Todas las curiosidades de la guía Michelin que todo amante de la gastronomía debe conocer

En 1920, la compañía decidió empezar a comercializarla. Según los hermanos Michelin “la gente sólo valora lo que paga”. Esta decisión vino motivada por un hecho convertido hoy en anécdota. André se encontró con una de sus guías Michelin como taco para equilibrar un banco. Tenía un precio de 7 francos.

En 1910 se elabora la primera Guía Michelin para España y Portugal. En su primera edición, además de mapas del país, la guía incluía una selección de 61 hoteles. Más tarde llegaron los restaurantes.

Este 2024, es el primer año en que los países ibéricos se separan ya que desde ahora Portugal tendrá su propia guía Michelin.

La guía Michelin también se conoce con este nombre por el color de sus tapas, completamente de color rojo y muy llamativas.

En el firmamento gastronómico también valoran la concienciación social y ambiental. Por eso desde el año 2021, la guía Michelin también entrega sus 'Estrellas Verdes'. Se trata de un reconocimiento que premia el compromiso y el esfuerzo en la innovación mediante iniciativas que preservan el medio ambiente al mismo tiempo que facilita a los usuarios más sensibilizados su fácil identificación. Tienen independencia de las 'Estrellas de la buena mesa'.

Siempre van de incógnito y pagan su propia cuenta para no levantar sospechas, así se aseguran de que realmente la calidad y el trato que van a recibir es el que tendrá un cliente cualquiera. Únicamente al final y en algunas ocasiones, para conseguir información complementaria, desvelan su identidad. Aunque hay algunos cocineros que ya les reconocen por su antigüedad en el oficio.

La profesión de inspector Michelin implica, por ejemplo, para un inspector europeo, más de 30.000 kilómetros recorridos y 800 establecimientos visitados, incluyendo 250 comidas en restaurantes y alrededor de 150 noches en hoteles.

¿Qué es lo que hay que hacer para poder formar parte de este selecto club de inspectores (que no críticos)? Por regla general los inspectores que trabajan en la guía se han formado en escuelas de hostelería y cuentan con una experiencia profesional en el sector de 5 a 10 años. Después de una serie de entrevistas de trabajo y de una comida con el redactor jefe, los solicitantes deberán redactar un informe con un nuevo enfoque, donde demuestran su sentido del detalle. El nuevo inspector inicia un periodo de formación de seis meses, durante el cual se formará en los distintos criterios para atribuir estrellas, para asignar categorías de confort o evaluar otros servicios. Durante estos seis meses, viajará con un inspector senior antes de que se le asigne un país.

No se le presta atención a que los ingredientes del menú sean productos 'deluxe'. Basan sus decisiones teniendo en cuenta que sean de la máxima calidad en su categoría y estén tratados de una forma excepcional. En el año 2010, un restaurante de una una cadena llamada Tim Ho Wan en Hong Kong, dedicado al 'dim sum', ganó una estrella Michelin. Se puede comer por 10 € y fue la estrella más barata del mundo.

De entre los que se encuentran en la guía, el menú por el que pagaremos un precio mayor es Ultraviolet de Paul Pairet, ubicado en Shanghai (China). Se trata de una mesa única con diez comensales donde la tecnología juega un papel muy importante. Tiene tres estrellas Michelin y no es raro salir de ahí con una cuenta de 1.300 € por persona.

* El restaurante más caro del mundo está en Ibiza, es Sublimotion de Paco Roncero pero tiene ninguna estrella Michelin.

No nos referimos a un chef que haya fracasado, sino todo lo contrario, al que tiene más reconocimientos por la guía. Aunque falleció el pasado 2018, el cocinero que ha conseguido más estrellas Michelin es el francés Joël Robuchon. A lo largo de su trayectoria profesional llegó a hacer brillar 32 estrellas Michelin.