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'Miss Austen', que llegará a Movistar Plus+ el próximo 11 de junio, será sin duda la gran serie de época que veremos este año en España y está protagonizada por una Austen mucho menos conocida: Cassandra, la hermana de Jane. La historia no ha sido amable con ella, dado que su acto más notable fue quemar gran parte de la correspondencia privada de la autora de 'Orgullo y prejuicio'. Los historiadores la han juzgado duramente por lo que hizo, pero 'Miss Austen' explica que Cassandra tenía un motivo muy concreto para hacerlo dado que, según todos los indicios, Jane y ella estaban muy unidas.
La serie -que comienza en 1830, 13 años después de la muerte de Jane- sigue a Cassandra en su carrera por ayudar a Isabella, la hija de una amiga a la que están echando de su casa. La madre de Isabella era confidente de Jane y ambas mantuvieron una correspondencia frecuente y sincera a lo largo de los años. En la serie, Cassandra lee muchas de esas cartas, transportando a los espectadores entre dos líneas temporales: el presente, en 1830, y el pasado, cuando Jane y Cassandra eran jóvenes.
Tanto la serie como el libro en el que se basó, la novela homónima de Gill Hornby de 2020, 'Miss Austen' (editado en España por Libros de Seda), sugieren un motivo para las acciones de Cassandra. Aun así, el misterio histórico sigue siendo importante para los estudiosos. ¿Por qué quemó Cassandra tantas cartas de Jane, y qué pudo perderse? La destrucción ha dejado un vacío imperecedero en la historia literaria, alimentando el debate sobre la lealtad familiar, la privacidad y la conservación de una de las autoras más célebres de Inglaterra.
Las cartas de Jane Austen revelan su característico y agudo ingenio, a veces demasiado agudo para la sociedad de su tiempo
Los historiadores consideran que la correspondencia de Jane Austen es la prueba directa de sus pensamientos y su forma de relacionarse. Las cartas ofrecen una visión clara de su personalidad y muestran el mismo humor mordaz y la misma conciencia social que aparecen en sus novelas. También permiten vislumbrar la vida cotidiana y las costumbres sociales de finales del siglo XVIII y principios del XIX, sobre todo en lo referente a las mujeres.
En una carta de enero de 1801, Jane escribió a Cassandra: "Ahora he alcanzado el verdadero arte de escribir cartas, que siempre se nos dice, es expresar en papel exactamente lo que uno diría a la misma persona de palabra; te he estado hablando casi tan rápido como pude durante toda esta carta". Su facilidad de expresión y su observación de los detalles sociales han hecho que las cartas restantes sean valiosas no sólo para la historia personal, sino también para el estudio literario. Revelan patrones y temas que resuenan en sus novelas, creando un puente entre su vida privada y las obras publicadas.
Los estudiosos han cuestionado durante mucho tiempo los motivos de Cassandra
Hasta la fecha se han encontrado y conservado 160 cartas de un total estimado de 3.000. La mayoría fueron destruidas por Cassandra antes de su muerte en 1845, lo que borró gran parte de la historia personal de Austen. Las cartas que han sobrevivido se encuentran ahora dispersas por instituciones y colecciones privadas, y su localización ha sido cuidadosamente catalogada por la experta en Austen Deirdre Le Faye.
Los estudiosos han debatido las razones de Cassandra. Algunos sostienen que protegía ferozmente la reputación de Jane, eliminando material que temía pudiera empañar la imagen de su hermana. Otros sugieren razones más personales, quizá ligadas al dolor o a la necesidad de controlar la narración de la vida de Jane. Devoney Looser, profesor de inglés en la Universidad Estatal de Arizona, declaró a la BBC: "La reputación de Cassandra como la destructora más notoria de las cartas de Jane no es del todo justa. Como algunos estudiosos han señalado recientemente, Cassandra es también la única hermana de Austen de la que se sabe que guardó un gran número de cartas de su hermana".
Es posible que Cassandra quemara las cartas para proteger a su hermana. Aunque muchas de sus ideas sobre el matrimonio y el papel de la mujer en la sociedad, por ejemplo, no parezcan chocantes hoy en día, habrían causado revuelo en la época de Cassandra. Por otro lado, una opinión más cínica, basada en la serie, es que Cassandra quemó las cartas para ocultar partes de su propio pasado, en particular algunas de las decisiones que tomó en su juventud con las que Jane claramente no estaba de acuerdo.
Las propias cartas ofrecen algunas pistas
Hay detalles físicos en las cartas de Austen que también han llamado la atención de los investigadores. Las marcas de agua del papel, por ejemplo, ofrecen pistas sobre dónde se escribieron las cartas y qué materiales utilizó Austen. La Biblioteca y Museo Morgan de Nueva York examinó los papeles y descubrió que Austen compraba materiales a varias fábricas de papel inglesas. Como se cree que no viajó fuera de Inglaterra, estos papeles reflejan la disponibilidad y calidad de los productos locales de la época.
Detalles como éstos, aunque técnicos, proporcionan un contexto importante. Ayudan a confirmar las fechas y lugares de las cartas conservadas y ofrecen pequeñas pistas sobre sus hábitos como escritora de cartas. Pero también ponen de relieve la dificultad de reconstruir una vida a partir de fragmentos. Cuando se han borrado deliberadamente tantas cosas, el peso de estos restos se vuelve excesivo, a veces desproporcionado. Aun así, cada pequeña pista ofrece una pieza más del rompecabezas.
Las cartas que quedan son enormemente valiosas
Las cartas que se conservan no sólo ilustran la vida cotidiana de Jane Austen, sino que ayudan a los estudiosos a explorar cómo sus experiencias personales influyeron en su obra de ficción. Los investigadores llevan mucho tiempo analizando las conexiones entre sus escritos privados y los temas que aparecen en sus novelas, como sus irónicas observaciones sobre la familia y el matrimonio.
Esta conexión ha dado lugar a una búsqueda constante de otros materiales conservados. Tanto los coleccionistas como los investigadores están ansiosos por localizar cartas o documentos que hayan pasado desapercibidos, más aún en este año 2025 en el que se celebra el 250 aniversario del nacimiento de Jane Austen.
El mercado de recuerdos de Austen es fuerte; incluso una sola firma se vendió por más de 16.000 dólares en 2017. Sin embargo, para los historiadores literarios, el valor reside menos en el precio que en lo que cada documento puede revelar. En palabras de Looser: "Me resulta profundamente perturbador que se destruyera alguna de las cartas de Jane. Está claro que debían de contener más de su humor característico y sus percepciones sociales, así como las noticias y cotilleos cotidianos necesarios".
Este misterio siempre apasionará a los fans de Jane Austen
Como aparece en la serie 'Miss Austen', el misterio de las cartas desaparecidas tiene tanto que ver con la familia como con la literatura. Jane y Cassandra estaban muy unidas. Ninguna de las dos se casó y pasaron gran parte de su vida juntas, y Cassandra era la confidente más fiel de Jane. El único retrato autentificado de Jane fue dibujado por Cassandra; sigue siendo la imagen utilizada en el billete de 10 libras esterlinas y el grabado se encuentra en la National Portrait Gallery del Reino Unido.
Este vínculo íntimo hace que la destrucción de las cartas sea aún más compleja. ¿Actuó Casandra por amor y lealtad, o por miedo? Lo cierto es que nunca sabremos el motivo exacto, pero podemos seguir disfrutando del debate.
"Cassandra animó, apoyó y estuvo al lado de Jane cuando estaba en su momento más bajo: la roca en el mar tormentoso de Jane", declaró en enero a la BBC Andrea Gibb, guionista y productora ejecutiva de Miss Austen. "Cassandra protegió el legado de Jane tras su muerte destruyendo las cartas, lo que es históricamente exacto, pero obviamente sólo podemos imaginar por qué Cassandra sintió que esas cartas no podían ser de dominio público. Al destruir la correspondencia, ha protegido el legado de su hermana, ya que se ha asegurado de que Jane sea recordada por su obra".