Antonio Banderas dio el salto a Hollywood a principios de los años 90. Su primera película en inglés fue ‘Los reyes del mambo’ (1992) y a partir de ahí comenzó a mimetizarse tanto en la industria como en el ambiente de aquellas estrellas, convirtiéndose incluso en una de las caras más reconocibles. Aquel actor andaluz que llegaba sin saber hablar el idioma comenzaba a hacerse hueco en el panorama internacional.

Tras el fin de su matrimonio con la que sería su primera mujer, Ana Leza, Antonio pronto rehizo su vida junto a una actriz que ya le había llamado la atención desde la primera vez que fue a los Premios Oscar: Melanie Griffith. Acompañado de Pedro Almodóvar, fueron por ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ y el actor reconoce que nada más verla le dijo al cineasta “que mujer más bonita”. Seis años después estaban casados.

Tras el rodaje de ‘Two much’ (1996, Fernando Trueba) cuando el primer matrimonio del malagueño estaba en crisis y Melanie se acababa de separar por segunda vez de Don Johnson, su primer marido y el padre de su hija Dakota Johnson comenzaron por fin una relación. Lo suyo además de ser un flechazo, fue un matrimonio ideal y una conexión que se alargó en el tiempo “vivimos 20 años muy bonitos. A pesar de que estamos divorciados, probablemente es la mejor amiga que tengo”, confesaba Antonio Banderas en una entrevista para el programa ‘100% únicos’ de Telecinco.

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Un viaje a los orígenes

Lo cierto es que Banderas, a pesar de haber construido una vida muy lejos de su ciudad natal, siempre ha presumido de Málaga y ha estado presente todo lo que ha podido, sobre todo durante la Semana Santa. De hecho, al poco tiempo hacer pública su relación con Melanie Griffith le enseñó sus orígenes, en concreto Mijas, uno de los lugares que forman parte de su infancia.

Como si se tratara de una presentación familiar, Banderas trajo a su novia para que ella conociera España y España la conociera a ella. En una entrevista con Carlos Herrera en 1995, el periodista le preguntaba que estaba conociendo a uno de los andaluces más universales, pero ¿sentía la misma fascinación con la tierra que con él? a lo que la actriz contestaba: "Sentí más fascinación por él que por la ciudad".

Desde la primera foto que vio de Banderas –un año antes de la grabación de su película juntos–, en un viaje a Somalia con unos niños, directamente sintió un flechazo. Estaba claro desde el principio, para la actriz, Antonio se convirtió en el pilar más estable que había tenido hasta el momento y él estaba con la que fue su primer amor platónico de Hollywood. Y aunque la relación se inició cuando el actor aún no había oficializado su separación, ninguno de los dos ocultó nunca lo que sentía. Se mostraban abiertamente enamorados y ambos lo tuvieron claro desde el principio, así que en 1996 lo hicieron oficial y se casaron en Londres.

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Steve Granitz//Getty Images

Un vínculo que permanece, de otra manera

Aunque fue una relación estable y se convirtió en una pareja muy querida tanto por el público, como por compañeros de la industria –que disfrutaban de las fiestas que se celebraban en la casa del matrimonio– el malagueño y la neoyorquina se separaron en 2014 en un divorcio en el que ambos han reconocido que sufrieron mucho.

Ahora con el tiempo han conseguido conservar una buena relación con una hija en común, Stella del Carmen, que aunque inicialmente parecía alejada del mundo artístico, ha comenzado a interesarse por el trabajo detrás de las cámaras, acompañando a su padre en varias producciones durante sus estancias en España.

Lettermark

Licenciada en Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, con experiencia en prensa escrita en distintos medios digitales, y especializada en marketing y comunicación. Le interesan las historias, ya sea en papel, en pantalla o en una buena conversación. Siempre tiene un libro a mano, una película pendiente y una playlist en reproducción.