La preocupación por el cambio climático ha llegado ya hasta la natalidad. No sólo hay estudios que demuestran que a las nuevas generaciones les hace replantearse la decisión de tener hijos sino que incluso han surgido movimientos para intentar frenar el proceso actual de cambio climático a través del control de la natalidad. Como BirthStrike o “huelga de nacimientos”, una iniciativa pacífica nacida en Inglaterra hace un par de años con el objetivo de hacer reaccionar a las autoridades frente al cambio climático. Sus miembros, profundamente concienciados sobre la necesidad de ayudar medioambiente y muy preocupados por el Planeta que heredarán las futuras generaciones, han optado por el control de la natalidad como medio de reducir el impacto humano en el medio ambiente y, sobre todo, como medio de presión.

Otro nuevo movimiento nacido en USA y llamado Conceivable Future intenta concienciar sobre la amenaza que supone el cambio climático en la justicia reproductiva. Su objetivo es presionar al gobierno estadounidense para que actúe en contra de la industria responsable del calentamiento global. ¿Su táctica? Compartir a través de su web las historias que el impacto del cambio climático está dejando en sus vidas reproductivas y llegar así a generar una mayor conciencia de crisis climática. “¿Qué daño le hará mi hijo al mundo?', ¿Qué tipo de daño le causará a mi hijo un mundo más caliente, más violento y menos estable?”, son preguntas que plantean desde Conceivable Future.

Y es que, según un estudio de 2017 titulado “The climate mitigation gap”, tener un hijo menos es una de las cosas que ayuda a reducir el ascenso térmico global, junto con vivir sin coche o evitar los vuelos trasatlánticos. Otras de menor impacto serían reciclar, lavar la ropa a mano o cambiar a un coche híbrido.

Según una encuesta del medio digital Business Insider, el 38% de los norteamericanos encuestados con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años, considera que el cambio climático debe ser un factor a tener en cuenta antes de tener hijos. Para aquellos con edades entre los 30 y los 44 años, el porcentaje con el mismo ideal baja al 34%.

¿De verdad ayuda reducir la natalidad?

Las tasas de natalidad ya están disminuyendo en todo el mundo, con un tamaño promedio de familia de alrededor de 2.5 niños. Según el INE (Instituto de Natalidad de España), la tasa de natalidad en España está en caída libre. “2019 supuso la cifra más baja en su primer semestre del año desde 1941, cuando comenzaron a recogerse estos datos, en plena postguerra”, dice Francisco Benedito, CEO de Climatetrade. Como dice este experto, en España, igual que en USA, “cada vez son más los jóvenes que deciden no tener hijos o tener un número reducido de hijos por culpa no solo del cambio climático, sino por la incertidumbre del mercado laboral, la sociedad de trabajo intensivo en la que vivimos, y el deseo de una mejor calidad de vida”. La verdad es que, visto así, asusta…

Según Benedito "las nuevas generaciones afirman estar atrapados en cuestionamientos éticos muy dolorosos que las generaciones anteriores no tenían que enfrentar, bien sea porque les preocupa la calidad de vida que tendrán ellos mismos o sus hijos, o simplemente porque son completamente conscientes de que tener hijos es una de las acciones que más coste medioambiental tiene”.

Pero hay más… Como nos revela el CEO de Climatetrade, “más allá de las justificaciones morales, existe un factor determinante por el que hoy en día el índice de natalidad ha caído en picado y, es que el cambio climático tiene consecuencias en nuestra salud, afectando directamente en la capacidad reproductora de muchos hombres y mujeres”.

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Cuánto contamina un niño

Según las investigaciones al respecto, la huella de carbono de un niño nacido en un país desarrollado es muy superior a la de un niño nacido, por ejemplo, en África. Efectivamente, como corrobora Benedito, cada país industrializado tiene una huella de carbono tres o cuatro veces mayor de lo que debería. “Partiendo de la base de que todas nuestras acciones generan un impacto en el medioambiente, en los países desarrollados se contamina más por el uso intensivo de la tecnología, de vehículos, hábitos de consumo y producción de residuos altamente contaminantes”, dice. Según este experto, “esta discordancia refleja el perfil definidamente consumista que han alcanzado las sociedades desarrolladas y la baja eficiencia (debido a pérdidas en cosecha, transporte y procesamiento) que muestran las sociedades menos desarrolladas”.

Si bien esto es cierto, como subraya Benedito, “los países asiáticos que suponen alrededor del 85% del problema de residuos en océanos y emisiones de gases de efecto invernadero, y son asimismo los de mayor natalidad, por lo cual sí que podría hablarse de que en estos, la natalidad supone un problema creciente dada la falta de eficiencia en la gestión de los recursos y en la generación de residuos. Y mientras esto no sean controlado, cuanto mayor población, más incrementamos el problema”.

¿Salvaremos el planeta si dejamos de tener hijos?

¿Reduciendo la natalidad se reduciría realmente el impacto medioambiental? ¿O lo que de verdad hay que reducir son las emisiones de carbono?

Un estudio publicado por la asociación de emprendedores Founders Pledges asegura que tener hijos no es perjudicial para el cambio climático, siempre que se tengan en cuenta los objetivos climáticos que los países han fijado para las próximas décadas.

Algo que corrobora otra estudio publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) de EE.UU., que concluyó que incluso la imposición de políticas demográficas de un solo hijo en todos los países del mundo y los eventos de mortalidad catastrófica no reducirían significativamente la población mundial.

Según Benedito, “argumentar que la reducción de la natalidad es un instrumento contra el cambio climático implica que los más marginados tienen un papel descomunal en la cuestión debido a las mayores tasas de natalidad, cuando en realidad contribuyen muy poco a las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Y la cosa es muy seria, ya que, como recalca el experto de Climatetrade, “nos quedan solamente 10 años para que los efectos del cambio climático sean irreversibles y para ello, las medidas que hay que adoptar deben ser inmediatas, se trata de un problema masivo que necesita soluciones transformadoras”. “Incluso si las mujeres de los países pobres dejaran de tener hijos mañana, sin una descarbonización masiva de la economía, ni el planeta ni sus vidas estarán mejor ahora ni en el futuro”. Desolador…

¿Cuál es entonces la solución? Como subraya Benedito, “reenfocar nuestros hábitos de consumo, medir y reducir nuestras emisiones y, por supuesto, compensar las que no podemos reducir es un factor clave para contribuir a salvar el planeta”.

¿Hay un número ‘sostenible’ de hijos?

“No, no es una cuestión matemática, como he dicho antes”, enfatiza Benedito. “Mientras el cambio climático requiera de acciones urgentes, debemos evitar la planificación familiar como solución”, aclara.

Como dice de nuevo el CEO de Climatetrade, la solución para el planeta pasa por “sumarnos al movimiento de justicia climática y promover un enfoque basado en los derechos humanos, que responsabilice a los gobiernos y las empresas de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, y de hacer los cambios necesarios para que las sociedades puedan mantener su estilo de vida pero sobre el marco del sentido común, con acciones tales como ayuda a la natalidad, políticas de educación ambiental, y reorganizar modelos productivos y de servicios dañinos con el medioambiente”.

Benedito afirma también que bebemos volver a ciertas formas de hacer tradicionales que no dañen nuestro Planeta a través de la producción, y que generen asimismo nuevos modelos económicos. “¿Es necesario utilizar pesticidas químicos en nuestra agricultura intensiva?, ¿podemos controlar la sobrepesca?, ¿debemos utilizar plásticos en todos los productos que producimos?, ¿por qué no incrementamos la exigencia en ciertos modelos de servicios que son los más contaminantes?, ¿por qué no obligamos a que los transportes públicos sean todos sostenibles?” Todas estas son preguntas que hace en voz alta el CEO de Climatetrade.

Angelina Jolie with her children visit the Louvre in Paris
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¿Qué futuro espera a nuestros hijos?

Según una encuesta realizada por Matthew Schneider-Mayerson, profesor asistente de Estudios Ambientales en el Colegio Yale-NUS en Singapur, a 901 adultos en todo el mundo de 27 a 60 años, estaban "conectando el cambio climático con sus opciones reproductivas". Esta encuesta incluía a personas que eran "padres, planeaban tener hijos, indecisos o comprometidos a no tener hijos". "Muchas personas jóvenes preocupadas por el clima están experimentando una verdadera angustia por esta decisión", dice Schneider-Mayerson sobre sus hallazgos.

Como muestra la encuesta de Schneider-Meyerson, no sólo el impacto de la natalidad sobre el planeta preocupa a quienes se plantean actualmente ser padres, también están sopesando el futuro que le esperará a sus hijos, algo que en realidad, afecta ya a cualquiera que tenga hijos. ¿Tan malo es lo que nos espera?

Como dice Benedito, “si no tomamos medidas urgentes, el futuro que nos espera a todos es muy preocupante”. “En los últimos años hemos visto récords de temperaturas, intensos huracanes e incendios y un deshielo sin precedentes. Son consecuencias del cambio climático que ya se habían pronosticado y cuya situación empeorará a lo largo de los próximos años. Los científicos dicen que el mundo debe cortar sus emisiones a la mitad hasta 2030 para prevenir un calentamiento catastrófico, y eso es a lo que debemos de contribuir como ciudadanos del Planeta y sobre todo, demandarlo a nuestros dirigentes”.

“Se plantea un escenario desolador”, continúa Benedito. Como explica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el cambio climático provocará 241.000 muertes al año hasta el año 2030 y prevén que existirán los "día cero", un término para el momento en el que se agota el agua corriente en una ciudad. “Hablamos ni más ni menos que de la Sexta extinción masiva”. Más que desolador…

¿La conclusión del CEO de Climatetrade? “Consideramos que no debe ser un decision maker el tener o no hijos, sino que nuestra educación y nuestras actitudes tienen que ser radicalmente distintas y responsables para con el Medio Ambiente”.

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Experta en fitness, belleza, nutrición, salud, psico, pareja y sexo. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, escribe en Elle.com y Womenshealth.com y ha escrito para muchas cabeceras de Hearst, “mi segunda casa”. En sus más de 25 años de profesión, ha pasado por Terra Mujer, Sport Life, Runners, Atresmedia, La Ser, Radio Aragón o el programa Bellas & Sanas. Es autora de Cambiar de vida es fácil si te dicen cómo. 15 pasos para conseguirlo y de Una vida en forma. La guía de la actividad física y la mujer a cualquier edad. Amalia también es instructora de fitness, profesora de yoga, yoga facial y fundadora de Yogabrunch.es. "Por suerte, la vida me ha permitido unir mis dos pasiones, el periodismo y el mundo del bienestar".