- 'The Guardian' recomienda viajar a esta ciudad histórica a menos de dos horas de Madrid: "Está fuera de las rutas turísticas habituales".
- 30 pueblos bonitos cerca de Madrid para pasar el día.
- Se puede llegar en AVE desde Madrid, está a media hora de Valencia y es el destino ideal para hacer turismo enológico.
Desde luego, que una ciudad sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO atrae mucho turismo y riqueza, pero también conlleva una enorme responsabilidad: han de mantener los cascos históricos, proteger los entornos medioambientalmente, restaurar los monumentos y solventar los problemas de la integración de edificios centenarios en la vida moderna...
Para que una ciudad entre a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial, ha de poseer Valor Universal Excepcional (VUE), lo que supone cumplir alguno de los criterios de la UNESCO: representar áreas de belleza estética excepcional, representar obras de arte del genio creador humano, atestiguar un cambio de influencia en la arquitectura, la tecnología, las artes monumentales... Hay un total de 10 criterios y al menos se debe cumplir uno de ellos.
En España tenemos un total de 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad repartidas por toda nuestra geografía. Todas ellas tienen o bien su casco histórico o bien determinados monumentos en concreto declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Nosotros te traemos las tres ciudades andaluzas que lo son, perfectas para una escapada en primavera con buen tiempo.
Baeza (Jaén)
El casco histórico de Baeza (Jaén) es de ensueño y conserva una arquitectura centenaria que se muestra entre casas blasonadas, iglesias, palacios y plazas entre blancas casas bajas y callejones amurallados. Tres plazas representan el encanto de la ciudad: la de Santa María, con la Catedral; la de Santa Cruz, con el palacio de Jabalquinto y la antigua Universidad, y la del pópulo, con la fuente de los Leones o el arco de Villalar (en la imagen). Una ciudad tan vinculada al aceite no podía carecer de un Museo de la Cultura del Olivo, muy curioso de ver; no te vayas de la ciudad sin probar el ochío, un pan de aceite de oliva, dulce o salado, muy popular en la zona. Además, si eres amante de la literatura, debes saber que Antonio Machado fue profesor de la Universidad de Baeza y se puede visitar, bien conservado, el aula donde daba clases, con el mobiliario de la época.
Córdoba
Aunque su riqueza patrimonial, cultural y gastronómica es abrumadora, se puede visitar Córdoba de forma satisfactoria en un viaje de fin de semana, sobre todo en primavera, con el aroma del azahar y el jazmín. Cuatro son los monumentos clave de su casco histórico: su imprescindible Mezquita – Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la Sinagoga y el puente romano. Un paseo por el centro te descubrirá sus preciosas casas adornadas con flores, plazas y fuentes; no dejes de pasar por el callejón de la Luna y la calleja de las Flores. Si buscas más cultura, no te pierdas el yacimiento arqueológico más grande de España, Medina Azahara, a 10 kilómetros. Pero si quieres vivir la experiencia cordobesa desde otra óptica, además de ir a un espectáculo de flamenco, puedes relajarte en un baño árabe o irte de tapas por los barrios de San Lorenzo, San Andrés y Santa Marina. ¿Especialidades? El salmorejo, los flamenquines, las berenjenas con miel, el queso de Zuheros y el vino de Montilla-Moriles.
Úbeda (Jaén)
Úbeda, ciudad con huella de múltiples civilizaciones, alcanzó su mayor esplendor en los siglos XV y XVI gracias a la influencia del Renacimiento italiano. Su nobleza impulsó la construcción de majestuosos palacios, especialmente visibles en la plaza Vázquez de Molina, considerada una de las más bellas de Europa. En ella se encuentran joyas como la Sacra Capilla de El Salvador, el palacio del Deán Ortega (actual Parador de Turismo), el Ayuntamiento, la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y el palacio del Marqués de Mancera. Otros lugares imprescindibles son la plaza Primero de Mayo con la iglesia de San Pablo, el Hospital de Santiago, conocido como el “Escorial andaluz”, y la misteriosa Sinagoga del Agua. Pasea hasta la Redonda de Miradores y los miradores de San Lorenzo y San Francisco, desde donde se contemplan la Sierra Mágina y los extensos 'mares de olivos'.