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Desde los realities que exponen los logros (y las mmmmmiserias) de sus protagonistas hasta películas como ‘Triangle of sadness’, pasando por la nueva temporada de ‘You’, cada vez es más habitual que los programas de telerrealidad, los largometrajes y las series hayan encontrado en la mofa del 1 % su mayor aliciente. Nos hemos acostumbrado a adentrarnos en los armarios y los hogares de los adinerados, por lo que el siguiente paso lógico era observar las miserias de los ricos.
Este fenómeno no nos convierte en personas deleznables, sino que responde al término alemán Schadenfreude, que no es otra cosa que, como define la RAE, “complacerse maliciosamente con un percance, apuro, etc., que le ocurre a otra persona”. En realidad, muchos señalan que esta tendencia sádica tiende a retratar a los personajes de una forma banal y unidimensional. De hecho, desde los protagonistas de ‘Onion Glass’ hasta los de ‘The Menu’ responden a estereotipos tan manidos como los de la influencer bobalicona, el multimillonario 'techie' y la adinerada heredera que jamás ha leído un periódico. Además, en un mundo en el que existen Weinstein, Putin y Donald Trump… ¿Por qué siempre nos empeñamos en hundir a los mismos, cuando los realmente peligrosos no son precisamente los que disfrutan de cenas de miles de euros ni se hacen fotos en sus yates para subir en sus redes?
Por supuesto, los personajes retratados carecen de filtros morales y persiguen su felicidad por encima de todas las cosas, y gracias a sus experiencias y lamentaciones descubrimos que quizás sea cierto eso de que el dinero no da la felicidad, pues ni siquiera quienes tienen millones de euros en sus cuentas corrientes lo son… Descubrirlo nos hace descubrir que en realidad, aunque en circunstancias diferentes, los privilegiados y los que lo son menos terminan por enfrentarse a algunos conflictos muy similares. Por supuesto, los ricos ahogan sus penas con champán, y el resto, con cerveza del supermercado.
Lo que nos atrae de la tendencia ‘eat the rich’ ( frase de Jean-Jacques Rousseau, que dijo que cuando el pueblo no tenga nada más que comer, se comerá a los ricos") es cierta fascinación y por supuesto, el escapismo que nos ofrecen sus vivencias y desgracias, pues nos hemos cansado de ver vidas idílicas en las redes sociales y agradecemos sobremanera poder observar el lado oscuro que hay tras cada selfie perfecto.
De alguna forma, podríamos decir que tras las películas y series que encajaban dentro del #metoo ahora se lleva el género ‘eat the rich’, pues como asegura la revista ‘The Spector’, “las guerras culturales son efímeras, pero las cuentas corrientes, no”. No es de extrañar que este género esté de moda ahora. Pues el informe de Oxfam ‘Beneficiarse del sufrimiento’ señala que 573 personas se convirtieron en multi millonarias durante la pandemia, a razón de un nuevo multi millonario cada 30 horas. Mientras tanto, se espera que este año 263 millones de personas más se vean sumidas en la pobreza extrema, a un ritmo de un millón de personas cada 33 horas. La riqueza total que actualmente acumulan los milmillonarios de todo el mundo equivale al 13,9 % del PIB mundial.
"Las fortunas de los multi millonarios no han aumentado porque ahora sean más inteligentes o trabajen más duro. Las trabajadoras y trabajadores sí están trabajando más arduamente, pero por un salario más bajo y en peores condiciones. Las personas más ricas han manipulado el sistema con total impunidad durante décadas, y ahora están recogiendo los frutos. Se han embolsado una asombrosa parte de la riqueza mundial gracias a la privatización y los monopolios, aprovechando la desregulación y vulnerando los derechos de las personas trabajadoras mientras ocultan su dinero en paraísos fiscales, todo ello con la complicidad de los Gobiernos", explica Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
Al parecer, los adinerados ni ven, ni quieren hacerlo, y una prueba de ello fue el tuit de Elon Musk en el que aseguró que su película favorita del 2019 era ‘Parásitos’, un comentario que no tenía atisbo alguno de ironía. Más divertido resulta cuando alguien con dinero se ríe de sí mismo, como hizo Ellen DeGeneres en su último monológo, aunque la buena dicha le duró poco al quejarse en pleno confinamiento de sentirse atrapada en su mansión.. Un poco de ironía en sus palabras podría haber salvado el comentario, como cuando Jim Carrey fue al show de Letterman en 1994 y aseguró que ahora se reía como un rico (demostrándolo a continuación, por supuesto). Si la risa viene desde ambos espectros, tanto del de los adinerados como del lado del resto de plebeyos, todo se equilibra. El problema actual de la proliferación de esta sátira anticapitalista es que en realidad, jamás va más allá, por lo que termina por parecen una caricatura interminable que si bien nos hizo reír al comienzo, puede terminar siendo aburrida. Aunque no vamos a negar que si quienes son los dueños de las productoras y de las cadenas son inmensamente ricos... ¿Cómo van a permitir que tras las carcajadas haya una crítica real?
Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.
Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.