- Dani García: "Mi éxito está en la libertad, no en los restaurantes"
- El chef Dabiz Muñoz, sobre su infancia: "Tenía claro que quería tener un restaurante que se pareciese a DiverXO cuando yo tenía 12 o 13 años"
- Joan Roca, sobre el éxito de El Celler de Can Roca: "La nuestra es una historia de matriarcado. Mi madre ha sido quien nos ha ido impulsando desde la distancia"
Con 'd' de disfrutonas. Es el adjetivo que mejor define a las tres protagonistas de esta divertida reunión estival de amigas en una terraza de la capital. Entre brindis con unos blanco París (vino blanco con hielo) y cócteles refrescantes, y una degustación de gildas y brochetas de verduras y frutas, la diseñadora y empresaria Vicky Martín Berrocal (Huelva, 1973), la actriz Juana Acosta (Cali, Colombia, 1976) y la modelo y actriz Laura Sánchez (Gross-Gerau, Alemania, 1981) dejan claro que son grandes expertas en eso de comerse la vida a bocados.
«Me gusta vivir y hacerlo intensamente. Y la gastronomía juega un papel fundamental en eso, porque para mí comer va delante de cualquier otra cosa. Además, los grandes momentos de la vida suelen darse alrededor de una mesa o apoyado en la barra de un bar», afirma Vicky. A su lado, Laura, la que fue su modelo de cabecera durante una década, abriendo y cerrando los desfiles de su colección de flamenca, puntualiza. «Pienso que de las tres soy la más disfrutona, ¡es que hay poca gente que lo sea tanto como yo! Mi madre dice que soy redonda, porque todo me va perfecto (risas). Y cuando hablamos de comer, no es sólo que me guste, es que soy especialista en hacerlo bien. Si me como un jamón o un tomate, quiero que sean los mejores. Y, créeme, ¡lo gozo!». Algo que comparte con Juana. «Soy una glotona, disfruto muchísimo con la buena cocina. Ni en las épocas de más trabajo puedo saltarme una comida, es mi gasolina. El desayuno es mi preferida, los hago supercopiosos. Al mediodía me decanto por lo sano, siempre con algo de proteína, y por la noche no soy de las que se hace una tostadita y ya. Me siento en la mesa con mantel y ceno un plato completo», reconoce entre risas.
Ante estas declaraciones, no sorprende que la ruta de bares y restaurantes sea una prioridad para todas a la hora de decidir su plan de vacaciones. «En mis viajes, los sitios de comer y los museos están a la par (risas). Me encanta hacerlo con mi hija, porque somos muy parecidas en eso. Miramos los platos típicos, leemos las reseñas y comentarios de los locales... La gastronomía de un lugar puede hacer que nos inclinemos por un destino u otro. Este verano dudamos a dónde irnos, y pesa mucho Italia por la comida», reconoce risueña Laura. Lo mismo le pasa a Juana. «Intento que todas mis escapadas tengan algo gastronómico. Planifico los restaurantes que quiero conocer y los platos que me apetece probar», cuenta. Aunque este año tendrá que conformarse con los huecos que le queden entre sus jornadas de rodaje. Con el agradable sabor de boca del estreno de la miniserie Matices aún reciente, ha vuelto al set por partida doble. «Estaré compaginando dos proyectos, en dos puntos del mundo diferentes, hasta finales de agosto. Por un lado, el de la segunda temporada de Medusa en Colombia, y en España, grabando El homenaje, la segunda parte de Matices», explica.
"Para mí el verano es prescindir del reloj. Hay tanto ruido en mi vida que, desde hace unos años, busco el silencio. Eso sí, combinado con las visitas a mis chiringuitos clásicos, porque soy de repetir cuando algo me gusta", Vicky Martín Berrocal
Vicky, que acaba de cerrar la última temporada de su exitoso podcast y ha disfrutado de uno de sus proyectos más personales, el reality Las Berrocal, que grabó junto a su madre, su hermana y su hija, sólo piensa en «no hacer nada. Para mí esta estación es prescindir del reloj y el despertador. Tengo tanto ruido en mi vida que, desde hace unos años, busco el silencio», reconoce. Y lo hallará en Cannes, el rincón de Francia al que lleva tres años acudiendo en la temporada estival, y seguramente se deje ver por Ibiza –su lugar predilecto para encontrarse con amigos–, por Cádiz y por su Huelva natal. «Soy muy de repetir cuando algo me gusta y tengo chiringuitos clásicos que siempre funcionan. En Cannes, Le Maschou, Antonio en Zahara de los Atunes, El Tabla en Punta Umbría y Jondal, en Ibiza, que no se puede comer mejor y no puede tener más clase. Es uno de los más bonitos de España y te diría que del mundo», afirma. «¡Es tan hermoso! La comida, deliciosa y la decoración, increíble», añade Juana, que también tiene otro favorito: «Fénix Beach, en Cartagena de Indias. Y, aunque no sea un chiringuito, uno de mis sitios favoritos para comer es Platillos Voladores, el restaurante de mi hermana, que siempre sale elegida como una de las mejores chefs de Cali. Es una alquimista de la alimentación», cuenta con orgullo. Reconoce que ella no ha sacado sus habilidades. «Me encanta recibir en casa, organizo un montón de paellas, pero las encargo, no soy buena cocinera», confiesa. Todo lo contrario que Laura. «Cocino mucho y muy bien. Me apasiona, es una de mis terapias. Aunque no tenga invitados, yo me pongo mi música, mi copa de vino y hago comida en cantidad, para una familia, luego la congelo o la reparto».
"Es uno de los chiringuitos más bonitos de España y diría que del mundo", Vicky Martín Berrocal
Desde su paso por MasterChef, Vicky reconoce que también se atreve más con los fogones. «Le he perdido el miedo y arriesgo, que al final la cocina se trata de eso, de jugar», explica. Entre sus recetas estrella: «El pisto de mi madre, que a ella le hacía mi abuela y ahora yo le preparo a Alba, que le chifla. Y en verano papas aliñás, gazpacho y ensaladitas. Soy poco de fritos», añade. Dos platos que son religión también en la mesa de verano de Juana. «Gazpacho, una ensalada fresquita, un rico pescado y, sobre todo, una paella o un arroz senyoret con vistas al mar; esos sabores me teletransportan inmediatamente a la playa», afirma. Como andaluza de corazón y defensora de la tierra en la que vive, el gazpacho es un imprescindible en el menú veraniego de Laura. «También las ensaladas y el pescado. ¿Mi favorito? La sardina. Es un sabor que asocio directamente a encontrarme con los pies en la arena. Podría alimentarme todos los días del verano con un tomate y una docena de sardinas».
Entre confidencias, risas, fotos, algunos brindis porque sí y otros por los éxitos logrados e intercambio de tips culinarios, ha llegado la hora de irse, aunque ya han pensado cómo sería su próximo encuentro ideal: una mesa en terraza para tres. Y sin reloj, por favor.
