Valeria Castro (La Palma, 1999) se define como una mujer con muchas aristas: es fuerte pero débil, emocional pero práctica… Y, ante todo, tierna. Que es lo que siempre le han enseñado a ser. «Creo que el mundo es muy duro como para que una no lo sea», dice. Aunque es menuda y de aspecto frágil, sobre el escenario –también en el de la vida– se crece como una leona. Desprende voluntad y atrevimiento por los cuatro costados. Y con su voz seduce y estremece. Ella es la cantautora del momento. Quizás porque sabe bucear como nadie en el mar de las emociones. Baja profundo, a pulmón. Cala hondo. De sus canciones se sale con el alma empapada. Con los pelos de punta. Por algo opta a llevarse el galardón en la categoría de Mejor canción cantautor en los Latin Grammy por la raíz. El tema que compuso después de que el volcán arrasara con parte de su isla natal. O un Goya a Mejor canción original, junto a Vetusta Morla, por la película El amor de Andrea. «Mi trabajo sirve para querernos mucho, porque nadie puede dar cariño si antes no se ama a sí mismo», asegura. Lo demostró con su EP chiquita y ahora lo vuelve a hacer con su primer álbum con cariño y con cuidado, donde reivindica sonidos del folclore canario a través de letras llenas de garra y respeto hacia la tierra. Un esperado puñado de melodías que nacen con la vocación de mejorar nuestra calidad de vida a modo de caricias para el amor propio.

la cantautora canaria valeria castro publica su primer album con cariño y con cuidado
Foto: Ximena y Sergio. Realización: Bárbara Garralda.
Vestido con cinturón de Zara.

con cariño y con cuidado llega después de tantas cosas…

Llega de muy atrás. De mis padres, de la forma en cómo me han tratado y enseñado a vivir. Con ese cariño y cuidado. Es una manera de tenerlos presentes. También simboliza cómo me gusta hacer las cosas.

Tanto el título como el nombre de las canciones se escriben en minúsculas. ¿Por qué?

Es algo generacional, me siento agresiva si pongo una mayúscula. Y el disco, aunque está lleno de contrastes, gira alrededor de la ternura.

Creciste en La Palma, en la isla chiquita, ¿cuánto te ha dado tu tierra?

Me ha hecho ser quien soy. Hay muchas diferencias entre crecer en un sitio con infinitas oportunidades y estímulos, que hacerlo en uno donde hay límites. El mar es uno de ellos. Y eso te hace ser más consciente de lo que tienes, de lo que hay y disfrutarlo. Venir de donde vengo, de una isla menor, tan pequeña, que tienes que crecer desde más abajo, con los valores que me han educado, es lo que me define a día de hoy.

Quevedo y Cruz Cafuné en música; Andrea Abreu, Aida González Rossi y Meryem El Mehdati en literatura. ¿Las Islas Canarias tienen mucho que decir?

Estamos en un momento precioso para nuestra cultura. Hemos sido unas islas muy olvidadas históricamente y por fin existimos. Somos unos cuantos con un altavoz ahí fuera y se nota. Es una responsabilidad hablar de tu tierra y mirar por tu gente para defenderla. Por eso pediré siempre más amor para los acentos. El querer homogeneizarlos, sería un error.

«Las mujeres de mi vida me han hecho saber que no estoy sola»

¿Cómo se siente una cuando se abre en cuerpo y alma con cada canción?

Pues como una terapia. Las que he escrito hasta ahora, lo he hecho para intentar curarme, cuidarme y honrar a los que tengo cerca. Un poco autoterapia y hablar de las cosas que más me importan. Hay tantas que se silencian, que se tienden a olvidar, que utilizar la música a favor de recordar, es lo que más me enorgullece.

¿En qué se verán reflejados tus fans con este trabajo?

En la búsqueda de ese amor propio. Tenemos que querernos más, al final la responsabilidad máxima de cuidarse recae en uno mismo. Vengo de La Palma, la isla bonita, la isla del volcán, que sufrió esa erupción que me afectó mucho y eso, al final, te hace replantearte muchas cosas y empezar a priorizar otras.

El volcán se llevó mucho sueños construidos.

Entre ellos la casa de mi abuela en el barrio de Las Manchas. Este disco también surge de ahí. Porque afectó a mi pueblo, a mi familia, a mis antepasados. De repente reconsideras el valor que tiene un hogar para alguien, la salud de los tuyos… tantas cosas. Aprender a sobrevivir pasa por ahí. Empiezas a asumir que hay situaciones que no están en tus manos. Parece que puedes controlar todo y no.

Una curiosidad. ¿Cómo se aprende a hablar del amor propio?

Con terapia, yendo a una psicóloga, porque al final la salud mental es fundamental. También rodeándote de buena gente, que no te sientas sola. Tenemos que aprender a querernos más, a saber que no pasa nada si fallas, a trivializar y a escuchar incluso aquello que no quieres oír. Uno no sabe gestionar todo y son demasiadas cosas que te vienen de golpe. Aprender a sobrellevarlas, te enseña a poner el foco en el lugar adecuado. Ese amor propio no me viene de fábrica, lo he tenido que aprender.

la cantautora canaria valeria castro publica su primer album con cariño y con cuidado
Foto: Ximena y Sergio. Realización: Bárbara Garralda.
Chaleco negro de Zara, pantalón negro de Mirto y salones negros de Aquazzura.

¿Y por dónde empezaste?

Consejos vendo, para mí no tengo (y se ríe). Que lo escriba en las canciones, no significa que lo esté llevando a la práctica de inmediato. Ahora mismo no puedo decirte ‘me amo, me adoro, me quiero’. Es un proceso. Sin embargo, empieza por cambiar las palabras que usas para hablarte.

¿Eres consciente de lo que has conseguido con 24 años?

A veces se me olvida. Cuando eso sucede, me paro, echo la vista atrás y sólo siento agradecimiento. Ha sido un trabajo en equipo. La gente es la que decide escucharte y su apoyo es que te permite que sigas creciendo.

¿En esa industria las mujeres jóvenes son dueñas de sus decisiones?

Depende de la artista, en mi caso sí. Nadie me va a quitar mi voz, mis principios, mis ideas. En una industria donde giran a tu alrededor muchas opiniones, tienes que aferrarte a tu honestidad. Es de vital importancia para que no caigas en lo homogéneo, en lo marketiniano y seas dueño de la variedad.

¿Alguna vez has dudado de si estabas tomando el camino adecuado?

No del camino ni de mi intuición o capacidades, sí del futuro. Como cualquier persona, tengo muchas inseguridades. No sé si dentro de diez años seré capaz de mantener este ritmo. Lo que tengo claro es que el miedo es compatible con la valentía. Las cosas llegan, pero no te culpes si van un poco más lentas.

Entonces, ¿no persigues la fama?

No, más bien mantenerme. La fama es el daño colateral. Si no te importa el dinero en exclusiva, me cuesta creer que alguien quiera ser famoso. Hay que tratar que prevalezca lo sentimental y compartirlo.

«Ojalá se ponga de moda el dejar de mirarnos el ombligo»

¿Cómo mantienes la pureza?

No sé hacer lo contrario. No sé disfrazarme o ser impostada, soy muy transparente.

Tu música está llena de compromiso. ¿Eres una artista reivindicativa y feminista?

El feminismo combativo murió en los años setenta. Existen muchos tipos de mujeres, y por eso hay una gran variedad de feminismos. Para mí es imposible no ser feminista: si quiero un mundo equitativo en el que los hombres y las mujeres valgamos lo mismo, tengo que serlo. Durante mucho tiempo, para que una mujer accediera a puestos de relevancia tenía que masculinizarse, pero el nuevo feminismo asume la feminidad como un valor. Me gusta ser firme, defender a las mías, que sois todas, y claro que tengo esa parte de protesta a la hora de hacer algo tan íntimo como un álbum. Eso sí, siempre reivindicar desde la ternura, es más revolucionario y gana atractivo. Y no pensando en el número de reproducciones en Spotify o YouTube.

¿Cuál es la actitud para abordar con buen ritmo el aquí y el ahora?

De todos los caminos posibles, yo elijo el de la alegría. ¿Te revelo un secreto? Esa es la herramienta que da sentido a nuestra existencia.

¿Cuál es tu tema más especial para ti?

Todo el disco. No hay ninguna de relleno. Aunque la primera que me reconcilió con lo que estaba viviendo es la raíz, la que está nominada a Grammy Latin. Imagínate, hay un volcán en tu isla y cómo uno arregla eso. Fue la canción con la que conseguí perdonarme y priorizarme en relaciones, ver qué me sirve y qué no. Asumir y resignarse con un cuidado propio. Yo soy una persona que intenta que todo esté bien todo el rato, y eso es un problema.

la cantautora canaria valeria castro publica su primer album con cariño y con cuidado
Foto: Ximena y Sergio. Realización: Bárbara Garralda.
Vestido gris de Zara.

¿Y dónde está tu raíz?

En mi isla de La Palma.

¿Qué te devuelve a tu centro?

Mis padres y mi abuela.

La naturaleza para ti es...

Mi salvavidas, lo que ahora mismo mejor me sienta al alma. Te lo juro.

¿Y qué me de dices de los escenarios?

Es el sitio donde me crecen las alas.

¿A quién le dedicarás el discurso si ganas el Latin Grammy?

A mi abuela.

¿Qué peso tienen las mujeres en tu vida?

Todas las inseguridades que tengo, serían mayores si no hubiera visto a mi alrededor a mi madre criándonos, a mi abuela tirando para adelante con una familia de cuatro hijas. Las mujeres de mi vida me han hecho saber que no estoy sola, me han ayudado a enfrentarme a las dificultades y que las cosas se pueden lograr.

¿Dónde te gustaría llegar?

Al corazón de toda la gente que me quiera escuchar y seguir emocionándoles.

¿Qué sería de verdad una revolución?

La empatía, el cariño, el cuidado y la ternura. Que la gente no actuara tan rápido, recapacitara y le diera un poco más a la cabeza. Que se ponga de moda el dejar de mirarnos el ombligo.

¿Qué hay que transmitir con cariño y con cuidado?

Vivir y sobrevivir. Que esa supervivencia no acabe con nosotros, sino que sepamos sobrellevarla con las habilidades que conllevan tener cariño y cuidado con lo que haces y cómo vives.

Lettermark

Claudia Saiz Puig es Jefa de Actualidad de ELLE y Coordinadora ELLE Kids.