Quizás conozcas a Victoria Belim (seudónimo de Victoria Frolova) por su pasión por los perfumes. Quizás la sigas en su perfil de Instagram, @boisdejasmin, donde comparte imágenes que evocan aromas; unas veces de comida, otras de flores, otras incluso de las emociones que se pueden 'oler' a través del arte y la literatura.

Pero a partir de ahora, es muy probable que el nombre de Victoria Belim lo identifiques directamente con el país en el que nació, Ucrania, porque acaba de publicar un fabuloso libro que se llama precisamente 'Mi Ucrania' (ed. Lumen) y en el que, a modo de 'Unorthodox', comparte sus memorias, las historias de su familia a lo largo del siglo XX (guerras, hambrunas, invasión soviética, persecuciones...) y la investigación sobre el paradero de uno de sus tíos abuelos.

El libro es una lectura deliciosa en la que se aprende mucha historia de Ucrania del último siglo; en la que uno se adentra en los olores de los jardines y huertos donde creció Victoria; en la que se nos invita a reflexionar sobre el papel de su país y su relación con Rusia y, finalmente, en la que se nos da una enorme lección de resiliencia del ser humano ante las adversidades.

Victoria Belim se crio en Estados Unidos y vive en Bruselas. Es periodista y traductora de literatura persa y habla 18 idiomas. Cuenta con un posgrado en Ciencias Políticas, pero en su profesión cubre temas relacionados con el arte y la cultura. Desde 2010 escribe para la revista 'Financial Times HTSI', aunque también ha colaborado con 'The New York Times', 'Elle', 'Marie Claire' y 'Red'.

¿Cómo fue el proceso de inspirarte en tus propias experiencias personales, tanto a nivel emocional como en términos de tu oficio de escritor?

El proceso fue contar específicamente las historias de mi familia, que fue lo que me inspiró. En mi casa se cuentan muchas historias sobre los bisabuelos y las utilizamos para afrontar las dificultades que nos tocan vivir. Yo quería repensar estas historias, luego vino la idea de escribir el libro, gracias a que encontré ese misterio, el de la desaparición de mi tío abuelo.

El concepto de resistencia está presente en todo el libro. ¿Qué mueve a los personajes a resistir?

La historia de Ucrania del siglo XX contiene tantos episodios trágicos y difíciles que se desarrolla la resistencia para sobrevivir a las fuerzas externas que afectan a las familias. Son experiencias negativas y trágicas que, en algún momento, por lo menos para mis bisabuelos, se convierten en una experiencia cotidiana. ¿Cómo sobrevives a una guerra, una hambruna, la ocupación de tu país? De maneras diversas: por una parte, viviendo con tus cosas cotidianas, como cultivar el jardín, y también creando objetos artísticos como bordados, pinturas o incluso escribiendo las recetas de la familia. He encontrado muchos cuadernos antiguos de mi bisabuela llenos de recetas que en aquella época no se podían preparar porque los ingredientes no estaban disponibles. Pero aún así copiaba las recetas para mantener el recuerdo de lo que le habría gustado cocinar.

victoria belim escritora
Penguin Random House

El tío Vladímir es uno de los personajes más interesantes de la obra, con su defensa a ultranza de la URSS. ¿Cómo se explica que, con tantos análisis históricos de por medio, haya gente que aún apoye esa etapa?

Se debe a la forma que le dan a la mentalidad de las personas. Los que vivieron en la URSS creían el ideal del comunismo y rechazar eso es como negarse a uno mismo, lo que psicológicamente es muy difícil porque nos cuesta mucho cambiar la forma de pensar. Precisamente por no cambiar se resisten, se aferran a las ideas y percepciones de antes.

¿Ha tenido efecto terapéutico en ti la escritura de 'Mi Ucrania'?

Sí, sobre todo las partes en las que describo la casa o el jardín, con sus aromas y sabores; sentí como si estuviera allí, como si estuviese viviendo esos recuerdos.

¿Cuál fue para ti la parte más difícil de escribir?

Transcribir la historia de mis bisabuelos, porque había muchas omisiones y ¿cómo cuentas una historia de principio a fin cuando ni siquiera sabes qué parte de ella es real y cuál es inventada?

¿Qué libros te ayudaron o te inspiraron mientras escribías ‘Mi Ucrania’?

Me gusta mucho la literatura de 'memoirs'. Por ejemplo, 'Habla, memoria', de Vladimir Nabokov. Es un género inspirador porque te muestra cómo los autores captan esas emociones y te llevan con ellos en su viaje. Mientras escribía el libro estaba leyendo muchos libros de historia porque estaba investigando en el pasado de mi país.

"Los que vivieron en la URSS creían el ideal del comunismo y rechazarlo es como negarse a uno mismo"

Tras el estallido de la guerra en Ucrania, ¿tu entorno te ha tratado de forma diferente?

Con mucha empatía. Con esta guerra, sobre todo desde la invasión, ha sido todo tan desproporcionado... La propaganda rusa ha sido tan difícil de creer que ya no ha sido necesario explicar el lado ucraniano de la guerra a nadie. Creo que la gente entiende el conflicto mucho mejor de lo que se entendía en 2014.

¿Al principio de la guerra se subestimó a Ucrania?

Sí, y creo que todavía se subestima un poco, porque cuando escuchas los comentarios de los analistas de protocolo sobre Ucrania les oyes decir que habría que empezar a negociar con Putin. Pero, por otro lado, te das cuenta de que los ucranianos pueden luchar y muy bien. Ellos luchan por su tierra, es una lucha existencial.

También se ha subestimado porque Rusia tiene su historia, es como una marca, mientras que Ucrania no tenía esa narrativa... hasta ahora. Nadie podría haber imaginado que Ucrania todavía estuviese luchando y recuperando territorios siete meses más tarde. Recuerdo que en febrero me despertaba varias veces por las noches para mirar las noticias y ver si Kyiv resistía. ¡Era todo tan difícil! No me imaginaba todo lo que podría lograr Ucrania.

¿Cómo se vive una guerra a miles de kilómetros de distancia?

La guerra vive dentro de mí porque, aunque yo vivo fuera de Ucrania, Ucrania está dentro de mí y tiene muchas raíces. A menudo, cuando estoy pasándolo bien, cuando me pasa algo muy bonito, pienso en lo que está sucediendo en Ucrania y siento algo de culpa.

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Penguin Random House
Victoria Belim con el retrato de su bisabuela Asya y su abuela Valentina

¿Qué le dirías a aquellos ciudadanos de países democráticos que siguen defendiendo con cierta nostalgia la política de la URSS?

La nostalgia, en general, se ha convertido en nuestros días en una fuerza política enorme. Lo hemos podido ver también en Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump y lo vemos ahora en Italia con Georgia Meloni: esa idea de "volver a los viejos tiempos", sean cuales sean, porque la gente de ahora no sabe cómo fueron.

En el caso de la nostalgia de algunos ucranianos por la URSS se debe al deseo de estabilidad que había en aquella época. Cuando volví a Ucrania, al principio me sorprendió muchísimo ver esa nostalgia porque mi experiencia personal de la URSS fue durante la década de los 80 en la que no hay nada que echar de menos. Pero la gente piensa en los años 60, como mi tío; y para ellos ese período fue uno de los mejores de su vida, por supuesto también porque era joven.

Sin embargo, en Ucrania, con la guerra, hay mucha búsqueda espiritual, mucho pensar cuál es el camino correcto para el país. Se preguntan si volver a Rusia y sumarse a su futuro o si es mejor girarse hacia la Unión Europea.

¿Cómo ves la respuesta política hacia la guerra Ucrania-Rusa?

En la parte política siempre hay un ojo puesto en el beneficio económico, y como Europa depende tanto del gas ruso... El Gobierno español ha aprobado un nuevo paquete de medidas energéticas para ayudar a compensar el incremento de costes de la energía y esto muestra que en todos los países europeos hay mucho cálculo involucrado: qué hacemos, ¿apoyamos un poco más a Ucrania o tratamos de que negocien?

Pero, por otro lado, todo lo que está ocurriendo en Ucrania, el bombardeo de objetivos civiles y todas las noticias que nadie cubre demuestran que a estas alturas una negociación con Rusia no serviría de nada.

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Penguin Random House

¿Cómo es tener de presidente a un actor [Volodímir Zelenski]?

(Risas). Creo que el voto por Zelenski en Ucrania fue en protesta contra el sistema porque todos estaban muy decepcionados con Petró Poroshenko [el anterior presidente], su gobierno, la corrupción, la oligarquía y con que nada cambiara. Entonces el pueblo votó por alguien que no tuviera nada que ver con la política. Yo, personalmente, cuando resultó elegido, me deprimí profundamente porque pensé: "¿Qué nos pasa ahora? ¿Tenemos un payaso de presidente?".

Pero en este conflicto, desde el primer día, ha demostrado su valía como líder de guerra. Su carisma, su capacidad para capturar la cámara y trabajar con ella, es algo impresionante. Es muy interesante como teoría política, al igual que su esposa, Olena Zelenska.

Volvamos a la literatura. Desde 2014, ¿qué efecto ha tenido la tensión con Rusia en la literatura de tu país?

Ha generado un nuevo tipo de literatura sobre la guerra, algo que no tenía anteriormente la popularidad y la cantidad que tiene ahora. Y también hay mucha literatura nueva sobre la búsqueda de la identidad, porque la identidad rusa y ucraniana son distintas; en el pasado eran como partes de una misma cosa, muy ligadas. Mi familia es buen ejemplo porque en ella hay rusos y ucranianos. También está apareciendo mucha más literatura en ucraniano y mucha literatura escrita en ruso por ucranianos, como Andréi Kurkov o Serhiy Zhadan, que hablan sobre su época y las sensaciones y emociones de ella.

"Zelenski ha demostrado desde el principio su valía como líder de guerra. Su carisma es increíble"

¿Cree que llegará el día en que el idioma ucraniano ya no tendrá que competir con el ruso en Ucrania en el ámbito editorial?

Espero que sí. He visto que los libros en ucraniano son más caros y así es muy difícil competir con un mercado tan grande como el ruso, cuyas editoriales pueden producir muchos más libros en ediciones más baratas. Sobre todo la literatura traducida, todo lo que viene del inglés por ejemplo se traduce al ruso y de allí pasa a Ucrania.

Por otra parte, los libros escritos originalmente en ucraniano publicados por editoriales locales son mucho más caros. Antes de la guerra, las editoriales de mi país ya estaban en dificultades, pero ahora la situación no ha hecho más que empeorar con la crisis de la materia prima, la falta de papel...

Mi Ucrania (Narrativa)

Mi Ucrania (Narrativa)

¿Cambió la guerra tus planes profesionales o puedes seguir adelante con ellos al vivir en el extranjero?

Mis planes profesionales no han han cambiado mucho pero mi vida personal, muchísimo. Yo solía volver a Ucrania cada año y pasar allí temporadas largas, al menos de tres meses, y sin embargo ahora no puedo hacerlo. Mi intención era hacerlo en octubre pero los acontecimientos recientes lo han hecho imposible.

Aparte del tuyo, ¿qué libro nos recomendarías para entender mejor lo que está pasando en Ucrania?

El primero, 'Tierras de sangre', de Timothy Snyder, es una lectura difícil y muy traumático, con mucha tragedia pero explica muy bien por qué ni Ucrania en general ni algunas de sus regiones en particular quieren volver a estar bajo el dominio ruso. También explica por qué la Casa de los Gallos [la antigua sede de la KGB en Kyiv] genera tanto miedo entre muchos ucranianos hasta el día de hoy. Hay un libro de historia de Ucrania muy bueno, para una visión más amplia, que se llama 'Las puertas de Europa', de Serhii Plokhy y que está muy bien escrito. Y finalmente, la poesía de Serhiy Zhadan, que verdaderamente captura 'l'air du temps'.