Los 10 mejores capítulos de 'The Crown' que deberías volver a ver

El escándalo. En 1995, Diana dio la famosa entrevista para Panorama, en la BBC. La cadena está en crisis dada la llegada de los canales satélite. El periodista Martin Bashir está enredando los tejemanejes para que la princesa acepte a ser entrevistada. Finalmente se celebra la noche de Guy Fawkes. Los fuegos despistan fuera y la entrevista se lleva a cabo.

Cómo conocí a tu padre. El tercer capítulo de la quinta temporada se centra en dar a conocer a un personaje a la sombra de la familia real. Alguien que durante su vida aspiró a ser como los Windsor y que el destino, por desgracia, le unió finalmente a la monarquía por su hijo Dodi. Hablamos de Mohamed Al Fayed, al que le llamaban Mou Mou. A lo largo del capítulo conocemos su juventud en su Egipto natal, el nacimiento de su hijo y su formación gracias a Sydney Johnson, ayudante de cámara de Eduardo VIII que después instruyó a Al-Fayed. El capítulo termina con el ya famoso empresario conociendo no a la reina, como él hubiera querido, pero sí a Lady Di, con la que parece hacer buenas migas (y que también conoce a su hijo Dodi Al-Fayed.

Mi gran boda real. El capítulo que repasa la gran boda real. El episodio comienza con la pedida de mano de Carlos a Diana, y de cómo esta comienza a vivir un supuesto mundo idílico visto desde fuera. Pero, como se verá antes de que finalice el episodio, eso no será así.

La presentación de la joven rodeada por todos los integrantes de la familia, la pose ante los medios o el aprendizaje de protocolo. Y, también, un encuentro con Camilla. La pobre Diana lucha por encajar con lo que vendrá después de la boda con Carlos. Pero los verdaderos sentimientos del heredero, lo esquiva que es toda la familia real y su propia salud mental no va a hacer fácil la preparación a princesa.

El capítulo tiene uno de los finales más icónicos de la serie: Carlos y Diana preparándose por separado para las nupcias. El título será "Cuento de hadas", pero en el desenlace no se dirá eso de "Y fueron felices y comieron perdices".

Adiós a una era. El último capítulo de la cuarta temporada zanja una época muy determinante. Se avecinan cambios, dado que dos mujeres tan antagónicas como poderosas han caído. Una es Margaret Thatcher, que deja de gobernar Reino Unido. La otra es Diana de Gales. Su matrimonio no tiene ningún tipo de salvación, lo tiene asumido. Sin embargo, también es advertida del peligro que corre si se divorcia de Carlos. Difícil saber qué hacer.

Dolor y Gloria. Un discurso condescendiente y clasista de la Reina provoca una fuerte respuesta de un periodista muy crítico con las cualidades anticuadas y fuera de moda que posee la monarquía británica. Escribe un ataque bastante duro al estado actual de la monarquía, así como a la propia Isabel. Su deseo es empujar a la monarquía a la era moderna para que sobreviva.

Claire Foy retrata maravillosamente el dolor y la frustración que siente la soberana al ser criticada por no ser lo suficientemente natural. Por mucho que la serie simpatice con ella, también recuerda criticar el borde desagradable del privilegio al que ella y su familia se aferran. Este episodio de 'The Crown' está fuertemente basado en la verdad, con especulaciones que llenan los vacíos de las interacciones que pueden haber ocurrido o no, ya que la crítica de Isabel realmente condujo a la modernización de la familia real británica.

Reina por sorpresa. El cambio drástico de vida le sorprendió a Lilibet por el continente africano. El fallecimiento de su padre hace que la joven vea cómo su nombre, la gente a su servicio, la forma de ir acompañada de su pareja y todo su entorno torne en el viaje de vuelta a Londres. Ahora contará con una nueva personalidad, la de soberana. Pero como le advierte su abuela, las dos Isabeles entrarán en conflicto, pero "la Corona siempre ha de ganar".

Deber y política. Un capítulo que muestra el complicado matrimonio con Felipe, alguien de carácter diferente a la monarca que parece encontrar la paz junto a su viejo amigo (y posible ex enamorado) Lord Porchester, también conocido como Porchy, con con quien comparte su pasión por los caballos. ¿Hay algún secreto profundo y oscuro sobre su relación que nunca salió a la luz? La serie hace pensar que no, porque por muy bien que se sienta junto a Porchy, ella sabe que está obligada por ley, por deber, por religión, por todo, a ser la esposa de Felipe. En lo bueno y en lo malo.

Este episodio también marca el último encuentro que la reina tiene con Winston Churchill antes de su renuncia. Gran parte de esta temporada estableció el hecho de que estas reuniones obligatorias con el Primer Ministro a menudo hacían que Isabel se sintiera ignorante o que no estaba a la altura de la tarea de sentarse con los líderes más poderosos del mundo, pero este episodio une esa historia y deja en claro que, a pesar de su juventud y falta de educación en asuntos internaciones, Isabel aportó a la mesa otras cosas, una calidez y una apertura, que quizás eran aún más valiosas.

Modernidad vs Tradición. En este episodio, dirigido por Stephen Daldry, Isabel se enfrenta a la bella y glamurosa Jackie Kennedy. Las mujeres se conocieron en la vida real en 1961 cuando la reina recibió a Kennedy y a su esposo, John F. Kennedy en el Palacio de Buckingham. El episodio posiciona a la reina sintiéndose inferior en comparación con Jackie, siempre perfectamente vestida, centrando todas las miradas (Felipe incluido) y quedando devastada por las críticas de Jackie al palacio y a la propia Reina.

El episodio también cuenta la historia de la visita de la Reina a Ghana. Si bien el viaje fue político, para garantizar que el país no abandonara la Commonwealth británica a pesar de su independencia, se convirtió en un ícono cuando Isabel bailó con el presidente Kwame Nkrumah. En el desenlace, antes de que se enteren de la muerte de Kennedy, Isabel conocerá la verdad sobre la Primera Dama.

El digno heredero. El nombre del episodio significa Príncipe de Gales. Se centra por tanto en Carlos y en su vínculo con Gales.

Un capítulo que sirve para conocer las inseguridades del heredero en un viaje al que va obligado. Feliz en Cambridge, sus padres lo envían hasta Gales para aprender el idioma antes de que sea nombrado Príncipe de Gales. Allí contará con un tutor contrario a la monarquía, pero que irá cogiendo cariño a ese nuevo alumno suyo, independientemente a la familia que pertenece.
Durante su discurso de investidura muestra su apoyo a la nación, lo que provocará roces con su madre. Un episodio que muestra, una vez más, el peso de la Corona ante las diferentes personalidades de la Familia Real.

El gran duelo. 'Aberfan' es sin duda el episodio más desgarrador en la historia de 'The Crown'. El tercer episodio de la tercera temporada rememora el desastre que azotó la ciudad galesa de Aberfan, que dejó 144 muertos, 116 de los cuales eran niños. Como se muestra en el episodio, la catástrofe fue provocada por una pila gigante de desechos, que se derrumbó directamente sobre una escuela.

La Reina esperó varios días antes de visitar el lugar de la tragedia, en contraste con el Príncipe Felipe y Lord Snowdon, quienes de inmediato se dirigieron a la pequeña localidad. En el episodio, la reina Isabel duda en hacer la visita por temor a tener dificultades en transmitir sus emociones y principalmente por la preocupación de que la atención se desvíe hacia ella en lugar de los niños que perdieron la vida. Y aunque la decisión atrajo algunas críticas legítimas, muchos de los supervivientes del desastre estuvieron de acuerdo con la Reina.

El episodio culmina con la Reina visitando el pueblo y llorando en privado con el himno cantado en el funeral de los niños.