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Ver al chef Josean Merino detrás de la barra es descubrir la verdadera pasión por la cocina, y por hacer feliz a la gente a través de pequeños bocados. Muy creativo, exigente y cuidadoso, completamente entregado a cada una de las elaboraciones que crea, estas son verdaderos tesoros que se lucen en la barra de tabernas perretxiCo y te despiertan un hambre atroz con ganas de probarlo todo. A nosotros nos ha pasado, y os va a ocurrir a vosotros con una nueva receta que nos ha enseñado para hacer en casa: Hoy, una nueva clase de pintxos: Focaccia de Idiazabal con puerro y cristal de euskal txerri.
Para esta receta necesitas:
-Focaccia
-Panceta de euskal terri (o de la clase cerdo que pudas conseguir. Puedes cambiarla por tocineta, bacon, e incluso jamón).
-Puerros confitados
-Pomada o puré de tomate (puede ser tomate confitado en aceite o secados al sol. Se trituran en su aceite, y listos)
Así se hace la Focaccia de Idiazabal con puerro y cristal de euskal txerri
El primero paso para elaborar este sublime bocado comienza por hacerse con una focaccia -si la haces tu o la compras en tu panadería de confianza, es cosa tuya). Se hornea un poquito para que coja temperatura y este más jugosa y algo "tostada" y se le hacen unos agujeritos para poder untar y que entre en ellos la pomada de tomate (ojo con no pasarte, porque es muy potente).
El siguiente paso es poner encima los puerros confitados (que se hacen como si pocháramos cebolla, hasta que queden muy muy confitados para que se concentren los sabores y se consiga una caramelización del puerro). Sobre ellos se añade la panceta loncheada en finas láminas; se le da un golpe de calor con un soplete, en horno o incluso con el microondas para que tenga un toque tostado o no sea tan cruda.
Para terminar, encima de la panceta se añaden las lascas de quesio Idiazabal, al que añadimos encima azúcar moreno y se carameliza con la ayuda de nuevo de un soplete. Si quieres un extra, "de vacile" como dice Josean, puedes poner una ramita de romero e incluso quemarlo para sacarlo humeando. Listo, ¡una delicia!.
