La moda del 'food porn' es tan amplia como la imaginación y las ganas de comerte el mundo que tengas, es prácticamente inabarcable ¿Un ejemplo? las inolvidables tostadas unicornio a las que recurrimos de vez en cuando. Y lo mismo nos pasas con "huevos-nube" (o huevos soufflé), llamados así por su forma. Y es que si no los conoces vas a entenderlo al primer vistazo y con esta explicació : una yema que simula ser el sol apareciendo entre las nubes, hechas con la clara. El perfecto amanecer.

Lo sorprendente de esto es que podría parecer una bomba calórica pero ¡oh sorpresa!, sin embargo este plato cuenta con solo 161 calorías por huevo. Es decir, es bastante más ligero de lo que puedes pensar en principio.

Para hacer el huevo-nube no necesitas aceite, leche ni mantequillas. ¿Pues cómo se hace? Te preguntarás. A continuación te explicamos cómo conseguir el huevo más atrevido, sorprendente y fantástico que puedes poner en el plato.

Elaboración

  1. Separa la yema de la clara.
  2. Bate la clara como si hicieras merengue. Utiliza unas varillas para conseguir mayor esponjosidad.
  3. Precalienta el horno durante 5 o 10 minutos a 230 grados.
  4. Coloca la clara de huevo batido en la bandeja del horno, haciendo un pequeño cráter en el centro en la que más tarde pondrás la yema.
  5. Cuando el huevo suba hasta crearse la forma de nube, coloca la yema en medio y hornea 3 minutos más antes de servir.
  6. Salpimenta y añade lo que más te guste: queso parmesano, hierbas aromáticas…

¡Enhorabuena! Habrás conseguido una nube con el sol asomándose para dar los buenos días a los comensales. Guárdate esta idea para cuando tengas invitado: serás el jefe de los anfitriones, sin lugar a dudas.

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Inés Martínez
Redactora de Redes Sociales
Inés Martínez Nass es redactora de redes sociales en ELLE Gourmet. Tras graduarse en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos cursó un máster en marketing y relaciones públicas en la Goldsmiths, University of London. Adicta a Twitter, al pesto de su madre y a la fideuá de su padre, cree fervientemente que todo en la vida mejora con queso y una cerveza bien fría en la otra mano.