Una escapada romántica, la celebración de un acontecimiento señalado o las esperadas vacaciones de verano: cualquier ocasión que se salga de la rutina es perfecta para escaparse al paraíso. Y aunque hay un sinfín de razones para vivir una aventura así, en realidad no hace falta ninguna de ellas porque descubrir la esencia mediterránea en un enclave único como es la Costa Blanca es un acontecimiento en sí mismo. Un lujo y una aventura que siempre merece la pena. Por algo se trata de uno de los lugares turísticos más visitados de España. A pesar de ello, todavía quedan rincones llenos de magia escondidos en el Mediterráneo en los que disfrutar de la belleza y la historia de una tierra mítica.
Alejado del turismo de masas, el Hotel Montíboli en Villajoyosa (Alicante) es la prueba de que estos tesoros ocultos existen. Visitarlo es toda una experiencia difícil de olvidar. Está enclavado en un acantilado y rodeado por dos calas recoletas de aguas turquesas en las que es fácil encontrar la paz que tanto ansías: L’Esparrelló y La Caleta. Tan solo tienes que bajar unas instagrameables escaleras para estar en la gloria y disfrutar de ese baño en el mar con el que tanto has fantaseado durante el invierno. ¿No te parece un planazo?
Una institución en la Costa Blanca
El Hotel Montíboli es todo un referente en la provincia de Alicante. Construido en el año 1968, su arquitectura de volúmenes irregulares, diferentes alturas, torres y minaretes apuesta por la mezcla entre el estilo levantino y el árabe. Gracias a sus cuidadas instalaciones recientemente renovadas y a sus detalles, se trata de uno de los alojamientos imprescindibles en la zona, de esos que hay que visitar una vez en la vida. De hecho, fue el primer hotel de 5 estrellas de la provincia de Alicante. No es extraño que grandes artistas y personajes célebres lo eligieran como destino de vacaciones. Un apunte para curiosos: en 1972 un joven Paul McCartney se alojó en el Hotel Montíboli junto a su familia para disfrutar de unos días de sol y relax tras la disolución de The Beatles.
Hoy, como antaño, el Montíboli continúa siendo un destino de lujo y descanso. Sus habitaciones, todas con vistas al mar, son perfectas para hallar la calma tan difícil de encontrar en el ajetreo de los días cotidianos. Para esta temporada, se ha llevado a cabo el re-estreno de las habitaciones inspiradas en el estilo art decó con una flamante nueva decoración que es absoluta tendencia. Y es que todas las habitaciones del hotel cuidan cada detalle con mimo pensando en los huéspedes.
El hotel cuenta, además, un amplio repertorio de instalaciones para garantizar que los visitantes disfrutan de calma y relax. Además de dos piscinas de exterior sobre el acantilado, el Montíboli dispone de un SPA situado a pie de playa en el que gozar de los mejores tratamientos de belleza y salud: baños de vapor, hidromasaje, piscina climatizada, duchas termales, etc.
Sabores de la tierra
La gastronomía de la tierra alicantina es otro de los placeres de los que podrás disfrutar en el Hotel Montíboli. El Restaurante Emperador, con los chefs Jean Marc Sanz y Carlos García a los fogones, ofrece la combinación perfecta entre creatividad y tradición. Una cocina de autor, original e imaginativa, puesta en práctica con la mejor materia prima y producto local de primera.
Además de este restaurante de alta cocina, el hotel cuenta con un acogedor gastrobar con vistas al acantilado: la Terraza Alhambra, donde podrás tomar el aperitivo o un cóctel al caer la tarde. El objetivo es vivir momentos inolvidables en la mejor compañía y en el entorno perfecto.
¿Prefieres un tentempié junto a la piscina? Solo tienes que acercarte al pool bar La Proa donde te servirán un picoteo informal o un refrescante combinado a tu gusto. Y todo con el mar azul de fondo...
Por todos los placeres que te brinda, por el entorno natural que lo rodea, y por la calma y la serenidad que se respira en cada uno de sus rincones, el Hotel Montíboli es el destino perfecto para desconectar. El paraíso en la tierra.