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Puede ser el calor, el estar a final de mes y estar un poco agotada o quizás que las últimas series y películas que he visto son demasiado sesudas, pero esta semana no me apetecía nada ver contenidos de streaming que fueran dramones intensos. Así que me fui a Prime Video y descubrí en su top de 'Lo más visto' una película romántica poco comprometedora, de las que sabes cómo va a terminar; lo que llamo una película de 'encefalograma plano'.
Se trata de 'Float', una película romántica bastante discreta ambientada en el noroeste del Pacífico que adapta la novela homónima de Kate Merchant (disponible solo en inglés). Se basa en el atractivo de sus protagonistas, Andrea Bang y Robbie Amell, que interpretan a unos vecinos llenos de problemas personales y que, al final de la peli, acaban encontrando el amor -y la solución a lo que les pasa-.
Dirigida por Sherren Lee, 'Float' adopta un enfoque tan suave y calmado que borra cualquier tipo de drama. Bang encarna a Waverly, una inmigrante de Taiwán que lleva años sin ver a sus padres y que ansía ser médico, a pesar de que teme un futuro de trabajo duro e interminable sin recompensa emocional.
Durante el verano, Waverly va a visitar a su tía Rachel (Michelle Krusiec), artista, en un pueblo costero. Le ayuda a encontrar un trabajo como camarero y le presenta a sus amigos en una barbacoa playera, entre los que se encuentra el guapo socorrista Blake (Amell). Este tendrá que entrar en acción cuando Waverly caiga accidentalmente al agua y casi se ahogue porque no sabe nadar. Avergonzada, acepta la oferta de Blake de darle clases de natación.
Y bueno, todos sabemos lo que pasa al final, aunque es verdad que ese broche de oro se va a ver entorpecido por algunas dificultades. Blake y su hermana Isabel son huérfanos, lo que deja al hermano mayor con un sentimiento de responsabilidad y a ella con un posible problema de drogadicción. Waverly necesita decir la verdad a sus padres sobre sus objetivos en la vida. Y ambos tienen problemas para expresar afecto el uno hacia el otro.
Todo transcurre con bastante fluidez en 'Float': las metáforas de la natación, los amigos chiflados pero perspicaces, los paisajes excepcionalmente bellos. Un par de fiestas, algunos bailes y los clichés de siempre suben la temperatura de la película, pero nunca llega a quemar al espectador.
En 'Float', una película que parte de un presupuesto notoriamente ajustado, no pasa gran cosa. Pero viéndola, pensaba que en general eso es lo que sucede con nuestras vidas: salvo excepciones puntuales, no pasa gran cosa. La película es agradable, engancha bastante y, lo que más me gustó y por lo que repetiré: los protagonistas resuelven sus problemas de una manera bastante creíble. Que es suficiente para una película romántica, ¿no te parece?
