El 80% de los españoles se considera feliz, según los datos ofrecidos en 2024 por la encuesta Felicidad y valores del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). Un informe que revela que los aspectos que ayudan a sentirnos bien son, por este orden: la salud propia y de los seres queridos (un 21,8%), la situación económica (21,4%) y las relaciones sociales, familiares o amistosas (16,6%). Aunque también consideramos relevantes una óptima situación laboral, disponer de más tiempo libre y de calidad, la mejora en la política y alcanzar la paz y la justicia. Con estos datos, podríamos afirmar que España es un país feliz.

Pero eso no significa que el día a día se nos haga un poco bola con realidades que pueden parecer hasta distópicas, y que tienen que ver con los negacionismos –cambio climático, ciencia, violencia contra las mujeres...–, la precariedad, la desigualdad, la proliferación descontrolada de fake news... Sin embargo, nada como recordar eso de «al mal tiempo, buena cara». Es el mantra que defendemos en ELLE, donde creemos en la necesidad de afrontarla vida con ligereza, en el poder transformador del humor, en la revolución de una simple sonrisa.

Pero, ¿cómo empezar dicha “revolución”? Por ejemplo, con gestos sencillos, como un desayuno consciente, una buena carcajada o un instante de gratitud, que nos ayudan a sentirnos más plenos. El verano es buen momento para empezar a practicarlos: las horas de luz solar juegan a nuestro favor, y el ritmo circadiano sincroniza nuestro sueño –si no hay ola de calor, claro– y producimos más serotonina, un neurotransmisor conocido como la «hormona de la felicidad».

Ríete como si volvieras a ser una niña

400 veces. Esa es la cantidad que un niño se ríe de media al cabo del día. Una cifra que en un adulto disminuye hasta unas 20 o 30 ocasiones. Un dato nada halagüeño, si tenemos en cuenta los innumerables beneficios de echarse una buena carcajada. Desde el punto de vista fisiológico, la risa involucra hasta 400 músculos, la respiración y la liberación de sustancias químicas en el cerebro. Es un proceso mucho más complejo de lo que podamos imaginar, y la contracción muscular, unida a la alteración de la respiración, da lugar a ese sonido expansivo que tanto placer produce, ya sea al experimentarlo o al escucharlo en quienes nos rodean. «La risa es la primera comunicación prelingüística entre madree hijo. No entiende de idiomas y nos permite comunicarnos con cualquier persona», explica Irene Megina, experta en ingeniería emocional y fundadora y directora de la Escuela de Risoterapia de Madrid.

«La risa es una catarsis que te libera de cualquier energía negativa. Te deja con la mente en blanco y el alma tranquila» (Irene Megina)


Su experiencia le indica que el sistema en el que vivimos «fomenta una alegría falsa y disfuncional basada en chutes de dopamina –pantallas, azúcar o cualquier otra cosa a modo de droga– que proporcionan un subidón rápido, pero que, al rato, termina en un gran bajón». Es una alegría que a menudo se relaciona con el éxito económico y el estatus social, pero que no se corresponde con la realidad.

Entonces, ¿cómo es la de verdad? «Es la que nos hace sentirnos completos, en paz y en conexión con la vida y lo espiritual. Un estado que no se alcanza si antes no se tienen todas las demás emociones bien colocadas», añade. Y asegura que la risa «es una catarsis que te libera de cualquier energía negativa, nadie puede controlarte si tienes tu risa y tu alegría activadas. Te deja limpia, con la mente en blanco y el alma tranquila».

la risa como revoluciónpinterest
Amina Marazzi Gandolfi / Courtesy of La DoubleJ//LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT
La risa y la actitud positiva, acompañadas de otros pequeños gestos, nos pueden ayudar a llevar una vida más equilibrada y saludable.

Y aunque buscamos momentos de risas y desconexión a diario –esa serie de Netflix antes de dormir, ese libro de una coach que tan buenas reseñas tiene, vestirte de colores, llenar tu casa de plantas abrazando la biofilia...–, todas las expertas consultadas coinciden en que cómo comencemos nuestro día puede encaminarnos hacia esa felicidad. Y estas son algunas recomendaciones: «Hacer ejercicios cada mañana para relajar el cuerpo –en uno tenso resulta difícil que se produzca la risa–, hablar en primera persona y mirar a los ojos para estar conscientes».

Beberse la vida

«La felicidad no es algo que aparezca por arte de magia. Se construye. Se cultiva. Se despierta», asegura la health coach Zoa Luengo, experta en nutrición integrativa y mentora de salud formada en el IIN (Institute for Integrative Nutrition) de Nueva York. Y añade que sentirse bien es el mejor tratamiento de belleza. «Hay cremas que prometen luminosidad, suplementos que juran darte más energía y rutinas que te piden disciplina. Pero existe algo mucho más poderoso, gratis y disponible: cómo eliges empezar tu jornada», advierte. Y es que para ella la clave de una existencia alegre está en cómo arrancas el día. Y nos da sus tips de profesional: «Crea tu espacio cada mañana, aunque sean 5minutos. No es necesario meditar una hora ni leer tres capítulos. Sólo tómate un momento para ti. Antes del móvil, antes del ruido. Respira profundo, estírate, siéntate contigo. Este minireset baja el cortisol, equilibra tu sistema nervioso y te ayuda a estar presente», explica. Y apuesta por bebidas como el agua tibia con limón, jengibre y cúrcuma. «Las bebidas vivas despiertan la digestión, limpian el organismo y preparan el cuerpo para absorber nutrientes (y alegría)». Luengo también destaca la importancia del lenguaje amable con nosotras mismas. «Activa una emoción positiva con una palabra o intención. Elige conceptos que te inspiren calma, poder, foco, gratitud... Escríbela en un papel, en un anota del móvil o repítela frente al espejo. Ese debe ser tu ritual de belleza emocional diario», asegura.

“Lo que haces durante los primeros momentos del día marca tu actitud para el resto de la jornada” (Zoa Luengo)

Y también incide en la importancia de moverse, de la forma que sea, pero hacerlo. «Baila, camina, estírate, pon una canción que te anime. El movimiento activa endorfinas, te conecta contigo y libera lo que el cuerpo no necesita retener. No tiene que ser un entrenamiento duro. Únicamente debe ser real. Moverte es vivir». ¿Un tip más para enfocar tus jornadas hacia la felicidad? «Haz un desayuno consciente, que te nutra. Lo que comes al empezar el día influye directamente en tu nivel de energía, tu piel y tu estado emocional. Elige alimentos vivos, antioxidantes, con color. Desayuna bonito, aunque sea simple». Y propone su Boom de cacao, un batido que lleva cacao, café, dátiles, proteína, crema de avellana, canela, agua y hielo, y que «está científicamente conectado con la producción de neurotransmisores y sustancias que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y activan sensaciones de placer y bienestar».

Y nos explica por qué nuestra despensa puede ser una gran aliada para ayudarnos.a sentirnos más felices. «El cacao puro es la estrella: rico en triptófano y esencial para producir serotonina. Contiene feniletilamina (provoca euforia) y magnesio, que relaja el sistema nervioso. El café, por su parte, estimula la dopamina, que mejora la motivación y el enfoque, y la proteína es una fuente de aminoácidos que generan neurotransmisores como serotonina, dopamina y oxitocina». Y sentencia: «Lo que haces en los primeros minutos tras levantarte marca tu energía y tu actitud para el resto de la jornada».

Humor feminista: risas con causa

La comunicadora Isa Calderón lleva años girando por toda España con su show y podcast Deforme Semanal, por el que ya ha ganado dos Premios Ondas. En él, junto a la periodista y escritora Lucía Lijtmaer, «nos reímos del heteropatriarcado y de las injusticias que sufrimos las mujeres. Y nuestras risas y las del público son un desahogo y una venganza, te ríes de algo que es muy injusto», afirma. Sobre el humor de las mujeres, apunta: «Como decía Margaret Atwood, autora de, entre otros, El cuento de la criada, “los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos, y las mujeres tenemos miedo de que nos maten”». Y habla del humor que atraviesa, descoloca e invita a la reflexión. «Las mujeres estamos más necesitadas de risa. Las violencias que sufrimos van a seguir existiendo por desgracia. Pero ya les ponemos nombre. Y por fin podemos hablarlo y reírnos de quienes tienen más privilegios que nosotras. ¿Qué quieres que te diga? Es absolutamente catártico y recomendable. Además de imparable».

4 preguntas a Isa Calderón, comunicadora y ganadora de dos Premios Ondas por el ‘show’ de humor feminista ‘Deforme Semanal’

  1. Con el humor, ¿se nace o es algo que se construye?
    Yo he sido una payasa desde niña, nací con ello. En mi familia nos reímos mucho de todo, y no concibo mi existencia sin estar carcajeándome todo el rato. Busco la risa constantemente.
  2. ¿Qué reacción provoca en el público tu propuesta junto a Lucía Lijtmaer?
    La risa es política. Y no hay arma más poderosa que el humor feminista. Lo que más me gusta en la vida es reír y hacer reír, resulta catártico. Me voy a casa con la dopamina y las endorfinas a tope.
  3. ¿Hay algo de lo que nunca harías humor?
    Por supuesto. Éste tiene que ir de abajo a arriba, no hay que reírse de gente con menos privilegios que tú. Los cómicos han utilizado siempre a los cojos y a los gais, nosotras jamás lo haríamos.
  4. ¿Tus consejos para una vida feliz?
    Tener una rutina diaria que te saque del caos, rodearte de cinco buenos amigos que te digan lo bueno y lo malo y te cuiden, y no enamorarte de gilipollas. ¡Atención a las red flags! Te ahorran años de terapia y dinero.
Headshot of Lidia A. Costa
Madrileña de nacimiento, pero aguileña (de Águilas, Murcia) de corazón, es licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid y Máster en Análisis Sociocultural del Conocimiento y la Comunicación, también por la UCM. Ha sido profesora de Periodismo de Moda en el Centro Universitario Villanueva, ha publicado ‘Fit Girls. Súmate al fenómeno de moda en Instagram’ (Ed. Lunwerg) y lleva 25 años trabajando en prensa femenina. Eterna doctoranda en Estudios Feministas y de Género, ex-bailarina clásica aficionada y gran deportista, adora el mundo de la moda y contar historias de todo.