Karol G no necesita presentación. La artista colombiana es una de esas mujeres que, con poco más 30 años, ya ha escrito su nombre en letras doradas en la historia de la música. Ha batido récords de escuchas, de ventas de discos y entradas para sus conciertos y se ha alzado con los premios más importantes. Un auténtico fenómeno que ha hecho que su apodo, "La bichota", se escuche hasta en las esquinas más remotas del planeta. Pero Carolina Giraldo Navarro es mucho más y lo muestra en esta entrevista. Lejos de los focos, la artista, que acaba de lanzar su nuevo disco, Tropicoqueta, es una persona cercana, tranquila, sensible y muy sincera.
"La Carolina de ahora le diría a la Carolina de antes que siguiera cantando aunque se rieran de ella, que siguiera soñando aunque le dijeran que era imposible, que siga trabajando por ella, porque en la vida... que 'chimba' uno estar en la vida y tener la oportunidad de hacer lo que a uno le gusta. Así que, simplemente que sea fuerte, inteligente y que crea demasiado en ella”, asegura en esta entrevista.
Reconoce que el camino no ha sido fácil, por eso, no duda en darle importancia a sus propios méritos y en sentirse orgullosa del esfuerzo y los pasos que ha dado hasta llegar a la cima. Karol G aterrizó en la música latina como un huracán y el hecho de ser mujer hizo que el camino fuese más complicado todavía. "Me siento privilegiada por tener la oportunidad de ser voz para todas esas mujeres que, de cierta manera, se sienten como yo me sentí mucho tiempo y como todavía a veces me siento. Pero, de cierta forma, yo ya encontré un propósito y uso mi voz para inspirarlas a ellas, para que vean que sí son capaces, para que ellas sientan que dentro de este testimonio hay oportunidades de luz, de motivación", explica. Y si hay algo que tiene claro, es que va a seguir utilizando el altavoz que tiene para seguir demostrando que sí se puede. "Me comprometí a seguir peleando sin miedo contra todo, porque necesito demostrar que sí se puede, que sí soy capaz, que puedo atravesar cualquier cosa, cualquier ruido, y seguir siendo esa persona que logra sus sueños. No importa qué. Es como ese compromiso de seguir haciéndolo no sólo por mí, sino por todas en general", añade.
La artista, que está en plena gira de presentación de su nuevo disco, reconoce que después de su último tour mundial, en el que consiguió llenar cuatro noches el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, ha bajado un poco el ritmo. "Me lo tomo con más calma", dice. Es consciente de que todo lo que hace se mira con lupa. No sólo su trabajo como artista, sino su vida privada, sus relaciones de pareja, sus apariciones públicas, sus opiniones, sus publicaciones en redes sociales... y, aunque no deja de insistir en que es una privilegiada y que todo lo que vive ha superado cualquiera de sus sueños, cuenta que hay un lado de la fama que no es nada fácil de gestionar.
"Me molesta un poco que, por ser artistas, a la gente como que se le olvida que somos personas, que todos podemos cometer errores, que todos nos equivocamos y aprendemos en el camino. La diferencia es que nosotros lo hacemos delante de millones de personas que nos están viendo y nos están juzgando. Me cuesta un poquito convertirme en lo que la gente dice de mí. O sea, las redes sociales. Ahora todo se hace tan viral tan rápido. Una noticia o una historia mal contada, un invento, un chisme, un post falso… todo se puede hacer superviral y tú ya no tienes voz para decir nada", dice. Una entrevista sin filtros que puedes ver completa dándole al play.