Si has viajado alguna vez a Benidorm o a Gandía, y otro año has descubierto las playas de Cádiz o Fuerteventura, habrás descubierto por ti misma el contraste: en las primeras, marcha a tope, restaurantes, animación y levantarse a las 8 de la mañana para coger sitio y clavar la sombrilla. En la segunda, impresionantes y kilométricos arenales, anchos y tranquilos donde la distancia entre unos y otros es suficiente para no estar agobiada y que no te den ganas de marcharte.

En el caso de que estés buscando pueblos españoles poco masificados y con buenas playas para tus próximas vacaciones de verano 2024, nosotros te presentamos cuatro opciones en zonas distintas: Cantábrico, Levante, Andalucía y Canarias -ya decimos desde el principio que las aguas no son cálidas en ninguna de ellas-. Eso sí, son unas playas tranquilas para poder disfrutar de una jornada de sol y mar sin tenerte que preocupar de la conversación del de al lado.

Begur (Girona, Cataluña)

sa tuna beach in begur
Mario Marco//Getty Images

Begur es un precioso pueblo del Baix Empordà que en verano multiplica por 10 su población invernal; a pesar de todo, sigue sin estar completamente masificado. El castillo medieval -o lo que queda de él- es el emblema de la población, preciosa para callejear con sus empedrados y sus edificios vistosos. Haz fotos a sus cinco torres de defensa, construidas entre los siglos XVI y XVII para soportar los ataques de los piratas y los corsarios, y también a sus bonitas casas indianas, como Can Petu. Como playa, te recomendamos la de Sa Tuna, pequeñita pero encantadora, rodeada de casitas de pescadores, a la que se accede por los caminos de ronda. Y después de un buen baño, disfruta de los arroces de la zona, que son especialidad.

Cuchía (Miengo, Cantabria)

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Junta Vecinal Cuchía

Cuchía es un pequeño pueblo de apenas 400 habitantes, perteneciente a la localidad de Miengo, a unos 30 km de Santander. A nivel cultural, en los pueblos de Mielgo encontrarás interesantes vestigios prehistóricos, sobre todo en la cueva de la vecina Cudón, con grabados y pinturas rupestres, y casas montañesas de curiosa edificación. El litoral es de una belleza increíble, formado por pequeños islotes y espectaculares marismas. Es una zona de muchas playas, pero nosotros nos quedamos con la de los Caballos, de unos 200 m de largo y 40 de ancho, con arena dorada y un oleaje moderado. Al ser una playa de difícil acceso, tiene mucha menos afluencia y es más tranquila que el vecino arenal de Marzán.

Morro Jable (Fuerteventura, Islas Canarias)

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Roberto Moiola / Sysaworld//Getty Images

Morro Jable es la localidad que separa dos de las playas más hermosas del sur de Fuerteventura: la de Solana Matorral -algo más concurrida por la presencia de numerosos hoteles, resorts y apartamentos, pero nunca agobiante- y la de Cofete, de difícil acceso a través de una revirada pista de tierra pero que vale la pena sin duda el 'mal trago' de llegar hasta allí. Es el pueblo más habitado de la península de Pájara, con casi 8.000 habitantes, pero en ningún momento se tiene la sensación de estar en un lugar agobiante ni concurrido. El puerto es de un encanto inigualable, si tienes paciencia podrás ver mantarrayas cerca de donde están atracados los barcos de pesca. Y es obligatorio un paseo por el encantador casco antiguo de la localidad.

Chiclana de la Frontera (Cádiz, Andalucía)

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Jorg Greuel//Getty Images

Chiclana de la Frontera es, sin duda, la localidad más populosa de cuantas te presentamos, una pequeña ciudad prácticamente. Sus aguas termales son famosas, así como una modesta herencia cultural -vale la pena echar un vistazo a su arquitectura religiosa- y un ambiente más que apetecible. Pero tiene la suerte de estar cerca de algunas playas poco concurridas y bellísimas, como es la de la Barrosa en Sancti Petri, la más familiar de todas, un impresionante arenal salvaje salpicado de chiringuitos (en la imagen) o las más tranquilas y naturales de Punta de Piedra y El Puerco, resguardada por pequeños acantilados.

Headshot of Begoña Alonso

Begoña Alonso es experta en ocio, cultura y estilo de vida, coordinando la sección de Living en Elle.es desde hace más de seis años. Llevar la sección de Living supone que lo mismo escribe un reportaje sobre las mejores series de terror de Netflix, que un artículo de viajes y lunas de miel, un perfil de una activista feminista o un listado de los mejores libros de la historia que tienes que leer. 

Siempre suele decir que la vida no le da para todo: libros, agenda, música, ocio, cine, series, plataformas de streaming (Netflix, Amazon, HBO, Disney+, Filmin, Movistar+, Apple TV+…), maternidad, televisión, feminismo, viajes, cultura, ‘lifestyle’, motor, tecnología… Pero es capaz de llegar a todas partes para ofrecer siempre los contenidos más actuales e interesantes. 

Begoña Alonso se licenció en 1999 en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, pero cuenta casi con 30 años de experiencia en la profesión. Se estrenó en medios locales como Huelva Información o Las Provincias, pasó por radios vecinales haciendo programas de cine y luego aterrizó en el mundo del papel, en medios como La Razón, Maxim o Reporter. 

Tras 9 años dedicada al ‘branded content’, Begoña lleva una década en ELLE, el mismo tiempo que ha transcurrido desde que consiguiera el Premio 20 Blogs por ‘The Best of the 80s’, un blog de música de los 80, una de sus pasiones. También adora las películas de boda y se pasa más tiempo planificando viajes que llevándolos a cabo, pero eso es otra historia.