En el estado de su perfil de Whatsapp, Susana Rodríguez Navarro tiene escrita la frase «la sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes», y ese es probablemente uno de sus rasgos más distintivos. Esta madrileña, licenciada en Farmacia con varios máster y cursos de especialización en negocio, marketing y empresa, defiende el entusiasmo en la vida y el trabajo. «Sonreír libera libera endorfinas, dopamina y serotonina», añade divertida. Como CEO de Cantabria Labs, está al frente de un laboratorio farmacéutico que elabora no solo productos cosméticos –entre sus marcas, destacan algunas como Endocare, Heliocare, Elancyl o Skin Resist–, sino también medicamentos y complementos alimenticios orales, y una de las empresas líderes en prescripción dermatológica. Por eso incide en que para ellos «es natural crear nuevo conocimiento y aplicar el mismo rigor científico en los tres ejes».
¿Qué significa “innovar con propósito”?
Innovar es parte de nuestro día a día desde nuestros orígenes, cuando colaboramos por primera vez con la Harvard Medical School y empezamos a investigar con el doctor Fitzpatrick, una eminencia en dermatología a nivel mundial. Fuimos pioneros en fotoprotección oral y, desde entonces, no hemos dejado de investigar y de innovar, desarrollando muchos más ingredientes patentados y tecnologías propias.
Esas alianzas con Harvard o el MIT marcaron un antes y un después en su historia. ¿Cómo logra Cantabria Labs seguir creando a través de colaboraciones internacionales?
Nosotros llevamos 30 años realizando “innovación Abierta”, que ahora está tan de moda. Colaborando con universidades punteras, además de start-ups, biotechs y otros centros de investigación... Y también trabajamos diariamente con dermatólogos, farmacéuticos e investigadores para entender de primera mano las necesidades reales de las personas y desarrollar soluciones dermatológicas que mejoren sus vidas.
¿Cuáles son los mayores desafíos de innovar en España?
El mayor desafío ha sido demostrar que se puede estar a la vanguardia de la dermatología siendo un laboratorio español. ¿Cómo lo hemos conseguido? Lo primero, atreviéndonos a ser pioneros en la industria. Eso requiere esfuerzo y apuesta, porque tienes que probar que funciona lo que has conseguido. Detrás de los logros, un I+D+i sólido que lleva décadas sacando lo mejor que nos ofrece la naturaleza para nuestra piel y una capacidad de cooperación con otros para crear conocimiento. También, como decía antes, y esencial, que nos hemos ganado la confianza y el respeto de los dermatólogos. Además, al estar presente en más de 80 países, tenemos el pulso de las tendencias en el mercado dermatológico mundial, con lo que podemos adelantarnos a las necesidades y demandas futuras y dedicar el tiempo que requieren las soluciones más innovadoras.
Trabajar en un sector tan competitivo requiere formación permanente.
Sí, y la curiosidad es la clave. Es lo que hace que quieras seguir explorando y encontrando nuevas oportunidades, en todos los ámbitos de la vida. Respecto a la formación siempre he sido una persona de estudio y, en este sentido creo firmemente también en “aprender practicando”. Y en lo profesional, somos una empresa que no teme unir disciplinas y talentos, que cree en los retos como palancas de desarrollo y que crece gracias al conocimiento diferencial sobre el potencial de la naturaleza.
“Celebrate life” es uno de los lemas de Cantabria Labs.
“Celebrar la vida” resume nuestro propósito, que es mejorar la calidad y salud de las personas. Siempre hemos tenido un espíritu cercano y llevamos toda nuestra historia desarrollando una importante actividad social con impacto en diferentes ámbitos: salud, educación, inclusión, calidad de vida y empleo digno. A finales de 2024 creamos la Fundación Cantabria Labs, cuya actividad gira en torno a tres grandes ejes: la formación, el empleo y la creación de actividades sociales. Nuestro objetivo es ofrecer a la sociedad productos para vivir con calidad de vida y cuidar de lo importante, la salud.
¿Crees que la estética sigue cargando con prejuicios de superficialidad?
La estética no es superficial cuando se aborda desde la salud, que es nuestro enfoque. Es evidente que hay un interés creciente y que el envejecimiento de la población occidental es cada vez mayor, al aumentar la esperanza de vida, por lo que estamos apostando muy fuerte por nuestra línea de productos anti-edad, Endocare, e invirtiendo mucho en investigación e innovación para que todos nuestros lanzamientos, sean medicamentos o cosméticos, estén avalados científicamente y así garantizar su eficacia. Es lo que nos diferencia.
Cantabria Labs es un referente en fotoprotección y cuidado dermatológico. ¿Qué impacto social tienen vuestros productos en la concienciación sobre la salud de la piel?
Somos referentes porque nuestras fórmulas son eficaces, por eso nuestros productos funcionan, y porque nos recomiendan los profesionales de bata blanca. Queremos seguir investigando y liderando en fotoprotección y concienciando sobre la necesidad de prevención, porque solo en España cada año se diagnostican casi 80.000 nuevos casos de cáncer de piel. Por eso, realizamos un estudio anual de hábitos al sol entre la población española, el “Observatorio Heliocare by Cantabria Labs”, que es ya todo un referente en el sector y cuyo objetivo es concienciar a la sociedad de los daños que causa el sol, fomentando la prevención y la necesidad de unos buenos hábitos de fotoprotección. Igualmente, con nuestra campaña anual “Objetivo Cero Melanoma”, en la que colaboramos con la AECC, promovemos una vida al sol saludable y acudir al dermatólogo una vez al año.
Como una de las mujeres más influyentes del sector, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a otras mujeres que aspiran a ocupar puestos de liderazgo?
Creo que para mujeres y hombres mi mensaje es el mismo. Trabajo, compromiso, humildad, honradez e ilusión. Y vencer el miedo, ser valiente.
¿Qué personas te han influido más a lo largo de tu vida y tu carrera?
La vida es muy larga y son muchas las personas que me han influido y que siguen haciéndolo. He tenido y tengo muy buenos compañeros de vida, pero citaré dos y sé que parecerá obviedad: mis padres, con su apoyo y amor incondicional, aún en mis errores, y con el ejemplo de sus valores que les trascienden y me acompañan siempre. Por desgracia perdí a mi padre cuando solo tenía 23 años pero durante todo este tiempo siempre le he sentido a mi lado. Y, en lo profesional, cómo no mencionar a Juan Matji, mi jefe y también mi mentor. He aprendido muchísimo de él. Llevamos juntos podría decir que media vida.
Sabemos que te apasionan la fotografía y el yoga. ¿Qué lugar ocupan estas aficiones en tu vida?
El yoga me ayuda a encontrarme conmigo misma y a calibrarme, me calma y me ha enseñado muchas cosas. Ha formado parte de mi transformación personal hacia un lugar de mayor presencia en todo lo que hago. La fotografía tiene también algo de esa presencia, de ese pasar el tiempo sin darte cuenta que te transporta a un lugar de contemplación y calma.
¿En qué medida crees que la “belleza” habla de nosotras?
La belleza brilla cuando nos encontramos bien con nosotros mismos. No siempre es así y es ahí donde deberíamos poner la mirada. Por otra parte soy una enamorada de los espacios bellos, los detalles y cómo no, de cuidarme y mostrar mi mejor versión. Creo que cuidarnos física y mentalmente es un acto de responsabilidad hacia nosotros mismos y de reconocimiento hacia los demás.