Cuando te va bien en el trabajo y tu jefe y/o tus compañeros te lo reconocen, te felicitan abiertamente, te sientes mejor, confiado y motivado. Y es que nuestros empleos suelen ser caldo cultivo de la inseguridad: escaso 'feedback', competitividad entre compañeros, esfuerzos que no se reconocen... Y, de fondo, unas redes sociales que nos ofrecen un mundo laboral donde todo parece brillar.

Así que en un entorno en el que cada día pasamos 8 horas y nos dejamos la vida, es normal que busquemos la validación de otras personas: ¿quién no agradece unas buenas palabras del resto? Pero confiar en el reconocimiento laboral de los demás es un juego perdido a largo plazo. Si nuestra autoestima depende del juicio del resto, cuando nos dicen palabras bonitas el bienestar es fugaz y, además, si nos obsesionamos en ese reconocimiento podemos acabar sacrificando nuestros valores y autenticidad.

Sin duda, entender si estás haciendo bien o no tu trabajo es fundamental, pero es igualmente importante cultivar la validación interna, tu propia autoestima laboral. No se trata de inflar tu ego con pensamientos sin fundamento, sino de tener herramientas que hagan de contrapeso de las opiniones funestas que se den en tu trabajo. Aquí tienes cuatro estrategias para aumentar tu autoestima laboral, por muy complicado que sea tu entorno en la oficina.

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Szymon Brzóska

Cuatro estrategias de expertos para incrementar tu autoestima laboral

1) Reconocer tu inseguridad no es un defecto

La inseguridad, ni en el ámbito personal ni en el laboral, no debe ser considerada como un defecto; es una reacción racional y lógica ante los prejuicios y la exclusión del sistema. Si tratamos nuestras inseguridades como un defecto, nuestros sentimientos negativos se acentuarán y no dejaremos de buscar aprobación. Pero cuanto más la buscamos, más nos sentimos inseguros, creando un bucle infernal.

Acepta tus inseguridades y tus dudas sobre ti misma como algo normal, teniendo en cuenta estos entornos de trabajo competitivos, ambiguos y sesgados. Si necesitas que tu jefe te dé 'feedback' no lo veas mal; necesitamos conexión humana y un sentido de pertenencia al grupo. Si buscas sus comentarios, introduce en tu diálogo interno este concepto: "Quiero dar lo mejor de mí, así que es natural que quiera comentarios ejecutivos de mi gerente».

2) Concéntrate en tus puntos fuertes

Desgraciadamente, la sociedad en la que vivimos nos hace estar permanentemente atentos a lo que hay mal en nosotros, pensando que así lo podremos arreglar. Craso error. Si todo lo vemos negativo nos sentiremos insuficientes y buscaremos más validación en los otros. Es mejor que te centres en tus puntos fuertes, algo que los expertos insisten en que aumenta la confianza y autoconciencia, rendimiento e innovación, y bienestar general.

Seguramente te sabes de memoria tus puntos fuertes generales, las competencias y conocimientos que has perfeccionado con el tiempo. Pero quizás no tienes tan presente tus habilidades naturales; esas que vienen tan fácil que las descartas. Por ejemplo, quizás es muy fácil trabajar contigo en equipo, siempre tienes una sonrisa para atender a los 'juniors', eres educado...

Te puede venir bien apuntarlo en una lista y consultarlo cuando tu estima laboral empiece a flaquear y veas que tu jefe no viene a darte las gracias por nada. ¡Ah! Y por si lo dudabas: centrarte en tus puntos fuertes no es quedarte en tu zona de confort o no esforzarte; es, en realidad, un camino más sencillo y eficaz hacia un rendimiento mejor.

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3) Amplía tu definición de éxito

La sociedad, junto con nuestra educación, determina nuestro concepto de éxito en la vida, pero cuando accedes al mercado de trabajo, la visión puede distorsionarse aún más. Si amplías ese concepto, quizás te alinees más con tus valores y dejes de perseguir la aprobación del resto. Para definir bien tu concepto de éxito pregúntate cómo sería tu vida ideal en 10 o 20 años e identifica qué te haría sentir orgullosa.

Para cada uno de los ámbitos principales de tu vida, establezca objetivos específicos y alcanzables que se ajusten a su definición de éxito. Eso sí, buscar tu propio concepto del éxito exige el coraje de separarte de los 'mandatos' y expectativas de la sociedad, a cambio de encontrar un lugar auténtico y con un significado personal solo para usted.

4) Revisa tus relaciones

Las relaciones sólidas y de apoyo son esenciales para el bienestar e independencia. No podemos elegir a las personas con las que trabajamos, pero sí con quienes vamos a forjar conexiones profesionales que nos motiven. Según los expertos, el apoyo social positivo y de calidad reduce la inseguridad, fomenta el sentido de pertenencia y mejora nuestra capacidad de gestionar el estrés y la ansiedad.

Tras revisar las relaciones, piensa si puedes fortalecer las conexiones buenas y minimizar la relación con los compañeros tóxicos. La calidad de nuestras relaciones laborales es muy importante y afecta a nuestra satisfacción laboral y desempeño, niveles de agotamiento y agotamiento, y en general bienestar y salud.

En definitiva: los reconocimientos, los cambios organizativos, los aumentos de sueldo... que influyen en tu autoestima laboral puede que nunca lleguen. Siempre habrá malos jefes, mala comunicación, favoritismo y falta de reconocimiento en el trabajo. Pero si tienes una opinión consolidada de tu valía y tus puntos fuertes, podrás proteger tu confianza en ti misma y crecer laboralmente.