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“Dabiz estaba atormentado y enfadado con la vida. Le hice ver que había cosas muy bonitas y muy buenas que se estaba perdiendo por estar enfadado todo el rato con su equipo, con sus padres, conmigo y con la vida. Su equipo es quien le ayuda a brillar y yo soy la que hace que lo disfrute. Nos tiene que cuidar”, dice Cristina Pedroche en ‘UniverXO Dabiz’.
Aunque el nombre de la docu serie de Netflix podría hacernos creer que son Dabiz Muñoz y su famoso restaurante los protagonistas, basta con ver el primer episodio para descubrir que sin Cristina Pedroche, no existiría Dabiz Muñoz tal y como hoy lo conocemos. Quien espere de esta propuesta una experiencia gastronómica se va a llevar una inmensa decepción, pues vemos al chef pasar por tantas calamidades que en realidad, es su lucha contra el perfeccionismo y la obsesión con el trabajo la que supera con creces en pantalla a sus proezas culinarias. Incluso hay espacio en repetidas ocasiones para sus sesiones de terapia con Amaya López, su psicóloga, que Pedroche asegura llegó a sus vidas “como un rayo de luz”.
La presentadora, que confiesa que dedica más tiempo a su vertiente empresarial que a la televisión, se revela como una pieza imprescindible no sólo en la vida de Muñoz, sino en su imperio. Sin embargo, en su mirada, en su voz y en sus palabras se advierte en ocasiones la pesadez de quien está junto a un genio. Como lamentaba a comienzos del año la teniente de Diputada General y Diputada Foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, al presentar el ciclo de conferencias ‘Genios y genias’, “a las mujeres sólo se nos ha reconocido como amantes o musas de los artistas, como sostenedoras o cuidadoras". Y aunque Pedroche tiene un papel como sostenedora esencial en la vida de Daviz Muñoz, es necesario aplaudir sus logros y méritos, que son inmensos.
Podríamos cometer la torpeza de hablar de ella como de esa gran mujer que está detrás de un gran hombre, cuando ella no está, ni mucho menos, detrás, sino siempre al lado o incluso por delante. La historia nos ha vendido en demasiadas ocasiones la narrativa del genio atormentado al que sus parejas intentan domar y ante todo, han de aguantar. Incluso en la actualidad, cuando se revisa la historia de figuras como Picasso o Van Gogh, parece para muchos imposible separar la obra del autor mientras que por si fuera poco, la figura del genio se alimenta de historias en ocasiones aberrantes. El genio puede tener una mente privilegiada y unas habilidades que parecen procedentes de otro planeta, pero eso no justifica su conducta ni el huracán que desata y que se lleva consigo la vida de quienes lo rodean.
Porque cuando es una mujer la que así se comporta, rara vez se usa la palabra “genia”... Bien sabemos qué términos son los que se emplean en su lugar. Basta con pensar en cómo Kurt Cobain fue siempre retratado como un genio torturado mientras que Amy Winehouse era señalada como un desastre con mucha laca. Y por eso me encantaría hoy aplaudir algunas de las bondades de Pedroche en el imperio UniverXo, porque no hace falta estar atormentada para ser un genio. “Fui un día al servicio de DiverXO y no entendía por qué gritaban y por qué se hablaban así de mal. Cuando me fui, Dabiz me llamó y me dijo que en las cocinas se hacía así. “¿No dices que vanguardia o morir?” Pues cámbialo", le dije. Que algo está normalizado no quiere decir que esté bien”, asegura la presentadora, que nos hace de esta forma comprender que antes de su llegada, el universo de Muñoz era parecido al de ‘The Bear’.
“Es una persona obsesiva y obsesionada con la perfección. Cuando cree que la ha conseguido, está insatisfecho y dice: “puedo hacerlo mejor”. Siempre está pensando que puede hacerlo mejor pero, ¿cuándo para y se da cuenta de que lo que está haciendo es increíble? Le pasa con todo”, dice Pedroche, y es así cómo nos hace pensar en esas personas cuya obsesión con la perfección les empujan a ser incapaces de disfrutar ante la voracidad de la autocrítica. En la docu serie el propio chef asegura que lo pasa fatal al comer en su restaurante, pues es incapaz de no anotar cada cosa que no se ajusta a sus estándares.
“Le he dicho que no quiero sentarme con él a la mesa porque siempre señala algo que no está bien, aunque yo no vea ningún problema. Es muy autocrítico, pero llega un punto en el que eso le pasa factura”, aseguró en el podcast de Uri Sabat. "Para mí DiverXO es el peor restaurante del mundo porque es en el único en el que no encuentro nada que me haga disfrutar", dijo por su parte Dabiz en La Ser. "La gente pensaba que Cristina había dado el 'braguetazo' conmigo, y era al contrario. Ella es la toma de tierra del documental y es una mujer con un talante muy positivo que siempre ve el lado que suma de las cosas. Es lo puto más, abrazó mi mundo desde el primer día, y no solo lo disfruta, sino que es parte", ha dicho el chef, y estas son las palabras con las que tendríamos como entrante, como plato principal y como postre.
Estar no detrás, sino al lado de un genio, no te convierte necesariamente en una genia, pero poder gestionar sus arrebatos, ser capaz de hacerle ver que su visión no es la correcta indica que quien lo acompaña no necesitar haber salido de una lámpara mágica para hacer magia. ¿Hay algo más mágico que saber disfrutar de las cosas pequeñas? Pedroche sabe hacerlo… Dabiz, menos. Y sin ella, nada. Qué queréis que os diga: a todos nos encantan los genios y las genialidades, pero hemos de comenzar a valorar más a quienes luchan por darnos un poquito de calma mental. Porque 'the show must go on', pero no a cualquier precio.