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No debería ser así pero, a priori, desconfío de los 'bestseller'. Es un defecto que tengo porque suelo pensar que son novelas pensadas solamente con fin comercial, poco trabajadas, lenguaje plano, argumentos manidos y personajes de preescolar. No siempre acierto; como me pasó en el caso de 'Alas de sangre', el primer tomo de la saga Empíreo de Rebecca Yarros, o con 'El curioso incidente del perro a medianoche', de Mark Haddon.
Pues de nuevo he de tragarme mis palabras para venir a RECOMENDAROS (sí, sí, con mayúsculas, porque estoy entusiasmada) uno de los libros más recientes que he leído. Es tan adictivo que (R E A L) dejé de ver series por las noches, me acostaba mucho más tarde por leer un poco más e incluso se me quemó en una ocasión la comida, completamente absorta en un capítulo.
Me lo recomendó mi amigo José de Monfort, de Duomo Ediciones, con muy buen criterio literario, aunque me advirtió que había entrado en la lista de bestsellers en España. Me dio mucha curiosidad: ¿una novela de una editorial 'pequeña' y exquisita con sus ediciones, no de publicar a cascoporro, entre lo más vendido? (En el momento de escribir este artículo, está en el top 20 de ventas de España, por delante de los últimos libros de Michael McDowell, Andrés Trapiello, Maruja Torres o Carmen Posadas). Así que tomé la mejor decisión: ponerme a leerlo.
Se trata de 'La cartera', de Francesca Giannone, un libro que fue un auténtico fenómeno el año pasado en Italia: recibió el premio de los libreros independientes italianos, vendió más de 450.000 ejemplares y se mantuvo durante más de 30 semanas en el top 10. Es una preciosa saga familiar, fantásticamente escrita a la que no le falta de nada: una mujer empoderada, amor por los libros, un pueblo italiano de ensueño... ¿Es muy larga? No, tiene poco más de 450 páginas.
La acción arranca en los años 30, cuando llega al pequeño pueblito de Lizzanello un autobús del que se bajan Carlo, que regresa a su aldea; su esposa Anna, una mujer bella e independiente muy preocupada por la vida que le espera; y el hijo de la pareja, Roberto, de un año. Su actitud empoderada y su procedencia (ella viene del norte), harán que sea apodada 'La forastera'.
Anna es una mujer apasionante, diferente, brutal. No se deja doblegar por la sociedad, sigue su propio camino, no va a la iglesia, no chismorrea, riega su café con grappa... Cuando su hijo es un poco mayor, se presenta a un concurso para trabajar en correos como cartera y termina de escandalizar a todos. Se apoyará en su esposo Carlo, que emprende un negocio de vino, y en su cuñado Antonio, que se ha enamorado de ella en cuanto la ha visto.
No me entiendas mal: Anna es una mujer muy interesante, pero Giannone no le presenta como la típica fémina empoderada artificial de novela de baratillo. Está muy bien construida, es poliédrica y en ningún momento desentona con la evolución de su época (se agradece que la autora se haya saltado los años de la Segunda Guerra Mundial, para no caer en los tópicos de siempre).
Al ser una saga familiar, los principales personajes se amplían a una lista en la que figura Carlo, su marido; Antonio, su cuñado; Ágata, su cuñada; Lorenza, su sobrina... Pero hay secundarios que enriquecen mucho la trama, como Carmela, exnovia de Carlo; Tommasso, el jefe de correos o Giovanna, la amiga de la protagonista, que sufre malos tratos.
Y es que la violencia, en todas las formas, hacia las mujeres es uno de los temas de 'La cartera', que sin embargo afronta de una manera luminosa, con féminas que cambian, que rompen, que tienen esperanza y sueñan. Las normas de género se cuestionan en diferentes ámbitos, desde la política, al trabajo pasando incluso por la cocina.
Si no te he convencido lo suficiente, un par de últimos apuntes: si eres amante de los libros te encantará, porque las novelas juegan un importante papel entre los protagonistas, que no leen tampoco libros 'moñas', sino Dostoyevski, Víctor Hugo... Y no te lo pierdas si te gusta el cine: entre las cosas que se puede hacer en familia en Lizzanello es ir al cine, y los protagonistas no se pierden una. 'El limpiabotas' y 'Umberto D.' (Vittorio de Sica), 'Un piloto regresa' (Roberto Rossellini) o 'Roma, ciudad abierta', con Anna Magnani, son algunas de las películas que se menciona. Por cierto, me encantaría ver 'La cartera' convertida en película. Ahí dejo la idea.