- ¿Le quieres sólo tienes miedo a estar sola? 25 señales
- Cómo superar una ruptura am0rosa: 16 consejos infalibles
- 6 motivos por los que tu pareja podría romperse y qué puedes hacer para evitarlo
Una separación es un auténtico terremoto emocional que conlleva diferentes etapas, desde la aceptación de la situación, al duelo y la superación. Al dolor emocional hay que sumar también el reto de enfrentarse a cuestiones prácticas y a veces tan difíciles como los acuerdos de separación y custodia de los niños, la venta o alquiler de una vivienda en común, la búsqueda de nueva casa para vivir. Cuestiones todas ellas que pueden hacer que la ruptura se convierta a veces en un auténtico cataclismo personal.
¿Vas a separarte? ¿Estás pasando por esta situación? Tranquila, hay muchas cosas que pueden ayudarte a transitar de forma mucho más amable, serena y consciente por esta situación: desde la adopción de nuevos hábitos y herramientas de gestión emocional, hasta soluciones prácticas para llevar mejor la parte económica o la búsqueda de una nueva casa. Con la ayuda de dos expertos te hemos preparado una pequeña guía con claves emocionales y prácticas para ayudarte a llevar mejor este momento. Lo primero que tienes que tener claro es que ¡pasará! Y cuanto más tranquila, serena y consciente de los pasos que tienes que dar estés, más fácil será todo.
Por qué son tan duros los procesos de separación
¿Qué podríamos hacer para no sufrir tanto en un proceso de este tipo? ¿Por qué son tan duras las rupturas sentimentales? “Las separaciones pueden ser potencialmente traumáticas, dependiendo de la persona y su contexto, debido a la ruptura de un vínculo emocionalmente significativo para la persona, y por la propia alteración de los hábitos y las rutinas diarias”, dice el psicólogo Unai Aso, portavoz de Buencoco Psicología Online. “Cuando se rompen los vínculos afectivos se activan respuestas de ansiedad y estrés. La persona percibe la ruptura como una amenaza a su integridad y esto tiene consecuencias en su bienestar psicológico. La incertidumbre de no saber qué puede ocurrir después de la ruptura también genera ansiedad”, añade.
Que la ruptura sea más o menos traumática, o no lo sea en absoluto, como apunta Unai Aso, dependerá de múltiples factores, “pero principalmente de las estrategias de afrontamiento que ponga en marcha cada persona”. Algunos factores de protección que señala este experto son “tener un buen apoyo social, la búsqueda de ayuda, la búsqueda de reforzadores (como realizar actividades agradables), generar nuevos hábitos y el autocuidado”. “Con todo, es importante entender que toda ruptura es dolorosa y cada persona puede procesar el dolor de distinta forma”, subraya.
“Una separación puede llegar a ser un proceso muy duro, sobre todo cuando llega de modo inesperado porque tu pareja te deja, hay una infidelidad o las discusiones constantes han hecho que se haya perdido el respeto entre ambas partes”, dice Ana Belén Medialdea (@anapiscologamadrid), psicóloga especializada en terapia estratégica. Sea del modo que sea, como subraya esta experta, “una separación implica un cambio de vida, que no necesariamente debe ser un cambio a peor, pero sí que es cierto que todo cambio necesita un periodo de adaptación, y mientras la adaptación llega vivimos un proceso de duelo”.
Estas son las etapas que vas a vivir durante la separación
¿A qué momentos o etapas emocionales nos vamos a enfrentar durante una separación? ¿Las separaciones son como duelos? “Como dice Unai Aso, “cuando la ruptura es muy dolorosa e implica una pérdida de una relación significativa, en muchos aspectos es similar a un proceso de duelo”. Como añade, “el modelo clásico de Kubler-Ross habla de cinco etapas por las que teóricamente pasa la persona: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Pero, como matiza, “esto no tiene por qué ser así, ni tampoco es algo secuencial ni ocurre siempre (el estudio de Bonano 2002 mostró que solo un 11% de las personas en duelo seguían este patrón de etapas)”.
Así, como subraya el portavoz de Buencoco, “no hay una única manera de procesar el duelo, ni una forma más o menos correcta; es una experiencia individual y varía culturalmente”. “Cada persona superará el duelo antes o después en función de factores personales y contextuales (estabilidad laboral, si tiene apoyo de amigos y familiares, si pone en marcha estrategias de afrontamiento eficaces, si busca ayuda, si desarrolla o no problemas psicológicos concomitantes, etc.)”, recalca.
Como nos explica Ana Belén Medialdea, “durante este proceso atravesamos varias fases: la fase de la negación (en la que muchas veces hacemos como si no nos estuviera pasando nada, nos resistimos a creer o actuar como si esto estuviera pasando, evitamos hablar del tema, hacemos como si con nosotros no fuera la cosa, quitamos importancia…), después, cuando conectamos un poco con la realidad, viene la fase de la rabia (estamos muy enfadados por lo que nos han hecho, por lo que hemos tenido que vivir, por tener que cambiar nuestra vida…). En esta etapa, en los procesos de separación sobre todo con hijos, cuando ambas partes o una de ellas se deja llevar por la rabia, es complicado ya que aparece la falta de acuerdos, una mala comunicación, el no respeto ante cosas que previamente se habían pactado, conflictos económicos y por la casa, los reproches, la manipulación….”.
Después, como continúa Medialdea, “aparece la fase de la tristeza, en la que muchas veces, no puedes parar de llorar, te sientes apático, no te apetece hacer cosas, te puedes aislar de los demás, dejas de cuidar de ti y te sientes muy culpable por lo que te ha ocurrido y por no haber podido evitarlo….”. “La siguiente fase es la de negociación, una etapa en la que comienzas a conectar con que lo que ha pasado, con que es algo que ha llegado para quedarse, tienes más claro que no vas a volver a esa relación y que tienes que seguir caminando hacia adelante y cambiando cosas para conseguirlo”, apunta la psicóloga.
En la fase de negociación, como explica Medialdea, “es cuando comenzamos a tomar decisiones pensando más en nosotros mismos y en nuestro futuro”. “Es como si hiciéramos un trato con nosotros mismos y nos dijéramos: Vamos, tenemos que salir de esta y seguir hacia adelante, ¿qué tenemos que hacer?”. Esta fase, según la experta, nos lleva a la última de todas, que es la aceptación. “En esa etapa ya has terminado de aceptar tu situación y a nivel emocional ya no tienes una herida que sangra sino una cicatriz que sabes por qué está ahí pero ya no te duele”, dice la psicóloga.
Los errores que debes evitar en este momento
Suplicar, caer en los reproches, intentar hacer daño al que lo ha dejado, buscar desesperadamente a otra persona, utilizar a los niños… ¿Qué errores no debemos cometer en este momento? “Suplicar o intentar reconciliarse de manera insistente puede resultar contraproducente y perpetuar el dolor por la experiencia de ruptura”, dice el portavoz de Buencoco. “Al final, lo más importante es permitir que el proceso de desvinculación se produzca de manera gradual y natural”, añade
Como continúa Aso, “los reproches y el resentimiento pueden intensificar el malestar y dificultar la recuperación”. “Por otra parte, utilizar a los hijos, si los hay, como intermediarios o para manipular a la expareja también es un error que puede tener consecuencias negativas”, dice. “En los casos en los que los puentes estén rotos, es importante no negarse a la figura de la mediación, que puede ser de gran ayuda”, añade el psicólogo.
Cómo actuar cuando hay niños
Cuando hay niños las cosas se complican… ¿Cómo contárselo? ¿Cómo actuar con ellos para que sufran lo menos posible? “Los estudios muestran que los niños que se sienten atrapados entre padres en conflicto tienen más probabilidades de sufrir ansiedad y disonancia cognitiva, afectando negativamente su relación con uno de los padres” apunta Unai Aso. Por lo tanto, como dice este experto, “es importante abordar la separación con ellos con honestidad y sensibilidad, con una comunicación clara y adaptada a la edad del niño, y mantenerles informados sobre los cambios en el contexto familiar en todo momento”.
“Explicar la situación sin culpar a ninguna de las partes y asegurando a los niños que no son responsables de la separación también puede ayudar a reducir su ansiedad y confusión”, apunta Aso. “También es importante que se sientan escuchados y, si son adolescentes, validar lo que sienten y tener en cuenta sus pensamientos e ideas sobre las decisiones que se deben tomar”, añade este psicólogo. Aquí tienes pautas para separarte sin hacer daño a los hijos.
Además, como subraya este psicólogo, “es importante mantener una rutina estable y proporcionar un ambiente seguro y de apoyo”. Como nos cuenta Aso, “los estudios también muestran que los niños se benefician cuando ambos padres continúan involucrados de manera positiva en sus vidas”. Por último, como recalca el psicólog, “en los casos necesarios, buscar el apoyo de un psicólogo puede ser muy beneficioso para manejar sus reacciones emocionales y comportamentales”.
“También hay padres y madres que posponen la decisión pensando que puede esto hacerle mucho daño a sus hijos, olvidándose de que lo que realmente hace daño a un niño es ver a sus dos figuras de referencia discutir y faltándose el respeto”, apunta Ana Belén Medialdea. “Los niños son esponjas y si queremos que entiendan que el amor debe basarse en el respeto, si nuestra relación no es así y estamos posponiendo tomar la decisión por ello, lo mejor que podemos hacer es separarnos por ellos”, añade la psicóloga.
Esto puede ayudarte a llevar mejor la parte emocional
Como dice Una Aso, “la clave es no olvidarse de las conductas de autocuidado: tratar de mantener o desarrollar nuevos hábitos saludables (dieta, ejercicio, hobbies, ocio, descanso); y buscar apoyo social (hablar con amigos, familiares y personas de confianza)”. Y también, como subraya este experto, “permitirse tener días malos, no tener prisa para superar la ruptura y, si es necesario, iniciar un proceso de terapia”. Esto puede ayudarte a saber si necesitas ir a un psicólogo.
¿Ayudan las aplicaciones para conocer gente en este momento? ¿O hay que estar preparados antes de intentar conocer a otra persona? “No hay evidencias que sugieran que ayuden ni lo contrario, dependerá de cada persona y de su contexto”, dice Aso. Como apunta este experto, “para algunas personas pueden ser un estímulo de distracción y una oportunidad para conocer nuevas personas, lo que puede ser positivo; pro para otras, comenzar una nueva relación demasiado pronto o sin haber resuelto el duelo previo, puede resultar perjudicial”. Aquí tienes consejos para cuidar tu salud mental en las citas por internet.
Como dice el portavoz de Buencoco, “lo importante es entender que, en el contexto de una separación, no hay una ‘receta’ única para todos ni una manera más o menos correcta de superar una ruptura”. “Hay que respetar el ritmo y las necesidades afectivas de cada persona. Y si la persona (o su entorno) reconoce en sí misma señales preocupantes, como una ansiedad excesiva o síntomas depresivos (como la pérdida de interés en actividades diarias, cambios bruscos en el apetito o el sueño, sensación de desesperanza, etc.) es recomendable buscar ayuda profesional de un psicólogo cualificado”, aconseja Unai Aso.
“Si estás atravesando un proceso de separación es muy importante que recuerdes que ahora más que nunca necesitas cuidar de ti, priorizar tu autocuidado, permitiéndote descansar, hacer actividades que te gusten y te permitan mantener un equilibrio emocional y físico, así como hacer deporte para liberar endorfinas que te permitan sentirte mejor y canalizar el estrés que conlleva este proceso difícil”, añade Medialdea. “En los momentos más duros es cuando más nos necesitamos. Será muy necesario contar con una red de apoyo y, si esta red la tienes cerca de ti, será mucho más beneficioso; amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo que se hayan convertido en personas importantes para ti e incluso un terapeuta para manejar las emociones y el estrés, si es necesario”, añade la psicóloga.
El dinero, la casa, el convenio… cómo afrontar la parte práctica
Una separación es una de las situaciones más duras y estresantes para cualquier persona. Además de la parte emocional, en una ruptura normalmente hay que enfrentarse también a la parte práctica, por muy desagradable que sea: abogados, dinero, custodias, propiedades, casa… Como dice Ana Belén Medialdea, “cuando rompemos con nuestra pareja cambiamos de vida, de casa, de trabajo o alguien fallece, atravesamos un proceso de duelo que, si lo gestionamos de un modo saludable, nos permite adaptarnos a nuestra nueva situación”.
En un proceso de separación, aparte de tener en cuenta todo lo anterior para ayudarnos a nivel emocional, esta experta señala la importancia de contar con los cambios logísticos que van a ocurrir en nuestra vida y que nos cuenta a continuación:
- “Una de las decisiones que deberemos tomar es qué hacer con nuestra vivienda familiar. Si quedarnos en ella o venderla y repartir los beneficios en el caso de que sea de los dos; buscar cada uno un lugar para vivir…
- Deberéis dividir vuestros bienes, haciendo un inventario y valorando todo lo que tenéis en común, identificar si hay deudas u otras obligaciones financieras y tomar la decisión de dividirlo y resolver las cosas pendientes.
- En el caso de que haya hijos, será necesario establecer acuerdos de custodia y determinar cómo vais a afrontar la manutención para cubrir las necesidades de vuestros hijos.
- Cambiar de nombre los documentos y suministros que tengáis en común.
- Si hay matrimonio, se deberá comenzar a dar los pasos legales necesarios para disolverlo. En el caso de no haber llegado a contraerlo, la misma separación física ya sería un cierre de etapa”.
“Estos cambios suponen malestar y a veces podemos complicarnos aún más cuando no gestionamos nuestro duelo de una forma saludable, evitamos darle el divorcio o no hacer ‘fácil’ la salida del hogar”, dice Medialdea. “Y es que hay muchas personas que deciden quedarse durante un tiempo a vivir bajo el mismo techo, lo que dificulta aún más el proceso”, añade.
¿Esta parte está siendo muy difícil, no llegáis a un acuerdo? “Cuando no hay una buena relación, es importante recurrir a abogados o mediación familiar para que te puedan ayudar a comunicarte con tu expareja para llegar a acuerdos. En estos casos, lo mejor y justo es esto, tenerlo todo claro y dictado por un juez”, subraya Ana Belén Medialdea.
¿Tu ex se ha quedado la casa?
Hay una cuestión muy importante y que a veces se puede convertir en un drama: cuando es el otro el que se queda con la casa… ¿Cuánta gente tiene que volver con sus padres, compartir piso o vivir en un sitio horrible? ¿Qué hacer en este momento? “Muchas personas, ante un proceso de separación, se quedan aguantando en la casa familiar bajo el mismo techo”, dice Medialdea, que recalca la importancia de valorar cada situación y también la estabilidad económica que posee cada persona.
“Emocionalmente, quedarte en el domicilio familiar bajo el mismo techo hace que el duelo se alargue aún más, ya que no permitimos a nuestra mente procesar que ha habido un cambio y que ya nada es como en ese momento, cuando estabais bien en pareja. Por eso, cambiar de domicilio puede ayudarte a seguir mirando hacia adelante y dejar el pasado atrás”, apunta la psicóloga.
Cuando el otro se queda la casa, la solución más inmediata es regresar a casa de tus padres… “Esto puede ofrecer una red de apoyo emocional y reducir los costos de vida mientras te ajustas a la nueva situación (siempre y cuando tengas una buena relación con tus familiares). Sin embargo, esta opción también puede venir con desafíos, como la pérdida de independencia y posibles tensiones familiares”, dice Medialdea.
Otra opción es compartir piso con amigos o encontrar compañeros de piso a través de plataformas de alquiler compartido. Esto, como apunta la experta, “puede ser una solución económica y proporcionar un ambiente social positivo”. “Sin embargo, es importante asegurarse de que los nuevos compañeros de piso sean compatibles con tu estilo y expectativas de vida; y esto, cuando tienes menores a tu cargo, es mucho más complicado”.
¿Cuál es la solución? Como nos cuenta Ana Belén Medialdea, “cada día son más las personas que optan por buscar un alquiler flexible, con apartamentos amueblados y donde se incluyen los suministros y todo lo que necesitas para vivir”. Esta opción puede ser un buen recurso para hacer una mudanza “rápida” y, respecto a tus finanzas, saber cuáles van a ser tus gastos generales previamente”. “Cuando tenemos que mudarnos, comprar muebles o transportar todos los que ya tenemos suele ser un proceso muy engorroso; siempre que nos sea posible contar con una opción así nos puede facilitar mucho las cosas”, añade la psicóloga.
Además, como apunta la experta, “hoy en día hay opciones de alquiler flexible que no solamente incluyen los suministros sino que cuentan también con instalaciones preparadas para que puedas generar conexiones con tus vecinos, para que tus hijos se lo puedan pasar bien en un espacio seguro y donde podáis hacer actividades que os ayuden a cuidarnos física y mentalmente”, como los alojamientos flexibles de Be Casa, ideales si tu ex se ha quedado la casa y no sabes dónde ir. “Esta opción también es muy favorable si tu red de apoyo no es muy fuerte ya que en este tipo de viviendas hay muchas personas que están comenzando de cero, han llegado nuevas a la ciudad y necesitan conocer otras personas con las que establecer vínculos”, añade la psicóloga.
La importancia de cuidarte y buscar ayuda si la necesitas
“Quiero recordarte que es normal que estés sintiendo ahora mismo un conflicto de emociones y que en ocasiones, no te apetezca hacer cosas fuera, quedar con tus amigos o con tus seres queridos”, dice Medialdea. Este momento, como apunta la experta, “es importante que te puedas permitir conectar un ratito con esa tristeza para no invalidarla y, a la misma vez, que te permitas salir, aunque tengas que hacerlo sin ganas”. Hay momentos en los que es recomendable tomar decisiones sin ganas de tomarlas y hacer cosas sin ganas de hacerlas, ya que esto nos ayuda a cuidar de nosotros y asumir la responsabilidad que tenemos sobre nuestra persona”, añade la psicóloga.
“Permítete buscar ayuda legal o terapia psicológica si así lo necesitas, no tienes por qué poder sola con todo, este proceso no es fácil. Tómate tu tiempo y respeta tus ritmos porque esto es un proceso”, subraya la psicóloga. “Valida tus emociones, no pasa nada por estar triste y por sentirte como te sientes, lo normal en un proceso de cambio es tener muchas emociones, tanto agradables como desagradables, que se van mezclando”, añade.
“Valora la opción de comenzar de cero en otro ambiente, donde puedas conocer a nuevas personas que enriquezcan tu vida y te permitan conocer otras partes de ti que no conocías. Apúntate a actividades donde puedas conocer a gente que te pueda nutrir, aprovecha para volver a conocerte y descubrir qué te gusta en esta nueva etapa”, aconseja la experta.