Tengo una cuñada que, harta de su experiencia como casada, tras un matrimonio funesto, decidió tirar por el retrete -literal- su anillo de casada poco después de firmar el divorcio. Sin duda lo hizo en medio de un enfado y para zanjar simbólicamente una relación muy poco afortunada, pero toda la familia pusimos el grito en el cielo y le dijimos: "¡Pero cómo has hecho esto! ¡Tenías que haberlo vendido!".

Esta reacción es la más común, pensando que el oro tiene cierto valor en el mercado. Pero, claro, un anillo no pesa mucho, aproximadamente entre 10 y 12 gramos. Tampoco vas a conseguir una fortuna, porque en la joyería te lo tasarán en función del tipo de oro (rosa, amarillo y blanco), sus quilates, el estado de conservación...

Así que me puse a pensar qué otros usos se le puede dar a un anillo de matrimonio, teniendo en cuenta que es un triste recuerdo de lo que fue. En cualquier caso, antes de tomar una decisión sobre qué vas a hacer con él, reflexiona con calma, sin estar en caliente.

La mayoría de las veces, las heridas se curan y los ánimos se calman, pero el remordimiento por las propias acciones puede ser una píldora difícil de tragar. Estas son solo algunas de las cosas que he pensado para ¿reaprovechar? tu alianza y no lo tengas que tirar sin más.

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Jeremy Moeller//Getty Images

Reutilízalo

En vez de llevarla al joyero para revenderla, aprovéchala para que te haga un diseño diferente con ella. Puede ser un nuevo anillo con una piedra nueva, hacer un colgante o un collar o, quizás algo más original, una tobillera o un pasador.

Guárdalo para tus hijos... o devuélvelo

Todos los padres desean dejar algo valioso a sus hijos y, tal y como está el país, no va a poder ser un piso. Muchos guardan las alianzas en un joyero, una caja fuerte o un banco como recuerdo para sus hijos. Si quieres actuar de forma aún más noble, devuélvele el anillo a tu expareja, algo que tiene más significado si la pieza procede de su familia y no de una joyería de renombre.

Despídete de él con una ceremonia

Si realmente no quieres saber nada de tu anillo de boda, seguro que un poco de simbolismo creativo es un buen cierre para tu relación con él. Puedes atar el anillo a un globo de helio o hacerlo flotar río abajo en un barco de juguete. O quizás rememorar los momentos buenos del matrimonio antes de tirarlo por la ventanilla del coche camino a unas vacaciones de desconexión.

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Haz una obra de arte de él

Puedes enmarcarlo, acompañándolo de una cita escrita a mano que resuma tus sentimientos tras pasar página. Si compras bisutería y pides que te la desmonten, o con piedras que te gusten, puedes hacer un mosaico de joyas solo con pegamento y un lienzo. Otra opción con la alianza, si es de oro, es fundirla y convertirla en una pequeña escultura.

Una búsqueda del tesoro

A todo el mundo le gusta una buena búsqueda del tesoro. Entierra el anillo en un pequeño cofre y marca el lugar. Puedes dejar su hallazgo en manos del destino o crear una búsqueda del tesoro publicando pistas vagas en las redes sociales. Anda, que si como consecuencia del divorcio te haces viral, ni tan mal, ¿no?

Headshot of Begoña Alonso

Begoña Alonso es experta en ocio, cultura y estilo de vida, coordinando la sección de Living en Elle.es desde hace más de seis años. Llevar la sección de Living supone que lo mismo escribe un reportaje sobre las mejores series de terror de Netflix, que un artículo de viajes y lunas de miel, un perfil de una activista feminista o un listado de los mejores libros de la historia que tienes que leer. 

Siempre suele decir que la vida no le da para todo: libros, agenda, música, ocio, cine, series, plataformas de streaming (Netflix, Amazon, HBO, Disney+, Filmin, Movistar+, Apple TV+…), maternidad, televisión, feminismo, viajes, cultura, ‘lifestyle’, motor, tecnología… Pero es capaz de llegar a todas partes para ofrecer siempre los contenidos más actuales e interesantes. 

Begoña Alonso se licenció en 1999 en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, pero cuenta casi con 30 años de experiencia en la profesión. Se estrenó en medios locales como Huelva Información o Las Provincias, pasó por radios vecinales haciendo programas de cine y luego aterrizó en el mundo del papel, en medios como La Razón, Maxim o Reporter. 

Tras 9 años dedicada al ‘branded content’, Begoña lleva una década en ELLE, el mismo tiempo que ha transcurrido desde que consiguiera el Premio 20 Blogs por ‘The Best of the 80s’, un blog de música de los 80, una de sus pasiones. También adora las películas de boda y se pasa más tiempo planificando viajes que llevándolos a cabo, pero eso es otra historia.