muy simples y básicos que sean. Y no, esto no significa que debamos sucumbir al último grito en bisutería que previsiblemente vaya a quedarse en el fondo del joyero, sino hacer foco en aquellos estilos con más visos de ser más atemporales, que siguen estando de moda (tened en cuenta que las tendencias en joyería tienen un ciclo de vida más largo que otros artículos de moda) y son susceptibles de combinar con la colección de joyas que ya tenemos.
Siendo conscientes de todo esto, pues, ¿qué estilos y joyitas de tendencia podemos añadir a nuestro joyero cápsula de esta temporada? Es hora de mirar hacia las estéticas dominantes ahora mismo y en los próximos seis meses (hola, 2025); una selección que es el resultado de varias horas revisando imágenes de pasarelas, las colecciones de las marcas de joyas y bisutería más interesantes y los looks de las expertas que mejor visten en Instagram. Además, en cada una de ellas os he propuesto una variante según la franja de edad que habitéis, no porque los años que cumpláis deban encasillaros en un determinado estilo, sino como un tip de estilo adicional para ayudaros a escoger vuestras joyas de cabecera esta temporada. No digáis que no os mimo…
Estilo boho-chic
En las dos últimas temporadas, las joyas de las pasarelas han abrazado el nuevo boho chic, algo que también ha sucedido en las colecciones para el próximo año. No sólo Chloé apostó por colgantes, pendientes y collares de los que colgaban todo tipo de criaturas (peces, aves, sirenas) para enmarcar sus vaporosos y románticos estilismos, otros diseñadores como Etro, Tory Burch, Isabel Marant y Bottega Venetta defendían este estilo tan enigmático a través de colgantes de cuero y cintas de raso con conchas, cuentas de madera, formas orgánicas en vidrio, pulpos metálicos... No hay duda que ponen el punto inesperado y bohemio a los looks del invierno y más allá.
A los 20
Un colgante con conchas, elementos marinos y/o motivos divertidos.
A los 30
Unos pendientes llamativos largos con formas divertidas y juguetonas.
A los 40
Un collar largo con un colgante de madera o de metal.
A partir de los 50
Un colgante largo de piedra especial, a modo de amuleto.
Perlas modernas
Aunque tradicionalmente hayan tenido esa injusta fama de añadir años a quien las luce, lo cierto es que las perlas siempre han tenido la habilidad de hacer que cualquier atuendo luzca más sofisticado. Esta temporada vengo viendo una versión moderna y fresca de las perlas en formas únicas o combinadas con cadenas y otros materiales como dorado o plateado, y para el próximo año van a seguir esta misma senda, aunque adoptando formas más sinuosas en cascada y colores inesperados (como el rojo o el verde). Ya sea en pendientes de aro, collares o pulseras, las perlas harán que cualquier prenda básica parezca más lujosa.
A los 20
Una sortija sencilla con perlas de tamaño pequeño, combinadas con otros colores, se verá coqueta y moderna.
A los 30
Un colgante de inicial dorado con un charm de perla para llevar los outfits más sencillos al siguiente nivel.
A los 40
Unos pendientes de aro dorados rematados con una perla para poner el toque sofisticado a cualquier registro.
A partir de 50
Un collar statement o un anillo de cocktail con perlas.
Piezas plateadas
¿Cansadas del oro y metal dorado? O quizás por colorimetría os veis más favorecidas con la plata que es más fría… Después de años gobernados por el oro, las pasarelas han recuperado el plateado, mezclando ambos metales como una tendencia inesperada. Desde luego, es una alternativa más que refrescante al oro antiguo imperante de los últimos tiempos.
A los 20
Unos pendientes de aro o de cualquier otra silueta (cruz, gota…) plateados.
A los 30
Un colgante plateado XL con cordón negro.
A los 40
Una gargantilla o collar de eslabones plateados, sencillo o combinado con brillantes.
A partir de 50
Un anillo plateado ancho de estilo orgánico o minimal.
Líneas clásicas y refinadas
Siempre hay hueco en las tendencias de joyería para las siluetas y los materiales atemporales, en las que la calidad y la versatilidad son la prioridad: pendientes, colgantes, anillos y pulseras en oro, brillantes y otras piedras nobles que siempre nos van a combinar con todo nuestro guardarropa.
A los 20
Colgantes y charms finos para lucir sobre camisetas y jerséis sencillos.
A los 30
Unos pendientes de oro largos, delicados, que cuelguen.
A los 40
Un brazalete con piedras brillantes en tonos neutros o de colores vivos.
A partir de 50
Un colgante o sortija con una piedra como protagonista (rubí, esmeralda, zafiro, amatista, brillante).
Cadenas y eslabones
Vale, no tienen mucho de novedoso, se trata de uno de los estilos más perdurables pero al mismo tiempo más actuales gracias a los giros que les van dando las colecciones cada temporada: los eslabones tanto finos como más grandes siguen en plena vigencia, combinándose con perlas, circonitas y otras piedras brillantes. ¿Un plus? Combinad cadenas y brazaletes de eslabones de diferente tamaño y el resultado final será increíble.
A los 20
Un brazalete fino de eslabones dorados y de diámetro pequeño.
A los 30
Un collar de eslabones gruesos con o sin charms.
A los 40
Un collar de eslabones finos combinado con piezas con brillantes.
A partir de 50
Un brazalete de eslabones gruesos.
Estética coquette
Perlas, gargantillas, lazos, corazones, cintas y ramilletes florales, o todo a la vez. La estética coquette que triunfa en TikTok no es para personas tímidas, desde luego, pero quizás podáis quedaros con el rollo romántico que defienden las firmas Shrimps y Simone Rocha y llevarla en plan única joya protagonista del look.
A los 20
Un choker o gargantilla con charms pequeños combinando perlas y otros materiales brillantes.
A los 30
Unos pendientes de lazos en dorado con brillantes o perlas.
A los 40
Unos pendientes en forma de flor que combine metal, perlas o esmalte.
A partir de los 50
Un anillo XL con motivos florales.
Brazaletes rígidos
Esta temporada más es más. Lo sentimos por las pulseras y brazaletes finos, pero los diseños chunky, tipo puño, tanto en oro como plata están a la orden del día. ¿Poco práctico? Puede, pero imaginad un brazalete atrevido que de manera intencionada se coloca sobre la manga de una camisa elegante o sobre un guante largo como lujo máximo.
A los 20
Un brazalete de forma irregular en color plateado.
A los 30
Un brazalete ancho dorado tipo muñequera.
A los 40
Un brazalete triple dorado para llevar a medio antebrazo.
A partir de 50
Un brazalete rígido plateado y en forma minimalista o irregular.