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Si investigamos el tiempo que un español medio ha permanecido navegando por internet en los últimos años, los datos son estremecedores. En 2000, cuando aún no era generalizado su uso, ocupábamos 5 minutos y medio diarios de nuestro tiempo; en 2023, la cifra se ha disparado a los 243 minutos cada día; es decir, cuatro horas y media.
Otra manera de verlo es la tremenda cifra hallada por Digital Consumer Survey, que desveló que los españoles pasamos en 2022 una media de 73 horas a la semana por dispositivo, lo que indica que emplearon en ello el 43 por ciento de su tiempo. ¿En serio? ¿Casi la mitad de nuestra vida delante de un dispositivo electrónico?
Un propósito perfecto para el nuevo curso 2024-25 puede ser reducir el uso de las nuevas tecnologías; emplearlas no más tiempo, sino mejor y, sobre todo, ser conscientes de los beneficios del bienestar digital. Descansaremos mejor, desarrollaremos nuestras habilidades sociales, podremos dedicarnos a otras actividades... sin estar todo el día enganchados digitalmente.
Este decálogo de buenas prácticas digitales, desarrollado por ING con la asesoría de Manuel Armayones, psicólogo investigador en la relación entre nuestra salud y el uso de las tecnologías, y Esther Paniagua, experta en el impacto social y medioambiental de la digitalización, nos ayudará a reflexionar sobre las consecuencias de la contaminación digital y a incrementar nuestro bienestar digital.
1) Tomar conciencia
Solo el 5,6% de los españoles sabe que internet y las tecnologías digitales contaminan; de hecho, si internet fuera un país, estaría entre el cuarto y sexto más contaminantes del mundo. Y luego, sabemos que los españoles pasan más tiempo frente a las pantallas que durmiendo. Si somos conscientes del impacto de internet sobre el entorno y la salud mental, será más fácil motivarnos para consumir digitalmente de forma más saludable.
2) Apagar el móvil en momentos clave
Un 62,6% sabe que es importante apagar el móvil en momentos clave, pero solo el 39,6% lo hace, según el I Estudio ING Bienestar Digital. Simplemente con poner el modo avión, podremos concentrarnos y eliminar distracciones; a la larga, este hábito impactará positivamente en la salud mental, permitiéndonos disfrutar más, cultivar tiempo de calidad y fortalecer las relaciones sociales con quienes nos rodean.
3) Limpiezas digitales
¿Cuánta 'mierda' tienes en el móvil? De media, un 60% de los mails que recibimos ni los abrimos, y un 83% de las fotos que guardamos no las volvemos a ver. Limpiar mails, galerías de fotos, memes..., desactivar la descarga automática de archivos en aplicaciones de mensajería o borrar contenido de nuestras redes sociales periódicamente, puede contribuir a la sostenibilidad de nuestro planeta, reducir nuestra “carga cognitiva” que redunda también en nuestra privacidad.
4) No divagues en redes sociales
Nos hemos acostumbrado a hacer cualquier cosa en redes, pero habría que seguir una recomendable etiqueta. Por ejemplo, no publicar a deshora o fijar un tiempo máximo de uso para no empezar a divagar. Todo ello servirá para reducir la huella de carbono de nuestra actividad online, ya sea como consumidores o como creadores de contenido.
5) Préstale atención a las notificaciones
Cada notificación que recibimos libera dopamina en nuestro cuerpo y por eso sentimos bienestar, por lo que se incrementa la necesidad de estar conectados. Silencia las notificaciones de apps que no sean de gran importancia, para reducir el estrés digital y la huella de carbono digital, ya que usaremos los dispositivos durante menos tiempo.
6) Evita la luz azul antes de dormir
El hábito de mirar el móvil justo antes de dormir puede perjudicar nuestro sueño, por la luz azul. Evita las pantallas, incluida la de televisión, al menos dos o tres horas antes de acostarte para notar una mejora generalizada en tu sueño y, en consecuencia, en tu bienestar general.
7) Reduce las descargas y envíos
Cada vez que descargamos un GB de datos o guardamos algo en la nube, estamos emitiendo 7 kilogramos de CO2 y utilizando 200 litros de agua para refrigerar los centros de datos. Además, enviar un email con un archivo adjunto consume tanta energía como dejar una bombilla encendida durante 24 horas. ¿Es necesario el gesto que vas a hacer? Revisar regularmente el tiempo que usamos nuestros dispositivos nos puede ayudar a ser más conscientes y responsables con la tecnología. Hay apps sencillas que monitorizan el tiempo de uso.
8) Evita el consumo impulsivo y el uso de herramientas de IA
El 'scroll infinito' y ver vídeos en bucle representan más del 65% del tráfico mundial de datos. Las interacciones rápidas, como los 'me gusta', reacciones y retuits, también contribuyen a nuestra rutina diaria en el mundo digital. Y cada vez más también la consulta y uso de asistentes de inteligencia artificial (IA). Cada una de estas acciones tiene una huella de carbono, y algunas son especialmente intensivas en consumo de electricidad, especialmente aquellas relacionadas con la IA.
9) Elige servicios responsables
Un buscador digital más ecológico reduce la huella de carbono en un 74% . Si elegimos proveedores de búsqueda, correo electrónico, herramientas de inteligencia artificial, criptomonedas, NFTs, etc. más sostenibles, podremos contribuir significativamente a reducir el consumo de electricidad y agua, y las emisiones de CO2.
10) Desconecta para reconectar
Todo el tiempo que decidas estar lejos de la pantalla redundará en tu salud mental y física. Puedes reconectar contigo mismo, disfrutar de la compañía de tus seres queridos o simplemente a disfrutar del dolce far niente. Este equilibrio entre la conectividad y el descanso puede contribuir a mejorar nuestro bienestar mental, social y medioambiental.
Begoña Alonso es experta en ocio, cultura y estilo de vida, coordinando la sección de Living en Elle.es desde hace más de seis años. Llevar la sección de Living supone que lo mismo escribe un reportaje sobre las mejores series de terror de Netflix, que un artículo de viajes y lunas de miel, un perfil de una activista feminista o un listado de los mejores libros de la historia que tienes que leer.
Siempre suele decir que la vida no le da para todo: libros, agenda, música, ocio, cine, series, plataformas de streaming (Netflix, Amazon, HBO, Disney+, Filmin, Movistar+, Apple TV+…), maternidad, televisión, feminismo, viajes, cultura, ‘lifestyle’, motor, tecnología… Pero es capaz de llegar a todas partes para ofrecer siempre los contenidos más actuales e interesantes.
Begoña Alonso se licenció en 1999 en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, pero cuenta casi con 30 años de experiencia en la profesión. Se estrenó en medios locales como Huelva Información o Las Provincias, pasó por radios vecinales haciendo programas de cine y luego aterrizó en el mundo del papel, en medios como La Razón, Maxim o Reporter.
Tras 9 años dedicada al ‘branded content’, Begoña lleva una década en ELLE, el mismo tiempo que ha transcurrido desde que consiguiera el Premio 20 Blogs por ‘The Best of the 80s’, un blog de música de los 80, una de sus pasiones. También adora las películas de boda y se pasa más tiempo planificando viajes que llevándolos a cabo, pero eso es otra historia.