Hay una frase que para Ximena Caraza funciona como un mantra: «¿Y por qué no?». Una máxima que, además de denotar valentía y determinación ante cualquier impedimento, parece que le sirve muy bien: desde un flamante palacete de principios del siglo XX ubicado en el madrileño barrio de Chamberí, esta mujer nacida hace 52 años en la Ciudad de México y veracruzana de corazón está al frente de la Fundación Casa de México. Una entidad privada sin ánimo de lucro que en apenas cinco años se ha convertido en un referente cultural y empresarial único en nuestro país.
«México se merecía un espacio para que en España nos conocieran mejor y en profundidad», explica esta mujer entusiasta. Y fue eso, sumado a su capacidad de persuasión lo que impulsó este proyecto que tiene el objetivo de «divulgar toda la excelencia mexicana», cuenta la directora general de la fundación. Y con ese «¿por qué no?» también contagió a Valentín Díez-Morodo –empresario mexicano y mecenas– que no dudó en financiar al 100% la iniciativa. «Su padre emigró de España con 17 años, a hacer las Américas, y hoy es una de las fortunas más importantes del país –relata Ximena–. Él me dijo que quería agradecerle a México un poquito de todo lo que este le dio a su familia». Y desde entonces, cada año, llevan a cabo centenares de iniciativas y han recibido la visita de más de un millón de personas. «Somos una ventana de México en España», continúa, y asegura que en esa casa siempre está pasando algo.
También habla con orgullo y pasión de haberla convertido en un punto de encuentro donde profundizar en las relaciones entre los dos estados, así como de su función de sacar a la luz, impulsar y dinamizar desde disciplinas como el arte, la música, la literatura, el cine o la gastronomía hasta todo el valor empresarial de México.
Porque, más allá del evidente impacto cultural, ella incide en el auge de los negocios bilaterales: «La fuerza de las empresas mexicanas que está llegando a España es enorme», y cita compañías como Bimbo, Campofrío, Yelmo, Grupo Alsea –con 1.300 restaurantes en España– Starbucks, Banca Argentina, Cemex... «Todo capital mexicano. De modo que la inversión productiva aquí es muy importante». Una evidencia que para ella se traduce en que, por fin, ya entendemos que «México y España jugamos en la misma liga».
Contra los corsés
Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de las Américas (México), con un máster en Dirección y Administración de Empresas y una dilatada experiencia en gestión, inversión y diplomacia –fue cónsul de su país antes de llegar a Madrid desde Italia–, Ximena asume este como uno de los trabajos más fascinantes de su carrera: «Siempre tuve claro que quería hacer algo así. Y como soy rebelde desde pequeña, me peleo mucho para no tener corsés. Para intentar los desafíos, para mantener la ilusión...», apunta.
«Yo empecé a trabajar con 18 años, me pagué mi universidad, estudié lo que quería, y procuro conservar esa misma libertad de entonces. El deseo de crear cosas es muy importante, y pienso que es algo que tiene todo mi equipo. ¿Sabes qué resulta lo más difícil de lograr en una compañía? Como decís en España, que la gente se ponga la camiseta ». Y asegura que, cuando auditan el nivel de satisfacción de los empleados de la fundación, el 100% de los que trabajan en Casa de México aseguran estar felices. «Y esto sí que es un triunfo».
Ximena llegó a Madrid hace 26 años: «Lo hice por amor», dice en referencia a su esposo –Olivier Lechére, director general de Chanel en España y Portugal– y padre de sus dos hijos, con quien ha formado una familia multicultural "hispanofrancomexicana". Pero también recuerda lo que lloró cuando tuvo que abandonar su patria. «Soy una inmigrante feliz, porque España es un lugar que me recibió maravillosamente. Pero dejar tu casa y tu gente y meter tu vida en una maleta no es fácil. Dicho esto, también es algo que te permite emprender un nuevo vuelo donde todo es posible». ¿Y por qué no?
*Ximena Caraza lleva chaqueta con apliques y pendiente de flor de diamantes de Chanel, camiseta de Blauer, jeans de Loro Piana y anillo de la propia Ximena.