La película que ganó el Oscar a la mejor película el año que naciste

Esta tríptica narración de Barry Jenkins estaba llena de dolor, amor y luz de luna, y marcó la victoria más impresionante de la historia a la Mejor Película, porque una película independiente sobre homosexuales negros ganó el mayor premio dos años después del lanzamiento del movimiento # OscarsSoWhite. Y lo hizo muy merecidamente.

Tom McCarthy tejió de forma magistral una historia real con un millón de cabos sueltos, en una película perfectamente sucinta sobre el equipo de investigación del Boston Globe, que expuso el escándalo masivo de abuso de menores y el encubrimiento dentro de la Archidiocesis Católica de Boston.

La farsa alucinatoria de Alejandro González Iñárritu no es una película típica de las que ganan el premio más importante de la Academia. Esta comedia dramática serpentea a través de las entrañas de un teatro de la ciudad de Nueva York, y su victoria marcó un gran empujón para el cine independiente, mientras que de paso revitalizó la carrera de un actor que siempre ha sido muy querido: Michael Keaton.

Este viaje de Steve McQueen a través del horrible pasado de la historia estadounidense relata los brutales años que un hombre libre pasó esclavizado. La película está basada en las memorias de Solomon Northup, de 1853, y está repleta de excelentes actuaciones, como la de Lupita Nyong, merecedora del Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel como Patsey.

¿Una fórmula ganadora cuando compites para captar la atención de la Academia? Haz una película sobre películas. Aquí tenemos un thriller de la CIA sobre una misión secreta para llevar de vuelta a casa a los rehenes del Irán posterior a la revolución. El plan: hacer una película falsa y disfrazar al personal de la Embajada de EE. UU. para que pareciera un equipo de filmación canadiense. El resultado: tres Oscar.

Michel Hazanavicius nos devolvió al pasado, a aquellos días previos al Technicolor y al sonido en las películas, para echar un brillante vistazo a cómo han evolucionado el entretenimiento y los medios que nos hacen llegar el cine. Lo único que apenas ha cambiado es el papel del artista, que permanece inalterado.

Película de época sobre el Rey Jorge VI de Tom Hooper, que estudió su ascensión al trono y que protagonizó Colin Firth, que no paraba de tartamudear: se llevó a casa cuatro Oscar, incluida, por supuesto, el de la Mejor Película.

Kathryn Bigelow hizo historia con su película de suspense sobre un soldado encargado de desactivar artefactos explosivos en escenarios de guerra. La película abordó ambos lados del conflicto: el cumplimiento del deber y las consecuencias emocionales.

Este cuento de hadas moderno de Danny Boyle, acerca de cómo luchar en la vida es la clave para alcanzar la prosperidad y la felicidad, llega a un punto crítico en el set de la versión india de ¿Quién quiere ser millonario?. Un verdadero triunfo.

Una película que cuenta con el sello característico de los hermanos Coen, que se convirtió en la favorita de los Premios de la Academia de 2008 al adaptar el thriller sobre drogas y la eterna historia del gato y el ratón de Cormac McCarthy para la gran pantalla. Un desafío a las reglas de la narración, esta no es una película para los amantes de películas de la vieja escuela.

¿Fue este premio el justo pago que merecía Scorsese? ¿Era esta emocionante película sobre la mafia de Boston del cineasta que creció en Queens y amasó una carrera impresionante que abarca más de 50 años, 11 nominaciones al Oscar, y un sinnúmero de otros premios, la mejor película de ese año? Nos plegamos a los deseos de Frank Costello.

Un thriller sobre crímenes contado a través de las historias interconectadas de varios extraños que viven en Los Ángeles. Esta película de Paul Haggis sobre la política y el racismo sorprendió a todos con su triunfo de 2005.

Clint Eastwood plantea difíciles preguntas en su controvertido drama sobre una boxeadora que acaba dándote un potente puñetazo en el estómago. Hilary Swank interpreta a Maggie, una luchadora aficionada llevada por un experimentado entrenador (interpretado por el propio Eastwood), papel por el que ganó su segundo Oscar a la mejor actriz.

Se necesitaron tres entregas para que Peter Jackson obtuviera un Oscar a la mejor película. Basada en la colosal historia de J. R. R. Tolkien sobre la codicia, el poder y los hobbits, la historia llega a su fin con la confrontación final por el control de la Tierra Media. Una trilogía que ganó muchos premios.

Habían pasado décadas desde que un musical ganó el Oscar a la Mejor Película, y aunque la gente criticaba la producción de Rob Marshall / Bill Condon por ser demasiado estilizada y deslumbrante, aún así logró aumentar sus números en la taquilla. Se llevó a casa seis estatuillas doradas.

No importa la temática: viajes interestelares, lucha contra los incendios, ángeles y demonios: Ron Howard consigue aportar esa mirada afilada sobre la humanidad. Aquí, ofrece una comprensiva mirada sobre una figura ya simpática: John Forbes Nash Jr., un genio matemático perdido en su enfermedad mental.

Ya conoces la historia: Maximus Decimus Meridius, general de los Ejércitos del Norte, general de las Legiones Félix, leal servidor del real emperador Marcus aurelius, padre de un hijo asesinado, esposo de una esposa asesinada, que obtendrá su venganza, en esta vida o en la siguiente. Y si no, cinco premios Oscar.

Este drama familiar de Sam Mendes -sobre un aburrido tipo que sueña con la amiga de su hija- cerró la cortina de la disfunción doméstica estadounidense y cambió el panorama del cine moderno moderno.

No era precisamente la favorita de la noche, pero la historia del siglo XVI dirigida por John Madden sobre Shakespeare, sobre el poeta y la mujer que lo rescató del bloqueo del escritor, ganó a Salvar al Soldado Ryan, el drama de Steven Spielberg sobre la Segunda Guerra Mundial. Pero a juzgar por su total de siete estatuillas, su victoria en la Mejor película habla por sí sola.

Un drama romántico tan épico como el trasatlántico en el que se basó. Titanic se puede dividir en dos gloriosas partes (perdón por el doble sentido): 1) una historia de amor prohibida entre una pasajera de primera clase y un artista sin nada a su nombre, y 2) un cuento de supervivencia lleno de acción acorde con el sello de James Cameron.