"Unir los puntos. Creo que somos buenos en eso", dice Rita Gutiérrez (Monforte de Lemos, 1974) con ese plural mayestático que denota su interés por el trabajo en equipo. La consejera delegada de Starcom, una de las agencias de medios más importantes del sector –y perteneciente a Publicis Groupe–, confiesa que ya cuando estudiaba y entró en una agencia, se enamoró de los medios. No obstante, esta licenciada en Publicidad, que abandonó la arquitectura por su otra vocación, está convencida de que su parte más analítica convive perfectamente con una visión humanística del negocio: "Durante mucho tiempo, el posicionamiento de Starcom era lo que llamábamos human experience company. Ahora hemos evolucionado hacia el move people, move business, pero las personas siempre están ahí", explica sobre la revolución de un mercado en el que los datos o la inteligencia artificial parecen marcar nuevos rumbos. "Hoy tenemos más información, más datos que nunca. Pero, al final, más que a consumidores o clientes, tenemos que dirigirnos a personas: la gente necesita sentirse identificada y eso es lo que ayuda a que un negocio crezca, que nos llamen, nos recomienden", continúa.
"Hemos pasado del storytelling al data telling. Es decir, usamos los datos, pero para contarte algo, porque seguimos necesitando que nos cuenten historias. Y por mucho dato que tengas, si no hay personas detrás sacando lo que es importante, extrayendo la información y sabiendo aplicarla, no sirve de nada. Yo siempre digo que los anuncios son un reflejo de la sociedad".
La formación y el cambio
Otro de esos cambios, incide esta gallega, está en la necesidad de adaptarse a lo que venga: ella, que creció entre Ferrol, donde su padre trabajaba como médico, y Monforte de Lemos, donde su madre tenía un estudio de arquitectura, se ha pasado media vida dando saltos de un lugar a otro: "Con 16 años, mi padre se empeñó en que estudiara en Estados Unidos. En aquella época yo no quería, y al principio fue duro. Pero luego resultó una experiencia increíble», y está convencida de que, con el tiempo y la perspectiva, algunas de esas decisiones que no compartía de adolescente, han hecho de ella la persona que es.
"Mi padre era un tío serio y duro, pero luego una bellísima persona", dice sobre uno de sus referentes en la vida. "Nos inculcó valores en casa y la cultura del esfuerzo", y, pese a dedicarse a profesiones tan distintas, admite emocionada que siempre le dio muy buenos consejos y visión de futuro. "Supongo que su empeño en que viajara me permitió no tener miedo al cambio, a salir de eso que llaman tu zona de confort". Y a atreverse: "No soy de pensar en qué hubiese pasado si... Soy más de mirar hacia adelante. Y si te equivocas, pues tener la humildad de reconocerlo", asegura.
El papel de las mujeres
Ella también señala otro cambio social, dirigido a las mujeres: «Nosotras ya hemos demostrado que podemos, que somos tan capaces como los hombres, igual de talentosas. Pero, aparte, tenemos soft skills diferentes, que para muchas cosas son muy valiosos. Sin embargo, también pienso que para que el cambio cale en la sociedad aún tiene que pasar alguna generación más".
Aunque Gutiérrez está en un sector donde la igualdad no está reñida con las cuotas –su empresa está compuesta por un 70% de mujeres– ella aplaude que cada vez haya más mujeres en puestos directivos. "Aunque sólo sea por estadística, alguna tiene que valer, ¿no?", cuestiona. Pero señala el cambio: "Yo personalmente nunca he percibido grandes diferencias por ser mujer. Y he tenido jefes, mujeres y hombres, maravillosos que me han dado oportunidades". Pero, más allá de su caso, entiende que el papel de las mujeres en las empresas es fundamental: "Es importante que se lo crean, que lo fomenten, que ayuden. Porque no se trata sólo de que te den a ti una oportunidad, sino de generar una corriente para las que vengan. Yo, por suerte, he tenido oportunidades de manos de hombres y mujeres que han confiado en mí», expresa Rita. "De hecho, me contrataron para dirigir la oficina de Barcelona estando embarazada".
De hecho, desde hace años, Publicis Groupe cuenta con un programa muy interesante denominado Viva Woman que apoya el talento y el crecimiento en la compañía: "Yo soy mentora desde hace un montón de años y lo disfruto muchísimo, porque gracias a ello ves el cambio", dice sobre las distintas acciones que ayudan, entre otras cosas, a acabar con el llamado síndrome de la impostora. "¿Quién no lo ha padecido alguna vez?"...
Y, aunque no sea la norma, ejemplos como el suyo se convierten en referentes. Ella, que se trasladó a Barcelona hace 20 años por trabajo, recuerda que hace ocho le ofrecieron dirigir la oficina de Madrid, viajando semanalmente para asumir el reto. "Me hacía mucha ilusión y era una gran oportunidad, pero en esa época mis hijos eran pequeños, y tuve un momento de duda. Pero quien más me animó fue mi marido. Aunque ¿sabes lo que le decían a él algunos compañeros?: “Pobrecito, ¿y qué vas a hacer ahora?”.
El valor de la experiencia
Para Rita la experiencia, sin duda, "es un grado". Y más en estos momentos donde la transformación digital obliga a incorporar más perfiles jóvenes a las empresas. Por eso reivindica valores como el sacrificio, el esfuerzo o la implicación con las organizaciones del personal veterano. "Una de las cosas que aprendes con el tiempo, y especialmente si eres madre, es a relativizar y a priorizar. Los que trabajamos en un sector tan exigente como este, en ocasiones vives mucho drama". Por eso advierte de la necesidad de recordar de vez en cuando eso de que "es sólo un trabajo... y mañana ya vendrá otro".
También explica emocionada que vivir momentos personales dolorosos, como la pérdida de sus padres, le ha enseñado a valorar otras cosas "y cambiar un poco el chip en este mundo de velocidad y que a veces vamos como locos. Así que ya no aplazo". Eso y disfrutar de cada momento: "Este año cumplo 50 y, por supuesto, pienso celebrarlo a lo grande".
*Rita Gutiérrez lleva vestido burdeos estampado de MAKSU y aros plateados de FAHOMA.