«Cada día es el primer día», dice María Bello (Vitoria, 1981), directora de Personas y Diversidad de Iberia, que asume esa máxima de la compañía con la serenidad que le otorga la experiencia de haber vivido en cinco años el mejor y el peor momento de la empresa: en 2019, con los mejores resultados de su historia y, poco después, con el 90% de la flota en tierra por la pandemia.

Esta vasco-argentina, licenciada en Derecho y Económicas por la Universidad de Navarra, con un máster en Recursos Humanos y madre de tres hijos, señala que, en su trabajo, «todos sentimos que formamos parte de un engranaje enorme y preciso, casi mágico, que logra que nuestros aviones vuelen todos los días conectando personas con sus destinos».

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Fernando Roi
Vestido de THE 2ND SKIN CO, chaqueta de MIRTO y sandalias de SANDRO.

¿Cómo se ve el mundo desde el cielo?
Con más perspectiva: eres consciente de que no eres tú solo, sino que formas parte de algo muchísimo más grande. Cuando estás en un avión, el silencio y la distancia te ayudan a reflexionar. Además, volar nos lleva a imaginar y también a soñar. En alguna película escuché que el mundo se hizo para verlo desde el cielo; yo también lo creo.

Desde que te incorporaste a Iberia asumiste, entre otras cosas, el reto de aumentar el porcentaje de mujeres en puestos de dirección. ¿Cómo se hace eso?

En 2021, nos comprometimos a llegar al 40% de mujeres en posiciones directivas antes del final de 2025. Fue una apuesta firme que sólo puede lograrse poniendo mucho foco y haciendo que las cosas pasen. Para ello es necesario monitorizar, analizar dónde tenemos talento y dónde debemos desarrollarlo. Además, trabajamos todos los días para asegurarnos de que nuestros procesos, especialmente los de selección y promoción, se abordan sin prejuicios.

Para eso es imprescindible formar al equipo de Recursos Humanos y sensibilizar a toda la organización. Tenemos que ser capaces de que, cuando llegue el momento, las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Contamos con programas como Take the lead, destinado al desarrollo de talento femenino interno mediante asesoramiento, mentoring y formación para lograr mayor visibilidad en la empresa, potenciar la marca personal y aprovechar el networking.

La presencia de mujeres en puestos directivos en la compañía ha aumentado notablemente, pero en el sector aeronáutico el porcentaje todavía es minoritario.

Este ámbito ha sido tradicionalmente masculino, porque las principales áreas operativas de las compañías del sector eran lideradas por ingenieros y pilotos, profesiones donde los hombres han sido también mayoría. Poco a poco vamos mejorando las ratios, pero es una labor a largo plazo. En Iberia, trabajamos en dos líneas principales. La primera, generar vocaciones tempranas, a través de programas de experiencias con chicas jóvenes. Y la segunda, impulsar la presencia de mujeres en puestos de dirección con visibilidad. Ahora tenemos un gran número dirigiendo tanto en el espacio de la aerolínea como en el de mantenimiento. Profesionales extraordinarias que están sirviendo de inspiración a las que vienen detrás.

El talento femenino, ¿sigue demasiado oculto?

Sinceramente creo que hemos avanzado mucho. No obstante, tenemos que seguir ayudando a las mujeres a hacerse ver más. Es necesario que las empresas dispongan de los mecanismos necesarios para que no queden ocultas y también es importante que ofrezcan a las mujeres todas las herramientas posibles para ayudarlas a avanzar.

La diversidad es rentable para las empresas, para su eficiencia y su bienestar"


¿Y qué estereotipos crees que son más urgentes de derribar?

Quizá demostrar que la necesidad de que haya más mujeres en puestos de dirección no es una moda, y que nada tiene que ver con una ideología política. La diversidad, también la de género, es lo mejor para las empresas, para sus resultados económicos, para su eficiencia y para el bienestar de quienes formamos parte de ellas. En definitiva, no hay puestos destinados a ser ocupados por hombres o mujeres. Es una cuestión de igualdad de oportunidades. Y de que cada uno decida sin miedos si opta a ese puesto sabiendo lo que se espera de la persona que lo ocupe.

En tu opinión, ¿existe un talento femenino?

No creo que haya un talento específicamente femenino, pero sí habilidades que tradicionalmente han sido más asociadas a las mujeres, como la empatía, la colaboración, la multitarea o la resiliencia que hemos adquirido tratando de llegar hasta donde queremos. Aunque pienso que eso también es un estereotipo. De hecho, si repaso las personas que han sido referentes para mí a lo largo de mi carrera profesional, lo cierto es que son hombres los que me han enseñado a construir conexiones y a leer las relaciones de poder en las organizaciones, y son mujeres las que me han mostrado la importancia del esfuerzo, del rigor y de la fuerza del análisis a la hora de tomar decisiones. Trabajar para la igualdad implica reconocer y valorar las habilidades de todas las personas, independientemente de cuál sea su género.

Otra de tus misiones apuntaba a un cambio cultural dentro de la compañía. Una tarea difícil, porque ha de liderar a más de 10.000 empleados. ¿Cómo se cambian los pilares de una empresa como Iberia?

Eso no es algo que se produzca de la noche a la mañana. Es un trabajo de largo plazo en el que son imprescindibles la coherencia en los mensajes y la consistencia en la toma de decisiones. El cambio cultural de Iberia comenzó con la llegada de Luis Gallego [ahora CEO de IAG] en 2013. Desde entonces, liderando desde el ejemplo y con el foco en las personas, se ha logrado dar completamente la vuelta a los resultados financieros y operativos. Hoy Iberia tiene la mejor situación de su historia y consistentes planes de crecimiento.

Un líder debe construir confianza, inspirar a los equipos actuando con coherencia"

En la compañía defendéis un estilo de liderazgo “con propósito”, ¿puedes explicar en qué consiste?

El propósito de una compañía es su razón de ser, es su ADN y, al mismo tiempo, un compromiso con su entorno. El de Iberia es: “Desde España, generamos prosperidad conectando personas con el mundo”. Pero para que el propósito tenga sentido y utilidad debe ser compartido por todas las personas de la organización. Y ahí el papel de los líderes es esencial. Un líder debe construir confianza, inspirar a los equipos hacia ese propósito, actuando con coherencia. Los líderes, con su ejemplo, son los que dan la seguridad al resto acerca del porqué y para qué trabajamos.

Uno de los temas que siempre destacamos en Elle es la importancia de políticas de conciliación y corresponsabilidad. ¿Cómo lo haces tú?

La verdad, lo mejor que puedo. Hay veces que me considero una malabarista profesional. Es conveniente saber distinguir muy bien qué es lo verdaderamente importante y no siempre lo he tenido claro. Afortunadamente, cuando vas teniendo más experiencia te das cuenta de que el “siempre sí” en lo personal y profesional no funciona.

La confianza de tus jefes y de tu equipo, y una cultura basada en los resultados ayuda mucho, ya que sabes qué es lo que tienes que conseguir y puedes organizarte como mejor se ajuste a tus necesidades vitales.

¿Hay algún viaje que recuerdes con especial cariño?

Quizás elegiría la primera vez que viajé con mi marido y mi primer hijo a Argentina, el país de nacimiento de mi padre, donde aún tengo a toda mi familia paterna. El momento de compartir parte de mis raíces, que mi familia allí conociese a mi hijo Juan y que todos viviésemos ese espíritu italo-argentino de compartir es vivir. Fue un momento único de celebración y conexión de las dos culturas.

Confío en que los viajes sigan manteniendo la magia de conectarnos con el mundo"

¿Cómo crees que serán los viajes del futuro?

Pues seguro que más sostenibles y digitales, más cómodos, rápidos y sencillos, con más entretenimiento a bordo y más opciones de destino. Pero confío en que sigan manteniendo la magia de conectarnos con el mundo, de permitirnos conocer otras culturas y hacernos soñar.

Y si el viaje es una metáfora de la vida, ¿cuál crees que es tu destino?

Como en cualquier viaje, lo importante para mí no es tanto el destino sino cómo llegas a él. Disfrutar siempre del momento, valorar la suerte de poder viajar, vencer las adversidades porque no hay ningún viaje perfecto, tener la ilusión de alcanzar un destino mejor y hacer lo posible para que mis compañeros de viaje tengan una buena experiencia. Y, por supuesto, todo con mucho, mucho sentido del humor.

María Bello lleva vestido de The 2nd Skin Co., chaqueta de Mirto y sandalias de Sandro.