La serie ‘Fleabag’ ha marcado a toda una generación por la forma en la que afronta tanto el duelo como las relaciones de pareja, pero un aspecto que no siempre se señala, y que sin embargo es vital en la trama, es el de la complicada relación entre las hermanas. Mientras que la protagonista va ciertamente a la deriva, su hermana parece tener la vida orquestada, y es por ello por lo que ambas chocan constantemente. “La serie captura la enredada vulnerabilidad de la hermandad con la mirada puesta en sus tensiones. En un panorama del entretenimiento que rara vez otorga a los personajes femeninos el alcance necesario para ser desafiantes, el compromiso de 'Fleabag' de explorar las ansiedades de las hermanas es un soplo de aire fresco”, escribe en ‘The Atlantic’ Hannah Giorgis.

La brecha de riqueza es un motivo común de peleas y tensiones

En esas ansiedades y en esos problemas familiares también están presentes las desigualdades económicas entre ambas, unas diferencias monetarias que además, son habituales en las relaciones entre hermanas, siendo la brecha de riqueza un motivo común de peleas y tensiones.

"Siento culpa por no tener su mismo estatus económico"

Es el caso de Carmen Raya, Project Manager de 40 años cuya hermana cobra notablemente más que ella. “En celebraciones de cumpleaños o regalos de aniversario, dividimos los gastos de manera proporcional. Pero en las vacaciones familiares, ella siempre aporta más y yo menos. No creo que mi familia ⁠sienta resquemor, pero 'lástima', sí. Es más bien una especie de 'pena encubierta' porque saben que trabajo mucho y que no es 'culpa' mía. Aunque sí creo que en el fondo piensan que elegí mal... y eso que nadie puede saber con 18 años si la profesión que decides estudiar terminará pagando miserias indecentes. También está el hecho de la propia culpa/vergüenza que siento por no tener su mismo estatus económico, lo que me impide a veces pedirles ayuda o incluso aceptarla si me la ofrecen ellos mismos”, asegura.

"Quien tiene más recursos puede asumir un mayor porcentaje de los gastos desde el respeto"

Porque, ¿cómo se pueden gestionar los gastos familiares cuando la situación económica entre dos hermanas es desigual? Responde Laura Encina, autora de ‘Tu vida, tus normas, tu cuenta bancaria. Activa tu mentalidad millonaria y pon a trabajar tu dinero’ (Roca Editorial, 2024). “La clave está en la comunicación abierta y la empatía. En primer lugar, es importante reconocer que cada persona tiene una situación económica distinta, y que esto no debería ser motivo de conflicto ni de vergüenza. Cuando hablamos de gastos familiares, como el cuidado de los padres o las reuniones familiares, lo ideal es buscar un reparto que sea justo, no necesariamente equitativo. Esto significa que quien tiene más recursos puede asumir un mayor porcentaje de los gastos, siempre que lo haga desde el respeto y la voluntad, y no desde la obligación o la presión”, asegura.

desigualdad dinero
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Imagen de ’Brave Girls’.

“Una buena práctica es establecer acuerdos claros. Por ejemplo, si una hermana tiene menos capacidad económica, podría contribuir en formas no monetarias, como dedicar más tiempo al cuidado de los padres o encargarse de tareas organizativas en reuniones familiares. Esto ayuda a mantener el equilibrio sin que la relación se deteriore por cuestiones de dinero. Lo importante es que ambas partes se sientan cómodas y valoradas por lo que aportan, más allá del aspecto económico”, añade.

"Le dije que no me hiciese ese tipo de regalos, porque yo no podría hacer lo mismo"

La cercanía de las Navidades trae consigo un delicado asunto que demuestra que en las fiestas, no todas las noches son precisamente de paz: el de los regalos. “En Reyes, un año me compró un portátil y otro, unos AirPods... Al final le dije que no me hiciese ese tipo de regalos, porque yo no podría hacer lo mismo. En el caso de los regalos de ambas a mis padres, dividimos, pero siempre pongo yo un límite para poder seguir comiendo (nota de humor mientras lloro)”, comenta Raya entre ¿risas?.

“El principal problema causado por las brechas en los ingresos entre hermanas es que puede verse como una medida del éxito”, explica Sabrina Williams, miembro del Directorio de Consejería, a ‘Refinery 29’. Asegura que las brechas en la riqueza y los ingresos entre hermanas son increíblemente comunes. “Puede verse como un factor decisivo sobre quién tiene éxito, quién tiene menos o directamente, quién no lo tiene. Esto puede influir en viejas dinámicas familiares y puede generar sentimientos relacionados con el posicionamiento, la competencia, la rivalidad entre hermanos y el favoritismo”, asegura.

Laura Encina señala que la culpa suele surgir por comparaciones o expectativas sociales, pero es importante recordar que el valor de una persona no está determinado por lo que puede gastar. Asegura que para evitar esta sensación, lo primero es trabajar la autoestima y la seguridad personal. “No poder dar regalos caros o contribuir económicamente en la misma medida no define el amor, el compromiso ni el valor que aportas a una relación familiar. Una forma práctica de gestionar esto es replantear el concepto de "dar". Un regalo no tiene que ser caro para ser significativo: una carta escrita a mano, un detalle hecho por uno mismo o dedicar tiempo a una experiencia compartida pueden tener más valor que algo comprado”, explica.

En cuanto a los gastos familiares, es importante hablar de estos temas con honestidad y proponer soluciones que no impliquen un sacrificio excesivo. Muchas veces, lo que genera culpabilidad es la falta de diálogo o el temor al juicio, por lo que una conversación sincera puede aliviar mucha de esa carga emocional”, asegura.

"Supongo que hay hermanas que o compiten entre ellas. Nunca las he conocido”

Para finalizar, recuerda que las relaciones familiares deben basarse en la comprensión mutua. La persona que gana más también puede sentir presión por ser el "sostén", y abrir estos temas de manera empática puede ayudar a crear un terreno común donde ambas hermanas se sientan vistas y respetadas. "Supongo que hay hermanas que no compiten entre ellas. Nunca las he conocido”, escribió la autora Lisa Grunwald, y el hecho de que sus palabras siempre sean mencionadas cuando se habla sobre relaciones entre hermanas demuestra que aunque los vínculos que se establecen son sagrados, no por ello son menos conflictivos y delicados.

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Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.