Isabelle Junot (Nueva York, 1991) parece digna hija de sus padres. «Mi madre es resolutiva, todoterreno y siempre tiene una sonrisa. De mi padre destacaría su positividad, su humor y, aunque suene raro, su discreción a pesar de la vida que haya podido llevar años atrás. Ah, y su elegancia», dice con cierto pudor. El francés Philippe Junot, primer marido de Carolina de Mónaco y conocido playboy de los años 80, y la danesa Nina Wendelboe-Larsen formaron durante una década una de las parejas más glamurosas de la crónica social, especialmente la marbellí. Y hoy es Isabelle, la menor de sus tres hijos, quien ocupa esas páginas de papel couché. Desde su boda en 2022 con Álvaro Falcó, es marquesa de Cubas, además de formar parte del círculo más íntimo de Tamara Falcó, prima hermana de su marido.

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Félix Valiente
Gabardina XL en crepé de lana y seda con ‘print’ GG de Gucci.

Pero ahora es ella la que se ha ganado todo el protagonismo. Y con razón. Eat Girl. De la obsesión a la ilusión (Penguin Libros) es su primer libro, recién publicado, y en cuyo título juega irónicamente con la etiqueta de it girl con la que a veces se la relaciona. «No hay nada divertido ni aburrido en tener un título», explica un poco incómoda acerca de formar parte por matrimonio de una familia de aristócratas. «No afecta a mi vida, ni para bien ni para mal. Es más un guiño, un recuerdo a los antepasados, pero simbólico. No lo he usado nunca. No cambia nada, es algo más para los titulares, para el clickbait».

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Félix Valiente
‘Blazer’ negra, ‘body’ asimétrico y pantalón tipo chándal, todo de Dior, pulsera ‘Serpenti’ en oro rosa con pavé de diamantes y pulsera ‘Serpenti’ en oro blanco con pavé integral de diamantes, ambas de Bvlgari, y zapatos planos en ante de Aquazzura.


La fuerza de voluntad te levanta de la cama, pero no te aleja del postre

En este volumen debut, que incluye capítulos con nombres tan sugerentes como La fuerza de voluntad te levanta de la cama, pero no te aleja del postre, Las reglas que están hechas para romperse o Cuidado con ‘cuidarse’, Junot comparte de una forma atractiva y entretenida, además de alegre, sus conocimientos como coach de nutrición y salud. Se trata de un trabajo con el que intenta ayudar a lograr (y mantener) una buena relación con la comida. Y todo con su sello personal: humor, cercanía y ese mood de disfrutona que lleva en el ADN.
«Este trabajo me llegó por sorpresa, nunca me lo había planteado», confiesa aún sorprendida. «Me lo pensé, porque no me veía llevando a cabo un proyecto así, pero no por no sentirme capaz, sino porque nunca había contemplado hacer algo parecido, salir de mi zona de confort. El tema lo tengo muy claro inside out, aunque mi duda era más bien el cómo iba a poder transmitirlo. Para mí era importante que me saliera algo divertido».

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Félix Valiente
Chaqueta cruzada tipo ‘blazer’ de Dior y anillo ‘Serpenti’ en oro rosa con pavé de diamantes de Bvlgari.

El resultado es, sin duda, un libro de ayuda (que no de autoayuda), en el que vuelca todo su saber experto, distanciándose de esos métodos milagrosos y restrictivos a los que estamos acostumbrados. Y ofreciendo una nueva forma de aproximarse a la comida sin culpa, con disfrute. Ella misma reconoce haber sido víctima de los atracones, sobre todo de dulces. «Me hartaba a chocolates, helados y cookies. Y al día siguiente me sentía mal a nivel físico, porque había comido fatal, y también emocionalmente. Si quería ayudar a los demás, primero me tenía que ayudar a mí misma. Leí Alimentación intuitiva: El retorno a los hábitos alimentarios naturales y conecté con la raíz del problema. Yo también me relajaba durante el fin de semana y vivía con ansiedad ese último atracón antes de empezar el lunes otra vez. Pensé que era una locura no poder aplicarme lo que ya había aprendido. No hay que enfocarse en perder peso, sino en cómo quieres encontrarte. No se trata tanto de cómo verte, sino de cómo sentirte».

Aprender a tratarse mejor a una misma

Como mujer joven, y desde hace un tiempo también experta en bienestar y nutrición, sabe que la mayoría de nosotras tenemos en común esos sentimientos de culpa, la ansiedad y la restricción con respecto a lo que ingerimos. «Hay que cambiar la manera en la que te diriges a ti misma. Nuestra sociedad está muy enfocada a los cuerpos idealizados y a los estándares de belleza un pelín inalcanzables. Y al final del día somos nuestras peores críticas, nos hablamos fatal. Quiero tratar este tema de forma que transmita alivio», confiesa. «Nuestra relación con la alimentación no debe ser tan complicada. Creemos que vamos a tener que estar toda la vida a dieta, pero no es así. Si cambias la perspectiva y los pensamientos, podrás transformar tus comportamientos», asegura. Y en su texto, en la introducción, recurre a una evidencia que no por sencilla deja de ser un acierto tenerla en cuenta: «Tu relación con la comida, con tu cuerpo y contigo misma durará más que cualquier bolso, carrera o logro profesional». Y desarrolla esta idea afirmando que «pensamos que lo más importante es ahorrar para un bolso o un coche, que está fenomenal, no hay nada malo. Pero si vas a invertir en ti, mejor que sea en algo que te beneficie para toda la vida».

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Félix Valiente
‘Bomber, camisa de algodón, pantalón sastre y sa­lones, todo de Prada.

"Tener el título de marquesa no cambia nada, es simbólico, no lo he utilizado nunca. Interesa
más en titulares y ‘clickbites’"

¿Y qué opina sobre dietas de moda como el ayuno intermitente o el uso del Ozempic? «Cada persona y cada caso son diferentes, y somos libres de actuar cómo queramos. Pero si echo la vista atrás, reconozco que he seguido muchas de esas dietas que están ahí fuera. Y sé por experiencia que no son la solución. Hay que pensar más a largo plazo. Estas pueden funcionar, ¿pero durante cuánto tiempo vas a poder mantenerlas? Privarse de lo que te gusta es una pérdida de tiempo, de energía y de felicidad». Y es que ella, como buena disfrutona, adora comer. Y ahora adora comer bien. También quiere servir de ejemplo a su pequeña hija, Philippa, que está a punto de cumplir dos años. Con ella lleva a cabo técnicas no muy habituales, como preguntarle cómo se siente su estómago en vez de obligarla a comer. Y es que esa educación libre, respetuosa y de escucha permanente la ha heredado de la parte danesa de su familia. «He crecido en un entorno muy natural, en mi casa no se utilizaba ni suavizante. Las toallas se quedaban rígidas», recuerda entre risas. Pero incide en que tampoco debemos vivir con temor. «Estamos expuestos a muchos tóxicos medioambientales, pero no hay que obsesionarse. Hay que hacer lo que se pueda cuando se pueda, y desde la tranquilidad». Y si la marquesa de Cubas «consorte», como ella misma puntualiza con ironía en su libro, aboga por la no obsesión con los riesgos que nos rodean, algo parecido siente cuando se le pregunta por posibles miedos acerca del futuro que pueda tocarle vivir a su hija. «Preocupaciones en sí no tengo. Reflexiono sobre cosas, pero nada en especial: las redes, que a saber cómo serán dentro de 10 años, su relación consigo misma, con la comida...».

Enamorada de España

Otro rasgo que define a Junot es su vida y educación cosmopolitas, aunque mudarse cada tres años «quizás tampoco era muy normal», afirma. Y recuerda encantada todos los lugares en los que ha residido: Nueva York, París, Rolle (Suiza), Copenhague, Londres, Marbella. Y ahora, Madrid, donde se encuentra feliz. «Me ha fascinado vivir en todos ellos, pero no me siento de ningún sitio en particular. Tengo tres nacionalidades –de
EE. UU., donde nací, francesa y danesa–, y poseo matices de las distintas culturas. De Dinamarca, me gusta mucho la mentalidad respecto al mundo infantil: dejarles correr bajo la lluvia y mancharse de barro, no interrumpirles... Y también mantengo algunas tradiciones navideñas como los postres o el árbol, que siempre era natural. Aunque ahora me he españolizado y tengo un árbol falso y con las luces ya puestas que me ha facilitado la vida», cuenta riendo. ¿Y qué tiene de Francia, país natal de su padre? «No sé si decir la elegancia y las buenas maneras», contesta con humildad. «Y de España, sin duda, la alegría de vivir, el gusto por la buena vida. Y es que no hay ningún sitio como este». Estamos contigo, Isabelle.